(Aviso: hay spóilers ligeros, no creo que pase nada si los leéis).
Tenía muchas ganas de ver ‘Matrix Resurrections’, y ayer lo hice gracias a la magia de las VPN. Abrí TunnelBear —que te da gratis cuota de datos para probar—, apunté a EE.UU. para que pusiera allí la IP de la conexión privada virtual y luego puse HBO Max en el navegador. ¿Qué es lo primero que salió? Bingo. Matrix Resurrections, que en España aún no está disponible en el servicio.
La verdad es que me alegré de hacerlo, porque ir al cine para esto hubiera sido mala idea. Primero, por el rollo de ómicron, que está provocando una ola de contagios bastante brutal aunque la gravedad es aparentemente menos grave. Y segundo, claro, porque gastar pasta para ver una peli tan reguleras me habría hecho lamentarme por la mala inversión de dinero y tiempo. Al final solo fue mala inversión de tiempo.
Probablemente la mejor forma de definir esta película es, como decía Alejandro G. Calvo en su crítica, la de una película altar. El concepto mola: hay películas que son simplemente «altares» a sus predecesoras. Por lo visto la nueva de ‘Cazafantasmas’ lo es, y lo mismo ocurrió por ejemplo con aquel ‘Star Wars Episodio VIII: el despertar de la fuerza’ que no era más que un remake de ‘Star Wars IV: una nueva esperanza’. Era un gigantesco altar a la película original de 1977 en la que había secuencias que no eran más que copias de aquella. Era patético.
Pues aquí, la verdad, un poco lo mismo. ‘Matrix Resurrections’ es como he leído a mi compi John Tones una demostración del estancamiento del cine, aunque a él parece haberle gustado más que a mí. Ya que recuperas a Neo y a Trinity —que han madurado estupendamente, por cierto, y si no atentos a las fotos de Carrie-Anne Moss en la entrevista con el NYT—, lo de ponerme un Morfeo o un agente Smith de pegote —el nuevo agente tiene su encanto, no así el nuevo Morfeo— me parece un poco raro. Supongo que aquí ha habido acuerdos y desacuerdos detrás de las bambalinas —a Fishburne ni le llamaron, y Hugo Weaving hubo problemas de fechas, dicen— pero el problema no solo está en el casting, sino en una historia un poco flojeras y que como digo es un homenaje algo patético a la peli que se estrenó en 1999.
Era imposible, supongo, hacer algo realmente digno, porque todo es tan especial en ‘Matrix’ que incluso homenajearla es peligroso. Ocurre por ejemplo con la escena de la pelea en el dojo entre Morfeo y Neo. Han pasado 22 años y la original es absolutamente brutal, visionaria. Eso se nota cuando uno la revisita una y otra vez dos décadas después: la disfrutas igual (o más) que la primera vez. En comparación, lo que han hecho en esta es patético, tanto por la pelea en sí —mucho menos plástica, más de esas de las que en realidad no ves nada porque la cámara se mueve justo para impedir que la coreografía se luzca— como por culpa del nuevo Morfeo, que no da el pego por muy mazao que esté y al que tampoco le ayuda el atuendo. Homenaje de palo que se deberían haber ahorrado.
Diría que lo único que se salva es la historia de amor entre Neo y Trinity, pero incluso eso, aun siendo parte central de la peli, no está apenas explotado: Carrie sale muy poco (mucho menos de lo que esperaba y me hubiera gustado, porras) y en la peli se abusa a lo bestia de los efectos especiales y de los tiros. Por cierto: ¿cómo es posible que fallen tanto? Madre mía la cantidad de munición que gastan y los pocos muertitos que hay. Rambo estaría partiéndose la caja.
Sí que es verdad que como decía el nuevo agente Smith no lo hace del todo mal, y el personaje encarnado por Neil Patrick Harris acaba siendo bastante convincente, y eso que como que no le pegaba si como yo habéis visto todas las temporadas de la magistral ‘Cómo conocí a vuestra madre’. La chica que hace de Bugs, Jessica Henwick, es el pequeño descubrimiento de la peli, aunque ciertamente tiene el único personaje con algo de gracia. Lo demás, como digo, olvidable a tope.
Efectista y poco más. Esta ‘Matrix Resurrections’ no resucita nada.
A mí, ver remakes y homenajes peliculeros en estos tiempos como que ya saben a viejo: son como el síndrome de Peter Pan de creadores que se inmolan con su propia obra.
Hay cosas que ya hablan más a nuestro presente, como «Ready Player One» , y algunas series contemporáneas ya dan para el pelo a actuales superproducciones del cine… El cine es un formato que si no renueva las cosas que tiene que contar, que debe contar, directamente, «se muere».
Como diría el archivillano de cierto videojuego (FFVIII), «Intenta apresar el tiempo con el puño cerrado, cuando lo abras descubrirás la palma vacía». (LoL, perogrullo)
El buen cine ya está en otros lares.
Me gusta lo de «creadores que se inmolan con su propia obra», bien tirado Lambda 😉 Sospecho que en esto de los remakes hay bastante interés económico de muchas partes —hay que seguir pagando facturas— como en tantas otras áreas en las que los creadores repiten una y otra vez la fórmula con la que empezaron a triunfar.
Aquí entonemos todos el mea culpa. Por ejemplo, yo tampoco es que haga posts muy distintos en Incognitosis de los que hacía cuando empecé. Argh.
Yo he sido de esos que han ido al cine el día del estreno, al menos al caer en miércoles el coste de la entrada no se dispara tanto como cualquier otro día de la semana.
¿Decepción? Bueno, creo que la mayoría no esperábamos muchos de esta nueva película. Es una película entretenida pero nada más, pasará pronto al olvido como pasa con muchas otras películas.
De las cuatro películas, la única que no me canso de visitar de vez en cuando es la «original». A día de hoy sigo disfrutándola como la primera vez que la vi. El resto… hay que seguir exprimiendo a la gallina de los huevos de oro.
+1000
Soy un gran fan y me.crie viendo.la.
trilogia fue una nostalgia ver a los personajes y la historia de nuevo es diferente a las otras obvio lejos de la primera la mejor no es una película para adolescentes como Spiderman siempre oculta muchas referencias y significado y es lo que me gusta desp de taaantas películas de Marvel en los cines últimamente
Yo seré de los pocos a los que le ha gustado la película, o más bien le ha entusiasmado. El secreto es ir con las espectativas bajo cero. Me he encontrado un argumento que es bastante solvente, con algún agujero al que no le doy importancia. El carisma de Carrie-Anne y Keanu sigue ahí inalterable, monolítico y aunque me habría gustado ver más personajes de la trilogía original, realmente tampoco les he echado de menos, porque las personas van y vienen, son contingentes, mientras que el poso filosófico que tiene sí es necesario.
Pensaba que disfrutaría la película porque soy fan incondicional de aquellas primeras y me importaba un pito si la película fuera mala. Al final me encontré una película que para mi entender es bastante buena dentro de lo que es esto, cine palomitas con alguna ínfula racionalista. Otra cosa que me ha gustado es que el aura mesiánica de aquellas tres está ya tan difuminada que es apenas perceptible.
Matrix ya no le vuela la cabeza a nadie, desde 1999 han pasado demasiadas cosas, el contexto ya no es el mismo tampoco y todo el mundo ha evolucionado, mucha gente a peor. Quizás ya el sistema ha abundado tanto en el tema distopías desde aquel entonces hasta ahora que todo el mundo está curado de espantos, la película de 1999 fue una de las primeras muestras (aunque ya hubiera otros ejemplos antes) de que el capitalismo es capaz de adaptar cualquier discurso por muy antisistema que éste sea, convirtiéndolo todo en una excusa para seguir vendiendo productos de consumo, de usar y tirar para que no pare la fiesta maquinera. La distopía la vivimos ya en el día a día por desgracia, aquello creó una especie de moda sobre lo falso de lo que percibimos como realidad, que a día de hoy está ya hasta mal vista porque la radicalidad en las ideas, los postulados antisistema han sido apropiados por negacionistas y conspiranoicos.
Boom.