Un amigo me preguntaba ayer por móviles pequeños. Su padre necesitaba comprar uno pero no quería un zapatófono de los de ahora, así que igual yo tenía respuestas.
Pues no. No las tenía.
No es culpa mía no tenerlas ojo. No hay ya móviles pequeños. No en el sentido de los móviles pequeños de antes, aquellos que rondaban las cinco pulgadas y que se podían manejar con una mano. La cosa engañaba un poco, porque aquellas diagonales eran en realidad mayores por los enormes marcos que tenían los móviles de antes.
El caso es que el discurso ya es conocido aquí: con la llegada de los móviles sin apenas marcos yo creí que íbamos a tener tamaños como los de antes, pero aprovechando más pantalla. Algo tipo lo que hizo Google con el Pixel 4a, que básicamente tiene el mismo tamaño que mi viejo Xiaomi Mi 6.
Pues no: los fabricantes decidieron que ya puestos aumentaban todo, tanto en tamaño de móvil como en pantalla, y comenzaron a trabajar con diagonales que pronto superaron las 6 pulgadas. Ahora es normal que superen las 6,5 pulgadas, y aunque la tendencia se ha frenado un poco —parece que hemos llegado a máximos aceptables por ahora— igual (aunque yo lo dude) acabamos viendo más cambios aquí.
El caso es que mi amigo está condenado. O más bien lo está su padre, que tendrá que acabar optando por un móvil grandote. Hay muchas y buenas opciones, algo que no ocurre con los móviles pequeños, de los que solo quedan como reductos los citados Pixel 4a de 5,8 pulgadas o quizás los Zenfone 8 de 5,9 pulgadas.
No hay mucho más en el ámbito Android que interese, pero sí en el campo de Apple, que durante estos últimos años ha lanzado el iPhone 12 mini —yo lo celebré mucho el año pasado—, el iPhone 13 mini y el iPhone SE (2020), con pantallas de 5,4, 5,4 y 4,7 pulgadas (por los marcos). Los dos primeros son caros, pero tienen pocas diferencias con sus hermanos mayores y eso hace que sean pequeñas joyas para los amantes de la movilidad en frascos pequeños-
Esos móviles no parece además que vayan a tener sucesores: se venden mucho menos que las versiones más grandes, y aquí Apple, que no es tonta, probablemente vaya a lanzar los futuros iPhone 14 sin versión mini, que será reemplazada por un modelo con diagonal estándar.
Total, que nos quedamos sin móviles pequeños. Diría que es una tragedia, pero la verdad es que los móviles grandes molan y son casi todo ventajas. Es cierto que son más aparatosos, pero esas pantallas son fantásticas en todos los sentidos y siempre hacen que volver a un móvil pequeño haga que esos parezcan casi de juguete. Lees mejor, ves mejor pelis y juegas mejor en móviles con pantallas grandes —que además suelen ofrecer baterías estupendas—, y eso es una realidad que industria y usuarios han abrazado de forma contundente.
Es un poco lo de siempre. La nostalgia y la resistencia al cambio juegan aquí una mala pasada, porque todos echamos de menos los móviles pequeños hasta que tenemos durante un tiempo un móvil más grande. Yo no volvería atrás desde mi P30 Pro (6,44 pulgadas) fácilmente, y dudo que ninguno lo hiciérais visto lo visto.
Resulta de hecho irónico. Durante unos cuantos años los móviles de gama más alta eran los más pequeños. Seguro que algunos recordáis que a principios de los 2000 no buscábamos móviles cada vez más grandes, sino móviles cada vez más pequeños. Los Nokia 3310 o los 6310 eran buenos ejemplos de aquella tendencia: la pantalla era un elemento secundario, así que mientras el teclado físico fuese funcional, uno podía hacer aquello súper compacto o acudir a los célebres formatos de concha que ahora son casi impensables (salvo en plegables).
Eran móviles carcelarios, pero de repente llegó Apple con su iPhone (3,5 pulgadas, chavales, pantallote) y comenzó la fiesta de los smartphones. Una en la que por cierto Apple se resistió a hacer crecer sus pantallas: todos —con Samsung marcando el paso con sus Note— lo hicieron antes que ella. Curioso que retrasaran esa decisión.
Lo demás, como suele decirse, es historia. Y en esa historia lo que está claro es que los móviles pequeños acabaron siendo víctimas de nuestras propias preferencias.
En fin. Fueron bonitos (y pequeños) mientras duraron.
Te paso una pista en Android.
Asus Zenfone 8.
De nada.
Lee bien el post.
Y cuida el tono, aquí no es necesario ni lo aguanto mucho.
Al final, el que se compra un teléfono pequeño es porque lo va a usar bien poco. Sé que generalizar está mal pero los que suelen querer esa clase de dispositivos son gente adinerada que se puede permitir tener más dispositivos donde pueden trabajar o entretenerse con mayor comodidad (trabajar en cualquier portátil es mucho mejor que en el mejor teléfono, lo mismo diría de jugar en una consola vs. el smartphone). Si cada vez se usa más el teléfono, tiene todo el sentido del mundo que los teléfonos pequeños estén a la baja.
De cualquier forma, no me parece tan grave. Hay muchas cosas que permiten usar el teléfono con una sola mano de forma cómoda (la reducción de los marcos que citas, las pantallas más altas y menos anchas, los gestos, hasta los anillos que les pegan por atrás).
Sí, esas ayudas para manejarlo con una sola mano también son buena idea. Al final es difícil defender el formato, pero ciertamente se echa de menos por lo manjeable que era en todo momento de forma nativa.
Echo de menos la capacidad de usarlo cómodamente con una mano, sí. Pero las veces que me he visto obligado a volver a un móvil antiguo con una pantalla más pequeña me he dado cuenta de lo mucho que agradezco poder hacer más y ver más con móviles actuales. En esos casos ya no he estado cómodo con menos pantalla y un móvil más pequeño.
Exacto.
Es curiosa la tendencia, aunque la comprendo. Yo mismo usé bastante tiempo un Galaxy A3 del 2016, un chiquitín muy bien construido de 4’7 pulgadas, un móvil enano hoy día pero que además era muy, muy cómodo. Tanto es así que pensé en un Xperia Compact para sustituirlo, pero qué va (era más mazacote el cacharro nipón).
Ahora, un Redmi Note 7 (mi móvil actual) con sus 6″ es un salto de gigante: su pantalla «enorme» lo convierte en una «tablet» . Al final, a todo uno se acostumbra. Eso sí, el pequeñajo queda ahí como backup o como reproductor MP3 y GPS improvisado en mis salidas de bici 🙂
Bien por esa reutilización inteligente del viejo A3 🙂 Mola, Lambda!
Yo soy de los que siempre he tirado a celulares pequeños.
Tuve por bastante tiempo un iPhone SE original y simplemente estaba encantado y de veras que lo hubiera seguido usando pero era de 16GB y la batería estaba gastada. La batería era un cambio facil pero ya los 16GB no y he pensado mucho en conseguirme uno de 128GB pero que va, no tanto por rendimiento sino por el tamaño y como se ven las aplicaciones. Algunas ya se ven demasiado pequeñas hasta el punto que incomodan (Uber).
Por otro lado, también tengo un iPhone 7 que ya es mucho más razonable de usar y me gusta bastante el tamaño. No es tan cómodo como el SE pero si es pequeñito.
Actualmente ando de experimental con un Galaxy A52 que es bastante grande. ESo si, en cuanto a calidad de pantalla, sonido, rendimiento, es muy muy bueno pero que van, soy mucho de iOS y usar Android siempre me deja una espinita que no lo logro superar.
Tengo mucho las miras en un iPhone 12 Mini que hay una tienda que lo vende en sus $650. No sé si es caro o barato allá en España pero aquí en Costa Rica es un precio bastante razonable (es de esos que venden abiertos pero viene en caja). El grandísimo tema es el FaceID vs Touch ID (porque la otra opción es un SE 2020).
Espero de verdad que Apple siga apostando por los Minis y que ojalá Android haga lo mismo en algún momento. El todo pantalla ayuda mucho a disminuir los tamaños pero de nada sirve si siguen metiendo una pantalla 6.5″..
Perdona que no contestara a esto. Sí, es una lástima porque en realidad aquellos iPhone eran perfectamente usables pero cuando llegas a pantallas grandes mola disfrutar de todo ese espacio. Veremos si Apple sigue defendiéndolos y sacando minis, pero los rumores apuntan a que no habrá iPhone 14 mini por ejemplo 🙁
Al final el tamaño de pantalla es engañoso, lo importante son las dimensiones efectivas. Sin salir de Xiaomi y satélites:
– Xiaomi 11 Lite 5G NE https://www.mi.com/es/product/xiaomi-11-lite-5g-ne/specs 160,5 x 75,7 x 6,8 mm y 158 g para 6,55»
– Poco X3 NFC https://www.mi.com/es/poco-x3-nfc/specs/ 165,3 x 76,8 x 9,4 mm y 215 g para 6,67»
Poca diferencia en cuanto al tamaño de la pantalla, pero mucha en cuanto a tamaño en la mano.
Hola, compré un iPhone Mini 13 hace muy poco. LLevaba 4 años con un iPhone 7 Plus, un móvil que siempre vi como un armatoste hasta que lo tuve (me lo cedieron de empresa) y me acostumbré a su tamaño, pero en el Mini tienes casi la misma diágonal (5.4 en el Mini y 5,5 en el Plus) en un tamaño comodísimo de usar, es una gozada. Es verdad, eso sí, que en realidad la pantalla es más estrecha y se ve más pequeño todo, pero aun así, para mi es perfecto y super cómodo de manejar. Y la batería le aguanta como a un iPhone 12 de tamaño normal. La verdad es que es una pena esos rumores de que no habrá iPhone 14 Mini, ojalá no sean ciertos. O quizás pongan uno pequeño con el apellido SE, aunque ya no sería con especificaciones de flagship. En definitiva, entiendo que la gente ya no los quiere, aunque personalmente me gustaría que siguieran apostando por ellos.
Un tema nada que ver, por si algún día escribes sobre ello: el cristal en la trasera de los móviles. Ya se ha generalizado para tener carga inalámbrica pero echo en falta que ningún medio especializado pida o exija ya a estas alturas móviles de metal que tengan carga inalámbrica. Google hizo un intento, un mix metal-plástico, en el Pixel 5, pero ya lo ha vuelto a abandonar. No me gusta el cristal, obliga a llevar funda sí o sí, convierne los móviles en endebles. el iPhone 7 Plus que antes mencioné lo tuve los 4 años sin funda ni protector de pantalla y nunca le pasó nada. El Mini 13 no me atrevo a llevarlo sin funda, lo siento frágil con esa trasera de cristal. Exijamos móviles de nuevo en metal. Los echo de menos y lo prefiero antes que la carga inalámbrica.
¡Saludos!
Hola Gómez, pues el tema del cristal creo que es bastante impeinable para carga inalámbrica al menos por ahora, pero quizás acabe surgiendo alguna solución alternativa.
En cualquier caso cuando uno se gasta 1 000 euros en un móvil yo creo que protegerlo, se use cristal o metal en la trasera, es bastante relevante para mucha gente. Más que la carga inalámbrica diría.
¡Saludos!