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La decepción de ‘Fundación’ ante un Asimov infinito

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Cuidado, hay spoilers en este post.

Acabo de terminar de ver ‘Fundación’ en Apple TV+. Teniendo en cuenta que es la serie de televisión que más he esperado desde hace años, ¿cómo es posible que haya tardado tanto en verla entera?

Fácil. Me ha parecido un horror.

Es, posiblemente, una de las peores series que he visto en mi vida. Aclararé además que no me importa que ni siquiera teniendo en cuenta que esto tiene poco de adaptación de las novelas: la serie no para de dar palos de ciego y es básicamente efectista: una colección de imágenes que intentan ser pintonas —y lo consiguen— pero que no sirven de nada. Es el triunfo de la forma sobre la función, pero en una serie de TV en lugar de en un producto de Apple. Jony estaría orgulloso.

Ya me avisaron cuando empecé a verla. Que no esperara una adaptación al uso, porque no lo era. Que los guionistas se habían ido por las ramas. Vaya si lo han hecho. Para mí ‘Fundación’ es una especie de frankenserie, un engendro en el que se cuentan historias que tratan de ser inconexas pero que resultan en su mayoría insufribles.

Primero tenemos la trama de Cleon y su dinastía genética. La idea es curiosa y creo que tendría hasta sentido hacer un spinoff de ella por separado: no hacía falta traicionar a la novela original. No sé si era para ahorrar en actores o para darle protagonismo a los que encarnaban a los emperadores en sus tres formatos, pero al menos la historia que rodea a esa dinastía genética tenía cierto encanto. El papel ahí de Eto Demerzel (chica en la serie, hombre en las novelas), por cierto, es terrible. Pierde su sentido con respecto a su protagonismo en las novelas —aunque desaparezca para no volver más, curioso que Asimov nunca rescatase ese protagonismo— y además viola la primera ley de la robótica en el último capítulo de esta temporada.

Ay Hari, qué han hecho contigo.

Luego está la historia de la fundación en Terminus con Salvor Hardin y, conectada con ella, la de Gaal Dornick, que sí tiene un principio similar al de las novelas pero que luego acaba yendo totalmente por otro lado aun cuando salen otros personajes como Raich o Lewis Pirenne. Es ahí donde supongo que se hacen más intentos por respetar un poco la obra. La psicohistoria está medio presente y Hari Seldon aparece frecuentemente sobre todo al principio y un poco al final, pero la trama que se han inventado para el desarrollo de la serie no tiene demasiado sentido y es como si fuera yendo a escopetazos con algunas historias de amor que no pintan nada y con un montón de pegotes.

Esos pegotes son de hecho una constante curiosa, porque si os pasa como a mí seguro que la serie no paró de recordaros a otras películas y series de ciencia ficción del pasado. Hay homenajes a varias: el speeder de Luke, el obelisco de 2001: una odisea en el espacio, recuerdos también de Star Trek por puentes como el de la nave Invictus y guiños que a mí, la verdad me han parecido terribles y sin personalidad. Es cierto que en algún momento como digo la serie salva los papeles a base de efectos, CGI y un estupendo despliegue de wallpapers, pero incluso salvando el hecho de que esto no es una adaptación de las novelas de Fundación, la serie me ha parecido aburrida, efectista y lenta la inmensa mayoría del tiempo. Jamás me han dado ganas de ver el capítulo siguiente —la peor señal para una serie— y si lo he hecho es por la maldita curiosidad de saber si había algo salvable al final. No lo había.

¿Hola? ¿Eres tú, ‘2001: una odisea en el espacio’?

Digo esto, por cierto, acompañando a otra revelación: en diciembre terminé de leer la última de las siete novelas de la saga principal de ‘Fundación’. Conté cómo iba en septiembre, pero como digo seguí leyendo las que me quedaban para saber cómo terminaba una historia que me había leído hacía 20 años y de la que guardaba un grato recuerdo.

Dos décadas después la impresión que me queda de esa saga es la que adelantaba en aquel post: Asimov era un escritor simplón (él lo sabía, lo hacía aposta, como comenté en aquel post) y ni siquiera en las últimas novelas se nota un cambio en ese enfoque. Hay novelas mucho mejor escritas y diálogos mucho más estupendos de otros muchos actores, pero hay que reconocer que Asimov sabía lograr que incluso cuando parecía que no iba a haber sorpresas, las hubiese. Yo me encontré con varias hasta el final mismo de la saga —no recordaba ninguna— y eso ya daba buen sabor de boca.

Pero es que además la historia de Asimov es infinita. En cierto modo me recuerda a lo que logró Marvel con su Universo Cinemático y las películas de Los vengadores durante estos veinte años. Estaba todo increíblemente bien pensado, y que todo encajase como lo hizo tras las dos últimas entregas fue colosal.

Para qué usar pistolas láser si tengo mi arco. Ajá.

Con Asimov pasa algo parecido: el tipo fue creando sobre la marcha, supongo, pero el hilo conductor es sorprendentemente coherente. La cosa se desvirtúa un poco si tenemos en cuenta los libros de robots en los que Daneel Olivaw (Demerzel) inicia su protagonismo con Elijah Baley en lo que básicamente son novelas policiacas con ambientación de ciencia-ficción. Que eso acabase llevando a la saga de la Fundación es desde luego sorprendente… o cogido por los pelos.

Pero como digo, la dimensión de la obra de Asimov es asombrosa, como demuestra la línea de tiempo que cubren todas las novelas que escribió relacionadas con esta saga. En ese enlace de la wiki fandom se puede ver cómo se abarca un periodo de tiempo inmenso y, a grandes rasgos, una gran trama subyacente aunque al principio las historias fueran más accesorias que otra cosa. La aparición de las tres leyes de la robótica (cuatro si contamos la ley zeroh) mola pero aunque creo que me leí alguna de las novelas de su serie de robots, quizás debería retomarlas algún día. De momento dejaré descansar a Asimov un rato, que ya he tenido bastante.

Qué pena lo de la serie de Apple TV+, de verdad. Qué desperdicio.

Qué mierda de serie.

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16 comentarios en “La decepción de ‘Fundación’ ante un Asimov infinito

  1. Eapendergast dice:

    Estaba esperando tu opinión sobre la serie.
    Es entendible, siendo como eres un conocedor de la obra. Pero piénsalo, jamás te iba a gustar la serie, la hicieran como la hicieran, porque es una obra que no se puede llevar a la televisión, al menos con el concepto de serie de hoy en día, que contratan unos actores y deben estar siempre presentes. En la obra de Asimov, algunos hubieran durado minutos.

    Independientemente de eso, como te digo, te entiendo, pero creo que estabas mal influenciado. Los que no somos conocedores de la obra, la hemos podido disfrutar más, aunque comprendo que tiene sus cosas. Pero ese capítulo final nos ganó a todos.

    Pero bueno, te perdono 🙂

    • Es posible, pero aún así, aún considerando la serie como tal, como si no estuviera basada en la saga… Uf. Floja floja.

      El capítulo final es cierto que tiene ciertos puntos a favor, pero no tantos 🙂

      Saludos!

  2. Lambda dice:

    El problema, según dicen los mentideros de interné, fue los derechos de autor de la familia de Asimov, que limitaban mucha de la integridad del guión de la serie. Al final salió lo que se pudo hacer, un poco sincopado. Los actores y valores de producción, muy buen nivel. El guión, un gruyére arbitrado por productores y abogados de derechos de autor…. No podía ser mucho más.

  3. José Manuel dice:

    Bueno, hace unos 40 años me tragué toda la saga de la Fundación. Me encantó. De lo mejor que he leído en mi vida. Y estuve años leyendo solo ciencia ficción. Obviamente la serie no es como las novelas, pero a mí me ha gustado. Doy las gracias a los directores que deciden hacer una serie de ciencia ficción de las que te hacen pensar. Sumando la serie a lo leído, el resultado para mí es estupendo.

  4. Estéticamente me ha gustado y también tengo claro que se han basado en Fundación como si hubieran leído la contraportada del libro y de ahí han hecho la serie.
    Con respecto a las leyes de la robótica tengo que informarte que en 1985, Asimov introdujo en su libro «Robots e Imperio», una cuarta norma, denominada como Ley Cero de la Robótica, con el siguiente enunciado:
    «Un robot no puede causar daño a la humanidad o, por inacción, permitir que la humanidad sufra daño»

    • Sí, sí, comentaba lo de la ley zeroh en el texto, la tenía controlada 🙂 Pero aún con esas Manuti. Me alegro de que os haya gustado a algunos, oye, bien por los gustos diversos.

  5. Raúl dice:

    Es un bodrio infumable, suscribo 100% todo el post porque yo estoy igual que tú, saga leida hace 30 años y me ha costado acabar la serie.
    Incluso me ha hecho parecer mejor otra de las peliculas de novela de ciencia ficcion que a mi me maravillaron en la adolescencia, El juego de Ender, con el truño que es la pelicula, me parece mucho mejor adaptada.
    Si no podían hacerla mas fidedigna por los derechos de autor que hubieran dicho que era del «universo» de Asimov y la hubieran llamado de otra forma…
    Un producto 100% digno de Apple 😉

    • De ‘El juego de Ender’ no me leí la novela pero igual la pillo por banda un día. Efectivamente quizás hubiera sido mejor llamarla de otro modo e intentar aclarar desde el principio que esto de ‘Fundación’ tenía más bien poquito.

      En fin :/

  6. Elizabeth Garate dice:

    No tengo Apple así que no vi la serie, pero hace 3 días terminé de leer Hacia la Fundacion, el último publicado por Asinov de su serie Fundacion. Lo leí tal y como las escribió y debo decir que es un escritor que me ha impresionado no por su técnica literaria o narración sorprendente, sino porque me ha hecho creerme la historia, yo me creo a Hari Seldon y todo su proyecto de psicohistoria. Es cierto que le falta la finura de un Bradbury al escribir pero es un Balzac, apoteósico y su último libro está bien seccionado y tiene los ingredientes para sorprende incluso a quien ya leyó Fundacion hasta Fundacion y Tierra y ya sabe cómo acaba la cosa. Y yo seguía diciendo uy no puede ser. Esas impresiones sinceras solo algunos escritores pueden generar en mí. 3n ni descubrir tardío de sus historias, recién estoy en la saga de los robots con el Sol desnudo. ¿Con qué más me impresionará? Leo por eso, para imaginar el mundo en un futuro muy muy lejano, así.

  7. Guillermo dice:

    La serie, concuerdo con eso de «un estupendo despliegue de wallpapers», vi 2 episodios, y decidí ocupar mi tiempo en otras cosas.

    Las novelas, claro que la prosa de Asimov es un poco simple a ratos, pero la historia completa, imaginarse robot/leyes, etapas de colonización, ascenso y caída de un imperio galáctico, y como podría evolucionar la raza humana.. ufff, un adelantado a su tiempo.

Comentarios cerrados.