Esa es una frase muy típica de Sally. La suele usar cada vez que hablamos de nuestra situación actual en el miniresort burgués. Estamos tan pichis y ciertamente nos lo podemos permitir porque aprovechamos una buena oportunidad para alquilar, pero la cuestión es que bien podríamos estar en cualquier otro lado pagando mucho menos.
Que igual nos hemos equivocado, oye. Pozuelo es según El País el municipio con la renta per cápita más alta de España. 59.279 euros gana aquí la gente al año de media, dicen los datos. Os aseguro que nosotros bajamos la media, pero claro, cerquita están los futbolistas y famosos de La Finca.
El tema es que tanto mi mujer como yo teletrabajamos, y es probable que podamos seguir haciéndolo mucho tiempo. Y eso, claro, da mucha libertad, porque podríamos teletrabajar igual aquí que en Soria, Gijón, Laponia o Wellington. Hace mucho que nos ronda la idea de irnos a cualquier otro lado y sacar un poco más de jugo a nuestros sueldos. O de sacarlo de otro modo, que también es buena opción. Una amiga nos decía hace ya tiempo que con lo que pagamos aquí de alquiler donde ella vive seríamos capitanes generales, pero claro, cambiar de aires no es tan fácil.
Sobre todo, insisto, cuando uno está bastante bien donde está, con la familia y los amigos de siempre y con la vida más o menos hecha. Con los niños ya asentaditos en el cole y con esas rutinas de las que cuesta tanto despegarse.
Y entonces uno lee lo que escribía estos días David Bonilla para la Bonilista y se vuelve a plantear cosas. Ese post, titulado ‘El viaje‘, cuenta la experiencia de David tras su mudanza a La Coruña desde Madrid. Cuenta cómo era algo que tenían pensado para algún futuro y que de repente hicieron cuando vieron la oportunidad durante la pandemia. El balance parece súper positivo en estos primeros meses, pero aquí cuenta el hecho de que por ejemplo la familia de su mujer es de allí. Eso ya es un punto a favor notable —aunque dejaron a la otra parte aquí—, pero está claro que aún así esos movimientos hacen que dejes cosas atrás.
Y claro, te pones a pensar que igual vivirías mejor en cualquier otro lado, con los niños y tú teniendo otras oportunidades. Siempre he pensado que vivir cerca del mar sería fantástico, por ejemplo, y hacerlo en una de esas casas maravillosas casi de ermitaño de las que ya hablé molaría aún más. Y luego te pones a pensar y la pereza te invade. La pereza y los contras, como el de dejar a tu gente atrás. Hasta que lees esa frase estupenda de David y los argumentos se vuelven a tambalearse:
Si algún día perdemos el contacto con nuestros seres queridos, la distancia nunca será el problema, sino la excusa.
Bien dicho, sí señor. Quién sabe. Igual cualquier día nos liamos la manta a la cabeza y dejamos el miniresort burgués. Veremos. Si alguno habéis hecho algo así y queréis compartir vuestra experiencia, hacedlo, por favor.
Yo dejé Valencia en plena pandemia y volví a Castellón, de donde soy.
Muy contento, con mi familia a mano (la red de seguridad de la que habla Bonilla en su newsletter) y emprendiendo un negocio junto a mi socio pagando poco alquiler de oficina y muchas posibilidades de obtener clientes fuera (aunque de momento con los clientes de por aquí no hemos empezado nada mal).
Dejar Valencia fue una decisión que daba vértigo y costó mucho, pero valió mucho la pena.
Qué bueno Carlos. Efectivamente tener familia cerca es un factor importante. Uno de los que desde luego a mí me echan para atrás (la tengo toda aquí básicamente).
Buenas! La verdad que me alegro mucho por David y en mi caso al leerlo tuve claro por qué no me muevo. Cuando tienes niños la cosa cambia mucho y atreverte a romper la relación abuelos-nietos es muy difícil. Como David, creo que tienen que verse todo lo posible y en mi caso toda la familia está en Madrid ciudad, así que mis ganas de parcelita y campo se reserva a dominguero en la sierra. Cuando los niños crezcan igual lo que ya no tengo son ganas, ya veremos.
Abrazos Javi, siempre es un gusto leerte!
Jajaj bien por los findes domingueros. Sí, lo de la familia como comentaba es muy importante, abuelos/tíos cerca para que disfruten de los nietos/primos es un plus que hace que moverse sea más difícil.
La familia, desde luego que es importante, pero no sólo hay familia. Si puedes dar a tus hijos la oportunidad de vivir en otros lugares, también es enriquecedor para ellos y al final sí después de probar una temporada, las cosas no van bien, siempre puedes volver.
Cierto, cierto. A la pereza se le suma la cobardía, supongo. Veremos Chus, gracias!
Yo también vivo en Pozuelo y, además, antes vivía muy cerca de tu resort burgués. En varias ocasiones nos hemos planteado eso que comentas, pero al final los abuelos y la familia en Madrid pesa mucho.
Quien sabe, igual algún día damos el paso.
Un abrazo
Estamos entonces en situaciones parecidas Jose Antonio… espero que tú estés más en la media con la renta per cápita pozueleña 🙂 Abrazo!
Interesante idea dónde hay infraestructura. Pero en países como Colombia salir de las capitales es devolverse 15 años, sin exageración, en velocidades de internet y comodidades. Y eso del internet es muy importante para trabajar!
Aunque ahora el proyecto es en 1 año «saltar» el océano y aguantar frío en Alemania. Vamos a ver cómo se dan las cosas.
Ole, eso es un saltazo desde luego. Lo de la conexión a internet es otro de los puntos clave de esa teórica mudanza, claro! Lo comentaba en el post de las casas de ensueño: irse a un sitio aislado es muy bonito en foto, pero poco práctico en casi todo lo demás.
Hola a todos,
Ese ha sido un dilema recurrente en mi familia y exacto al ‘problema’ de Javi.
El día que planteamos de pasada a mis padres y suegro la posibilidad de dar el paso, con sólo ver sus caras, tuvimos claro que por mucho que ahorres, no compensa.
Como se suele decir, el dinero y los ******* para las ocasiones.
Vivir bien, a gusto y en contacto con los tuyos, creo, no vale ni de lejos lo que te puedas ahorrar. Además de que soy de los que piensa, que al final, ese ahorro, te lo gastarías en otras cosas que, al final, no serían tan importantes.
Saludos,
En realidad no es tanto por ahorrar, porque supongo que lo que gastamos aquí en unas cosas lo acabaríamos gastando en otro lado en otras. Es más buscar otras cosas que siempre han apetecido. Luego me meo en los pantalones al tratar de planteármelo de verdad, claro, pero la idea está ahí.
Hace 25 años salí de madrid recreando una fantasía que hacía mucho que veía en mi cabeza: enfilar la N-I viendo como se alejaban las torres de plaza castilla en el retrovisor. Fui a una ciudad del norte (con playa) donde había encontrado un buen trabajo, pero que no era la mía ni conocía a nadie allí.
25 años después el balance es sobresaliente. No he vuelto a perder el tiempo en atascos ni metros, todo está a una distancia caminable, a una hora en coche en cualquier dirección hay tanta naturaleza y tanta belleza que no cabe en los ojos. Vivo en un lugar en el que la gente paga -mucho- por venir de vacaciones. Un hito fue comprobar que mis hijos iban al instituto en bicicleta por una red de carriles bici impecable.
Uno se adapta y aprende, las necesidades cambian, y esa horrible sensación de que lo más nimio de la vida cotidiana cuesta demasiada energía vital va desapareciendo.
suerte
Qué bueno Jameson, me ha encantado el comentario. Enhorabuena por el cambio y por esa buena experiencia, qué gusto. Quizás algún día pueda contar algo así. Abrazo.
Yo solo puedo deciros una cosa… “Aquí os esperamos”
Muaks.
Con la pandemia a mi esposa y a mi nos han confirmado que el HO se vuelve permanente y que, incluso, podemos cambiar de residencia sin problema. Nos lo plantemos en plan juego (estamos pagando la hipoteca de la casa). El tema es que toda nuestra vida la planteamos tomando como base la localización geográfica de nuestro trabajo y ahora que ya no será necesario nos «duele» un poco no ser libre de irnos tan fácil a una ciudad más pequeña en la que con menos dinero tendríamos más porque estamos atados a esta casa.
Si las cosas siguen así algunos años, en el tema del HO, seguro si nos movemos a un pueblito cercano a la ciudad para vivir más relajados.
¿HO es Home Office? Bueno, sea como fuere siempre tienes la opción de vender la casa e irte a otro lado, no? Es verdad que una hipoteca es tema serio, pero igual también tenéis oportunidad. Ánimo con ello también Overcorp.
Si te pica el mar ya sabes…al sur se suele disfrutar más días al año XD
Con niños la cosa se tiene que complicar y mucho, sobretodo si no son parte impulsante de la operación (es decir, que a ellos también le haga ilusión cambiar de aires).
Tienes toda la razón… pero nos tira el norte 😛 De todos modos todo esto son pajillas mentales. Igual si acabamos moviéndonos acabamos en medio de la montaña a lo Sonrisas y Lágrimas. Cantando, claro.
¡Viva la yogurtera!
¡Jajajaja! ¡Viva!
«Si algún día perdemos el contacto con nuestros seres queridos, la distancia nunca será el problema, sino la excusa.»
Frase perfecta para ganar un concurso de tazas de Mr. Wonderful, pero mis padres vienen todas las semanas un día a ver a sus nietos y les llevan a varias extraescolares (que están lejos de casa y nosotros no podemos). Si nos mudamos a 600 Km, por ejemplo, que me explique este chico como íbamos a hacer tal cosa.
De todo lo demás, pues depende muchísimo de la situación de cada uno, habrá a quien le arregle la vida y a quien no tanto, las circunstancias de la gente son de lo más variopintas, aunque seguro que en todos los casos cuesta decidirse. Las mudanzas es lo que tienen, que son un coñazo.