Las criptodivisas nos liberarán, dijeron. Bitcoin cambiará el mundo. No lo cambió porque no le dejaron, pero en muchos sentidos las criptodivisas son el giro que necesitaba el maldito parné. Con bitcoin todo parecía perfecto hasta que alguien se dio cuenta de que usarlo como sustituto de las monedas fiat no era posible. La razón es práctica y contundente: no acepta más de 6 o 7 transacciones por segundo en el mejor de los casos. En VISA se permiten unas 1.700 transacciones por segundo, PayPal soporta unas 200. Recuerdo hablar de esto en 2015 cuando valoraba qué formato de micropagos usar en Incognitosis. Qué fuerte.

Eso marca la diferencia, porque hace posible que tú, yo y el vecino de aquí o de allá podamos pagar por algo al mismo tiempo y en el mismo segundo sin problemas, sin esperas. Con bitcoin y otras criptodivisas eso es imposible, y aunque se habla de la Red Lightning (no confundir con el puerto de los iPhone/iPad) como una solución al problema, todo sigue un poco en el aire.

Hay otras criptodivisas teóricamente más apropiadas para sustituir a monedas fiat en transacciones económicas, pero ninguna ha cogido demasiada tracción. Todos hablamos de bitcoin porque fue la primera y la que querríamos que de un modo u otro ganase la partida.

Pueda o no pueda hacerlo por sí sola, el anuncio de PayPal de hoy puede hacer que esa prometida revolución esté un poco más cerca. Esta empresa ha indicado que permitirá comprar y vender criptodivisas a través de su plataforma, pero no solo eso: también podrás pagar cosas en diversas criptodivisas que tengas en tu «monedero PayPal» como si se tratase de euros, dólares, o cualquier otra moneda con la que trabaje esta plataforma.

Esto es importante porque elimina un importante obstáculo del sistema: tú no pagas «directamente» en bitcoins (o Ethereum, o Bitcoin Cash, o Litecoin, las primeras en estar soportadas), sino que pagas con PayPal, donde eliges de dónde quieres coger el dinero (yo tengo dinero en euros y dólares y siempre me pregunta cuando voy a pagar algo de qué «monedero» lo resta) y ellos ya se encargan de lo demás. No importan las transacciones por segundo, porque es PayPal el que va encargándose de gestionar esa parte y de irlas poniendo en cola para completar la transacción cuando toque.

El movimiento es potencialmente espectacular y ha generado una respuesta directa en el valor de bitcoin y otras criptodivisas, que están subiendo a máximos anuales. Intuyo que estamos ante una subida interesante del valor de bitcoin —no vayáis a comprar como locos por mi intuición, eso sería un craso error—, y puede que este sea el golpe de efecto que necesitaban las criptos.

El momento es singular porque China está ya bastante avanzada en su (inquietante) proyecto de yuan digital, y otros bancos centrales están comenzando a mover ficha para crear sus propias monedas (como el euro digital) y plantear una alternativa al dinero que teníamos hasta ahora. La Libra de Facebook parece estar un poco en segundo plano a pesar de lo prometedora que parecía, así que la cosa está de lo más emocionante.

Si el movimiento de PayPal tiene tracción —y podría tenerla— tendríamos un verdadero candidato a impulsar el uso definitivo de las criptodivisas como medio de pago, y no como medio de especulación.

Qué sorpresa, la verdad. Mola.