Tecnología

Volveremos a piratear más que nunca

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El día está un poco frío y tristón. Perfecto para ponerse de fondo la prodigiosa canción de Sabina El hombre del traje gris. Qué narices. Vamos a ponerla. Estamos en 2023 2024. Está tirado: basta con abrir YouTube Music, buscarla y en dos segundos la tengo.

Qué fantástico. Ahí está mi Sabina con su voz de los 80. Ya sabéis. Más clara y limpia. Menos rasgada. Y además con una historia estupenda por letra. Ese fork del libro del Génesis es sencillamente fantástico. A Eva le gustaba estar morena, y se tumbaba cada tarde al sol.

Y mientras escucho al maestro con un servicio mágico que me permite escucharlo cuando quiera, como quiera y casi donde quiera, pienso en cómo ha avanzado todo.

Y en cómo ha vuelto a retroceder.

Seguro que algunos de los que me leéis lo recordáis tanto como yo. Durante mucho tiempo, años, la gente pirateaba sin descanso. Se pirateaba todo. La Play. La Xbox. El Canal+. El Canal Satélite Digital. Windows. Photoshop. Y por supuesto, la música y las pelis. Yo jamás de los jamases hice algo así, pero tuve un montón de amigos de los que hacen esas cosas, ya sabéis. Amigos de esos. De los que pirateaban.

Lo comenzaron a hacer con las cintas del C64 o el Spectrum, y siguieron haciéndolo con los disquetes del Amiga o del PC. A principios de los 90 en la Facultad de Informática había un jugoso y popular negocio de venta de disquetes de tres y medio —los CDs tardarían un poco más en llegar—. Lo sé no porque yo comprara. Qué va. Pero tenía amigos que sí. De esos. Ya sabéis.

Seguro que unos cuantos tenéis historias truculentas de grandes hazañas piratillas. Una de las mías, de la que fui solo cómplice indirecto porque soy un santo, ocurrió en la redacción de PC Actual. De algún modo alguien consiguió una copia de Matrix en DivX antes de que se estrenara en España. La vimos unos cuantos, y aunque a mí me alucinó, luego me arrepentí hasta el infinito, porque esa peli era para verla por primera vez en el cine, con palomitas y con amigos, fueran de esos o no.

¿Por qué pirateataba tanto la gente? Bueno, la respuesta fácil es que era por el dinero. Acceder a todos aquellos juegos, software, música y pelis era imposible para los españolitos de a pie, así que la gente se buscaba las castañas y eso sí, de cuando en cuando compraba algo porque ojo: tener algo tuyo comprado molaba mucho. No parece hacerlo tanto ahora que vivimos en la era de las suscripciones, pero entonces, creedme, éramos todos un poco coleccionistas.

Pero para mí y muchos otros la verdadera respuesta era más complicada. La gente pirateaba por la sencilla razón de que no había buenas alternativas legales asequibles y accesibles. La industria, encantadísima de conocerse a sí misma, estaba muy bien como estaba, controlando la distribución y los precios de forma trágica.

Aquello era la dictadura del entretenimiento.

Lo demostró muy bien Napster, que abrió los ojos a todo el mundo: las descargas de música eran alucinantes, y permitían no depender de la tiranía de los álbumes. Durante muchos años las discográfias nos vendieron música al peso: de las 12 o 15 canciones de cada álbum, lo normal es que nos gustaran dos o tres. Pero con Napster se acababa aquello, y el propio Jobs recordó aquel fenómeno. Lo hizo en 2003, durante el lanzamiento de la iTunes Music Store. «En 1999 existió ese fenómeno llamado Napster”, comentó. ”Cerró en 2001, pero nos demostró algunas cosas. “Nos demostró que internet estaba hecha para la distribución de música». El momento, aquí.

Jobs y Apple cogieron Napster y copiaron la idea. La única diferencia es que su servicio era legal. El servicio triunfó —con mucha ayuda del iPod— pero sobre todo demostró algo importante.

La gente estaba (muy) dispuesta a pagar por un buen servicio. Uno justo, asequible y accesible.

Otros acabaron aplicándose el cuento en los años siguientes. Las descargas dieron paso al streaming y las suscripciones, y de pronto, poco a poco, piratear música o pelis o series ya no tenía tanto sentido. Los Netflix y Spotify del mundo lo ponían todo fácil por un precio de lo más razonable. No tenían todo lo que queríamos ver, pero proponían constantemente nuevos contenidos, y algunos eran geniales.

La dictadura ya no lo parecía tanto. Era más bien una dictadura benévola. Una que nos hizo olvidar el eMule o bittorrent.

Y así vivimos, felices durante más o menos una década. Disfrutando de una oferta que acabó siendo exagerada. Había demasiado que ver, demasiado que escuchar, demasiado a lo que jugar. Y entonces, las plataformas, que parecían estupendas, mostraron su cara oculta: ya nos tenían medio atrapados en sus redes, así que comenzaron a hacernos la puñeta.

Subieron precios. Empeoraron la experiencia. Metieron anuncios.

Retrocedieron.

¿Qué ha provocado eso? Que la piratería esté volviendo a reactivarse. Lo contaban en TechDirt hace unos días, y citaban también un artículo de Daily Beast que hablaba del tema de forma curiosa. En él se citaban las palabras de un actor y director llamado Werner Herzog que admitía que «la piratería ha sido la forma de distribución más exitosa en todo el mundo».

Tiene razón. Y la tiene por la sencilla razón de que las plataformas no dan acceso a todo lo que queremos ver, así que cuando uno se da cuenta de que le apetece ver cierta película y no la encuentra en la plataforma en la que está suscrito, empieza el problema. En muchas ocasiones podrá alquilar o comprar esa película, pero el precio puede ser poco razonable. En otras la película simplemente no estará disponible en ninguna plataforma. Y en ambos casos, la solución fácil vuelve a ser la que teníamos hace un cuarto de siglo.

Piratear como si no hubiera mañana.

No sé si os habéis enterado, pero estamos ante una nueva y fascinante época dorada del pirateo. Hay varias razones para ello:

  1. Conexiones de banda ancha: en tiempos de eMule y los primeros tiempos de bittorrent el acceso a conexiones de banda ancha era muy limitado, sobre todo para las ingentes cantidades de datos que requieren series y pelis. Con las redes de datos actuales, las transferencias son fulgurantes. Esa captura de Twitter lo deja claro: ese tipo está descargando con eMule a casi 40 MB/s. De internet, no copiando de un disco duro externo USB. Es alucinante.
  2. Calidad de los contenidos: también sucede que en tiempos de eMule había grupos piratas que se encargaban de ripear pelis y CDs para subirlas a los sitios desde los que la gente los descargaba. La calidad podía ser buena, pero en muchos casos era patética y te podías encontrar con que esa peli que creías que era Matrix era una porno o cualquier otra cosa. Y con la música igual: en Napster había mucho gracioso que subía canciones renombradas o a mala calidad, así que conseguir lo que querías era medio farragoso. Ahora estamos en una época prodigiosa para los rippers: las pelis, series y música están disponibles en calidad estupenda, así que es (muy) fácil encontrar todos esos contenidos en Blu-ray 4K y en formatos losless de música (aunque esto es algo más difícil). De los screeners y los ripeos cutres hemos pasado a mkvs que son difícilmente distinguibles de los que disfrutaríamos en formatos físicos. Es alucinante (II).
  3. Los otros eMule: y luego está el hecho de que las aplicaciones y medios a través de los cuales se pueden conseguir contenidos también han evolucionado y mejorado a lo bestia. Que conste que lo de eMule es una fiesta: mis amigos (esos) me cuentan que allí encuentras eso que difícilmente encontrarás en ningún otro lado, pero que además las descargas son básicamente inmediatas. Lo mismo con Bittorrent, aunque aquí, al menos en español, hay mucho tracker privado (e inaccesible) que pone las cosas más difíciles. Para los sajones, eso sí, los trackers bittorrent públicos son maravillosos. Pero es que han surgido varias soluciones que llevan eso del pirateo a otro nivel: estamos en la era de los «Arr»: Radarr (pelis), Sonarr (series), Bazarr (subtítulos), Readarr (eBooks) y Prowlarr (indexadores) automatizan y organizan estas tareas de forma envidiable según leo por ahí, y para los que quieren ir a otra alternativa, el viejo Usenet se ha convertido en un recurso espectacular aunque curiosamente esta es piratería por suscripción: hay que pagar una cuota mensual para poder acceeder a los foros donde está el menene.

Mis amigos, esos que piratearon en el pasado, me cuentan que han vuelto a las andadas y que esto es jauja. Y yo les pregunto que cómo pueden hacer algo así cuando los Netflix y los Spotify del mundo lo han puesto todo más fácil que nunca.

Y ellos me dicen algo muy cierto. Los Netflix y Spotify del mundo ya no molan, JaviPas. Nos están tangando otra vez. Y tienen un problema, porque la gente empezará a cansarse y a hacer lo que ellos están haciendo.

Retroceder.

En el caso de los Netflix y Spotify del mundo, ese retroceso es muy feo. Están retrocediendo a plataformas más cerradas, más intrusivas, más caras, con anuncios, con mucha paja y con más limitaciones que nunca.

En el caso de mis amigos, la cosa es distinta. Ellos han retrocedido para piratear como si no hubiera mañana.

Y pinta a que cada vez serán (¿seremos?) más los que acudan a esa opción.

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14 comentarios en “Volveremos a piratear más que nunca

  1. Juan Carlos dice:

    Enrique Dans publicó esta semana en su blog una entrada en la que venía a decir lo mismo que tú. Coincidía en que las distribuidoras de contenidos no aprenden de los errores pasados: querer exprimir sin medida a la vaca va a forzar a que muchos vuelvan a enfundarse el traje de corsario.
    Otro problema de las plataformas de contenidos es que no te permiten —por lo general— quedarte con el contenido, incluso con el que hayas comprado (hace poco saltó la liebre con PlayStation). Yo, como soy muy mayor, hago eso tan antiguo de COMPRAR: compro CD, compro Blu-rays. Ese contenido es mío y lo seguirá siendo.

  2. Ya he venido pensando algo parecido. Quizá la única ventaja de Netflix para mí es que me ha hace bastantes recomendaciones que me gustan mucho.

    En mi caso, me gusta mucho GOG pero en Steam hay un surtido mayor de juegos. Si dejo de comprar en Steam, me pierdo muchos AAA, pero si compro en GOG puedo quedarme con todos los juegos que tenga.

    • Lo de las recomendaciones tiene su punto, pero no sé yo si me fío ya mucho de ese apartado o le hago mucho caso. Al final soy mucho más de probar series que me comentan amigos y conocidos o que acabo viendo en medios (o que me recomendáis vosotros). Con los juegos la cosa es algo distinta (no se consumen en un par de horas normalmente), pero te entiendo.

  3. Rafa Ese dice:

    Aun estando de acuerdo contigo en todo añadiría un matiz.

    En estos momentos de Spoti, Netflix, etc, está todo el mundo cogido por los huevos. Me explico. Lo que han conseguido es que el usuario medio/bajo de interés informático esté metido en estas plataformas. Y, aunque el producto empeore mucho, la gran mayoría seguirá allí por la sencilla razón de que no tienen los conocimientos ni el interés de «aprender» a piratear.

    Yo creo que por esta razón todavía tienen bastante margen de ganancias y de apretar al usuario.

    Nosotros, los más críticos, los que en su día pirateamos (o tuvimos amigos cercanos que lo hacían 😉 ), no nos costará volver a buscar contenido gratis. Pero somos cuatro gatos.

    Por mi parte, en cine no, pero en música voy ampliando poco a poco mi colección de discos (tanto vinilos como CDs). Y de libros, claro. Y no tengo la sensación de tirar el dinero.
    Creo que los seres humanos tenemos metido el gen de «coleccionar», de poseer, de tener cosas (lo que sea) a las que aferrarnos de vez en cuando y que nos dan soporte para, en momentos débiles, orientarnos para seguir avanzando.

    • Correctísimo. Este texto está muy pensado para esos amigos que pirateaban antes y que lo harán de nuevo ahora. La gente menos metida en el ámbito tecnológico se conformará (o tendrá que hacerlo) con lo que les ofrezcan esas plataformas.

      Bien por poseer cosas.

      • Ana dice:

        No sé, muy poco metidos en tecnología tendrán que estar para no ser capaces de piratear si lo quieren.
        Pasa como antes, siempre tienes el amigo para preguntarle dónde, y fácil es un rato, hay múltiples sitios y aplicaciones para encontrar lo que buscas, y cuando cierran uno en seguida el boca a boca hace llegar a todo el mundo el siguiente al que han trasladado todo el contenido.

      • No sé yo tampoco. La gente que no se siente cómoda con estas cosas no suele mostrar mucha disposición a aprender a hacerlas. Aquí la pereza humana gana y se convierte en involuntaria aliada de los Netflix del mundo, que pueden seguir subiendo precios sabiendo que mucha gente simplemente prefiere pagar que estar invirtiendo tiempo y esfuerzo en buscar alternativas… aunque sean de este tipo.

  4. Víctor dice:

    Melon abierto xD opino exactamente lo mismo que tus colegas que pirateaban en su momento, yo también tengo amigos que lo han hecho alguna vez y el factor común de todas las épocas siempre ha sido el mismo, el vendedor no te ofrece lo que quieres o te lo ofrece muy caro y encima con restricciones.

    Yo he sido y soy usuario de todas las plataformas, todas, de hecho recientemente me tuve que sentar con papel y boli a echar un cálculo de los doblones de oro que se me iban al mes en plataformas para que, tiene narices, la que mas use un servidor sea youtube.

    Mis herederos se adaptan a cualquier plataforma mientras tenga dibujos, cierto es que netflix es a la que mas se enganchan, luego Disney… yo en concreto me he visto todo lo de Apple pero… lo siento mucho, se me iba un pastizal mensual, así que por mi parte he empezado a revisitar antiguas series y pelis que tengo en mi servidor privado porque no estoy dispuesto, además de que hay días que te sientas delante de Netflix y le das tres vueltas al catálogo sin que nada te llame la atención.

    Y cierto, vivimos tiempos maravillosos para compartir, es brutal la de vías para compartir producto que hay, pero es que, al final la frase de «no se le pueden poner puertas al campo» hoy en día está mas en vigor que nunca puesto que todo está en el campo, ellos lo sabían cuando se metían a este mundo, cuando las empresas de entretenimiento se metían a llegar a nosotros a través de la red, sabían que unos cuantos, por mero gusto, se iban a poner a intentar saltar sus medidas de seguridad, ojo, que yo soy de los primeros que afirma rotundamente que es mucho mas fácil pagar y ver que bregar con las distintas maneras que existen de llegar al producto «gratis», pero es que cada vez es mucho mas fácil.

    Plex, Iptv, blue, kodi… es que hay muchas opciones y cada vez mas fáciles.

    En fin, esto el da salsa a la red, no lo vamos a negar xD

    • Coincido Víctor. La cosa es, como mencionaba en la entrada, más fácil y potente que nunca. Las plataformas lo tienen crudo, al menos con los que tienen algo de soltura en este tema (y cada vez es más fácil tenerla).

  5. Carlos dice:

    Muy buen artículo. No sé si es buena idea despertad a algunos, porque otros jamás hemos dejado la mulita y siempre nos da muchas alegrías. Cuanta más gente comparta, mejor y más tendremos accesible porque, como dice Rafa ese, ese gen de colección lo tenemos todos. Yo compro (muchos) libros y algún CD (aunque la música murió en 20o0 para mí) y me encantaba comprar DVD sobre todo de series hasta que la industria (?) decidió no seguir sacando.

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