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No hace falta que te termines ese juego (o esa novela, o esa serie, o esa peli)

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Lo conté en un post hace tiempo. Mis padres siempre leyeron. La biblioteca de casa era modesta pero maja. Había mucha variedad y yo picoteaba de cuando en cuando. Recuerdo perfectamente que un día cogí uno de esos libros. Se llamaba ‘León el africano’, y por alguna razón —probablemente su portada, que tampoco era nada del otro jueves—me apetecía leerla.

Lo empecé y no lo soporté. Nunca había dejado ningún libro sin acabar: daba igual que me gustase mucho o poco, siempre los terminaba. Sin embargo, este me superó. Pasar página era una condena, y en cierto momento me dije «¡qué narices!», y lo cerré para no volver a abrirlo nunca más. Allí se quedó, en la biblioteca, marcado a fuego como el primer libro que no llegué a terminar.

Durante mucho tiempo fue la excepción a la regla. Seguí terminándome los libros aunque no me gustaran mucho, pero con los años me fui dando cuenta de algo que creo que es importante: bastante poco tiempo tenemos como para perderlo con cosas que no compensan. De repente me convertí en un abandonalibros. En algunos casos doy segundas y hasta terceras oportunidades, pero llega un punto en que si la historia no me convence, la dejo.

Me ocurrió en los últimos tiempos con ‘Pensar rápido, pensar despacio’ de Daniel Kahneman: no lo soporté, como conté por aquí. También con el celebérrimo ‘El problema de los tres cuerpos’, de Cixin Liu, o con ‘Una educación’, de Tara Westover. Sin embargo ha habido uno especialmente doloroso: compré ‘Línea de fuego’ (Arturo Pérez-Reverte, 2020) con mucha ilusión para leerlo en mi Kobo H2O y me ha parecido tal rollo que por primera vez en mi vida puedo decir que he dejado de leer una novela de un autor al que admiro de forma (ahora, casi) absoluta.

¿Y sabéis qué os digo? Qué está bien dejar esos libros. No pasa nada por hacerlo. Si no te gusta, no sigas. Fácil.

El consejo es aplicable a otras muchas cosas en esta vida, y de hecho la idea me viene tras leer esta reflexión publicada en Wired y titulada ‘Sometimes It’s OK to Give Up‘ en el que hablan de cómo dejar un juego que ya te aburre está bien. Al autor de la reflexión le pasa con ‘Assassin’s Creed: Valhalla’, al que después de 100 horas ha decidido que va a dejar de jugar (o eso dice), y le entiendo perfectamente. Con los juegos, como con los libros o las series, rendirse y abandonarlos parece un poco como una traición. A ti mismo y a tu bolsillo, en primer lugar, porque después de todo (se supone que) has pagado por ellos y tenías esperanzas de pasar un buen rato al hacerlo, y en segundo a los creadores de esos juegos o libros, que resulta que no han cumplido con tus expectativas.

A mí me pasa constantemente con juegos, y de hecho llevo años anclado en una fase en la que no salgo de mi bucle gamer: o juego a FIFA (lo he retomado hace poco en la Xbox Series X), o juego a ‘Battlefield 1’, en el que según el recuento de Origin llevo 547 horas de mi vida invertidas desde que salió. Eso son un porrón de horas, amigos míos, pero es que me sigue entusiasmando ese juego.

Eso, claro, es un problema para probar otros títulos, pero con la Xbox Series X me estoy dando oportunidades al respecto. El otro día instalé ‘Star Wars Jedi: Fallen Order’, ‘Dirt 5’, ‘Control’ y ‘The Medium’, aunque en realidad solo he jugado a los dos primeros. El de la saga Star Wars está siendo una agradable sorpresa, y aunque me había quedado un poco atascado este fin de semana le eché un par de horas y lo pasé en grande (cómo mola que disparen los soldados de asalto y tú les devuelvas el disparo con tu sable láser, por cierto), mientras que a ‘Dirt 5’ jugué un par de partidas en competitivo hace unos días y me pareció bastante normalito al menos en ese apartado (quizás porque perdí a lo bestia). Pero igual que pruebo juegos, los dejo, y si no que se lo digan a ‘Red Dead Redemption’ en su primera y segunda parte, que me parecieron un absoluto tostón (más incluso que la novela de mi ídolo) y que sigo sin entender cómo han podido conseguir esa aclamación popular cuando yo los veo como una pérdida absoluta de mi tiempo. Pero oye, algo tienen, está claro, aunque no sea lo que a mí me acabe atrapando de un juego.

Tengo ganas de probar los otros dos y otros muchos, claro (por ejemplo, alguno de los nuevos de Bethesda, como ‘Dishonored’ o quizás algún ‘Doom’ o ‘Prey’), pero mi tiempo para jugar es muy limitado y me temo que aquí aplicaré al máximo la máxima de ‘León el Africano’: o me gusta desde el principio, o hasta luego, Lucas (o en este caso, León). Dejaré el juego tan rápido como lo empecé, porque eso, insisto, está bien.

Creo que me estoy convirtiendo en un gran abandonador de contenidos, y estoy súper contento por ello. Dejo novelas, dejo juegos, y por supuesto dejo pelis y series. En casa de hecho Sally y yo somos ya en esto inmisericordes. Le damos 5 o 10 minutos a una nueva serie o peli y si no nos gusta —¿Bridgerton? Puaj— en ese tiempo sabemos que dejaremos de verla. La última a la que intenté darle una oportunidad fue ese bodrio infumable de ‘Bliss’ (Amazon Prime Video, Owen Wilson y Salma Hayek de protas), pero me di cuenta una vez más de que cuando no hay buenas sensaciones al principio de una peli o serie, es muy difícil que esas sensaciones cambien aunque la veas entera. De hecho lo que suele suceder es que terminas de verla preguntándote por qué c*** has perdido dos (o más) horas de tu tiempo en algo así.

Eso, claro, sirve para que recuerde mi nueva máxima. Dejar de ver, leer o jugar a algo que no te acaba de convencer es maravilloso.

Una retirada a tiempo es una victoria, queridos lectores. Os lo digo yo.

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22 comentarios en “No hace falta que te termines ese juego (o esa novela, o esa serie, o esa peli)

  1. Trufeitor dice:

    Ya te comenté a ese respecto que desde que tengo el gamepass me he convertido en un picaflor de los videojuegos y te dije también que hay que cambiar un poco el chip y superar una cierta sensación de abandono o desazón, pero al final, como tú bien dices, el tiempo a estas alturas es escaso.

    Eso no quita que de vez en cuando me asalte un pequeño sentimiento de culpa cuando echo las horas muertas pegando tiros en Neon Abyss y pienso en las maravillas jugables que me estoy perdiendo, pero a veces el entretenimiento va de eso: reventar píxeles inmisericordemente y dejar que la paz del entretenimiento rápido, simple y directo te aplane un poco el encefalograma y te ayude a evadirte de tus ocupaciones diarias.

    A veces tienes que relajarte y dejar que tu vida guíe tu ocio y no al revés.

  2. Iván López dice:

    A mí me pasaba eso hace tiempo pero últimamente estoy cambiando como tú y no me importa dejar libros o series a medias si no me dicen nada.
    «Pensar rápido, pensar despacio», «El Cisne negro»,… Los dejé abandonados hace tiempo. Unos al 15%, otros al 37%,…
    El último que estuve a punto de abandonar fue «Antifragil». Al final lo terminé pero debo reconocer que se me estaba «haciendo bola». La mitad de los capítulos eran relleno y al otra mitad… Podría haber sido perfectamente un libro de 200 páginas en lugar de 700.

    En fin, que totalmente de acuerdo con lo que dices. La vida es muy corta para perder el tiempo en cosas que no nos llenan.

    Saludos, Iván.

  3. jape dice:

    En el caso del autor de la reflexión de wired, me parece que jugar 100 horas a un juego de 50€, es una súper buena inversión de tiempo.

    Yo he tenido juegos de 40-50€ a los que he jugado menos de 1 hora, eso sí que duele un poco más…

    A mí lo que me parece curioso es que series que me han encantado y he visto varias temporadas de una tacada, cuando sacan la última ni me intereso en seguirla (Ej. The Expanse) y como libros que dejas varias veces y retomas otras tantas, algunas casi por casualidad, me acaban haciendo disfrutar cuando por fin los leo (Ej. Amanecer Rojo y luego toda la serie)

    • El problema ahí es que por haberte gastado pasta te sientas obligado a aprovechar un juego o libro que no te está convenciendo. Es un tema delicado, pero yo cada vez más acabo descartando incluso habiéndome gastado la pasta. Es como esa última copa que te pedías en los garitos cuando ya estabas hecho un trapo de todos modos y te la tomabas aunque no la disfrutaras 🙂 No tenía que haberla pedido, leñe.

      ¿Era algo así, no? Ya ni me acuerdo, je.

  4. Héctor dice:

    Hablando del tema de los libros, en mi caso no pude terminar jamás la trilogía de los tres cuerpos, el tercero es infumable. Pero que era lo que pasaba, al menos en mi juventud en Argentina, el proceso era lento, ir a la libreria, o a las casas de segunda mano, estar horas allí y al final llevarse un libro que obviamente leerias aunque sea un bodrio. Ahora con el Kindle y sin duda alguna por el epub (perdón que en Latinoamérica tenemos bastantes problemas económicos) sino son pasapaginas me cuesta terminarlos, así con todo. Sin culpas, incluso mi autor favorito cómo es Sthepen King no puedo terminar El Instituto. Pero como hacerlo si tenes increíbles obras maestras del terror como «Nuestra parte de Noche» de Mariana Enriquez que es imposible parar de leer. Un saludo y a probar otras cosas, yo a mis 49 años me termine The Last of Us 2 y es algo único que me pasó en la vida.

    • Yo hace que no me termino un juego años así que bien por ti. No soy muy de Stephen King (no pude leerme It, pero por miedo, no porque fuera mala), soy un flojo en novelas de terror, las pelis las soporto mejor. Los pasapáginas molan, claro, pero de vez en cuando hay libros que vale la pena leer aunque no sean tan facilitos. Es cierto que la proporción en mi caso es muy a favor de pasapáginas, pero intento complicarme un poco la vida de vez en cuando.

  5. Land-of-Mordor dice:

    Cuidado con empezar con el Doom 2016 porque es de los que engancha y hasta que no te terminas la campaña no eres persona. Eso sí, con el mando de Xbox probablemente te sientas poco ágil y un poco «sobre raíles». Está hecho para ser jugado con teclado y ratón aunque seguro que los acostumbrados al mando le sacan chicha.

    • Gracias por el consejo. Pues soy un paquete con el mando de la Xbox en FPS (no he llegado a jugar los Halo o GoW apenas por eso), así que me lo apunto e igual lo dejo para PC y listo.

  6. Yorch dice:

    Dale una nueva oportunidad al primer Red dead redemption. No hagas las secundarias, sólo la principal.
    Dura menos de 20 horas y es muy buena, con un final expectacular.

  7. Lambda dice:

    Al final, creo que lo que sucede es que se «estira» mucho el contenido, o se hace «paja», y cuando eso pasa canta mucho.

    Muy a favor de lo «arcade» en el entretenimiento 😀 Al final es lo más decente para desconectar, una peli de acción, un buen pique a dobles con el Metal Slug, una partida al ping pong… XD

    Las cosas más lentas, que requieren atención, ya deben ser buenas y enjudiosas para que nos llenen, y eso en el mar de entretenimiento que tenemos para elegir es complicadete de distinguir xD

    Saludetes!

    • Pues sí, y más con esta era de la microatención que vivimos. Estar concentrados en algo largos periodos es casi imposible, pero si los creadores lo hacen más difícil enrollándose, estamos apañados.

  8. promeu dice:

    Y a mi, que mi mujer me regaló «León el africano», y no lo leo para que no termine nunca y me quedan pocas páginas… qué lástima.
    No hace falta terminar lo que no nos aporta o entretiene, no, es perder el tiempo.

Comentarios cerrados.