Me estoy haciendo mayor
Y no lo digo porque los niños ya me traten de usted o me suelten aquello de: «¿Señor, me dice la hora?» Que ya es de por sí bastante hiriente. Los niños son ingenuos e inocentes (más o menos), los pobres, así que hay que aguantar las ganas de decirles, «oye, chavalote…» y pegarles un […]