Los viejos teclados nunca mueren
Ayer me reuní para comer con mis dos esclavos compañeros de redacción en The Inquirer. Es curioso, pero en año y medio que llevamos juntos trabajando «las tres jotas» no nos habíamos visto en persona, y es que esto del periodismo técnico tiene la ventaja de que uno lo puede hacer prácticamente desde cualquier parte […]