Se me ha adelantado Enrique Dans, que ha hecho una crítica razonada que está algo más subida de tono de lo habitual. El Sr. Dans suele ser muy comedido, pero entiendo que esté tan harto de Meta/Facebook y el padre que los parió —Zuck— como un servidor.

Yo la probé ayer porque tengo una cuenta en Instagram que me permitía hacerlo. Usé aquella cuenta muy poco, publiqué cinco o seis fotos y la desinstalé del móvil. Nunca he vuelto a mirar atrás. Esa plataforma me parece, lo he dicho varias veces, un escaparate de las vanidades, aunque ciertamente hay gente que la usa de forma chula.

¿Qué me pareció Threads? Una mala copia de Twitter. Una que se beneficia del efecto lanzamiento. Interfaz limpita, sí, pero que no tiene versión web —para mí, clave, aunque entiendo que abrirla sería arriesgarse a las iras de la Unión Europea— y que además tiene mucho margen de mejora. Búsquedas limitadas a nombres de usuario, nada de hashtags, y un funcionamiento totalmente algorítmico: tú sigue a quien quieras, que será Threads el que te coloque los «hilos» que ella quiera y en el orden que le apetezca.

Está claro que acaban de empezar y es probable que corrijan muchos de esos fallos y limitaciones, pero también harán otra cosa: meter publi hasta en la sopa —aprovechando el enfado que los anunciantes tienen con Twitter— y, sobre todo, recolectar datos a lo bestia. Porque eso es a lo que se dedica Meta, y porque lo dejan claro al instalar la aplicación:

No recolectan más datos porque no hay, vaya. Estamos ante una empresa que ha tenido más escándalos de privacidad y más graves que ninguna otra que yo recuerde, así que cualquiera que use Threads se expone a lo de siempre: que luego sus datos acaben donde quizás (probablemente) no deberían hacerlo.

Y luego está lo otro. Entiendo que Mark Zuckerberg quiera aprovechar la ocasión. Es su empresa y quiere ganar la partida, como todas las empresas. Y sin embargo, la forma de hacerlo, una vez más, es copiando y robando. Puede que Facebook fuera original en su día —y tampoco lo era del todo—, pero desde entonces, que yo recuerde, no ha vuelto a hacer nada original, y se ha limitado a fusilar aquello que le gustaba de otras redes (o que planteaba una amenaza para las suyas).

Lo ha hecho un montónde veces. Este post de Thomas Smolders nos habla de 10 de esos casos. Que si las Stories que copiaron de Snapchat, el cifrado de Signal/Telegram, o el Messenger Rooms que copió de Zoom y Houseparty. Hay más y más casos, y de hecho Zuckerberg acabó admitiendo que copiaba a sus competidores.

Es algo bastante triste para una empresa con tal poder y tales recursos. Compró Oculus para rebautizarla y poco más —porque el Metaverso no parece que vaya a ningún lado— y tampoco ha hecho nada que realmente suponga una novedad como sí hicieron las plataformas sociales que acabaron reemplazando a Facebook (primero Instagram, luego TikTok). Aprovecharse así del caos en Twitter me parece triste y barato. Espero sinceramente que Threads se desvanezca, pero para eso Twitter tendrá que comenzar a escuchar a unos usuarios y a una industria que echan de menos el Twitter pre-Musk.

Esperemos que las cosas acaben volviendo a su cauce y Twitter recupere el rumbo, porque no tengo ninguna gana de tener que acabar usando Threads porque se convierta en la única alternativa real a Twitter.

Miedo me da.