Del evento de ayer de Sony no me interesaban los juegos mostrados, que en su mayoría ya conocíamos: me interesaba saber el precio al que venderían la consola. Sony resistió a dar ese dato al final —yo creí que ya no lo daban—, pero por fin conocemos ese precio.

La PS5 se venderá a 499 euros, mientras que la PS5 Digital Edition se venderá a 399 euros. De la primera no hay mucha historia: compite de tú a tú con la Xbox Series X, y ofrece básicamente la misma propuesta.

La PS5 Digital Edition se venderá a 399 euros, y aquí es donde la cosa se pone realmente interesante. Tanto que de hecho mi discurso del otro día sobre la Xbox Series S cambia: gracias a este precio y esta propuesta, dudo que sea la consola definitiva. Es cierto que la de Microsoft cuesta 100 euros menos, pero no sé si los sacrificios compensan esa diferencia. A mí, al menos, no creo que lo hagan.

De hecho dudo creo que Sony podía haber situado la Digital Edition a 449 euros o aún mejor, mantener ese precio y dejar la PS5 normal a esos 449 euros. Restar 100 euros por quitar la unidad BD me parece excesivo, sobre todo cuando el diseño de la PS5 no cambia prácticamente en nada. Diría que esa rebaja hubiera sido mucho más razonable si fuera de 50 euros.

Pero no. De repente tener una unidad Blu-ray en la consola se convierte, como decían en The Verge, en un lujito. Allí la reflexión de Sam Byford sobre las consolas digitales era estupenda, y destacaba algunos puntos estupendos sobre esas versiones sin unidad óptica. El movimiento es muy cuco por parte de Sony y Microsoft porque:

1. Estas consolas favorecen que la gente compre a través de sus tiendas (y no de grandes cadenas como Game en España, a quien estas consolas le hacen un poco polvo).
2. Tener juegos físicos no era ya demasiado cómodo si tenemos en cuenta que al final había que instalar el juego en disco sí o sí (y eso seguirá siendo cierto en esta generación).
3. Cada vez más usuarios usan las desgargas digitales
4. Los juegos plantean una subida de precios: algunos títulos AAA costarán 70 u 80 euros, lo que hará aún más atractiva la suscripción a Game Pass, por ejemplo.

En esa reflexión Byford destacaba además que esto de los juegos en formato físico se ha convertido ya casi en un nicho de coleccionistas. Es algo así como lo que ha ocurrido con los vinilos en el mundo de la música. Es un buen apunte, y ciertamente es cada vez más frecuente acudir a las descargas como alternativa al disco físico.

Todo ello hace que las consolas digitales sean especialmente atractivas en esta generación, pero aquí Microsoft igual ha metido la pata con la Xbox Series S. Tras ver un poco los precios, ¿sabéis lo que yo querría? Una Xbox Series S a 399 euros idéntica a la Xbox Series X pero sin unidad de Blu-ray. Exacto: una competidora directa de la PS5 Digital Edition.

Aquí no hay dos franjas de producto distintas, amigos míos, hay tres, y en las consolas «baratas» creo que la PS5 Digital Edition es más acertada porque es más «future-proof«. Ya está preparada para jugar a 4K, no hace más sacrificios en otros apartados y es, incluso, más bonita sin la ranura óptica.

La Xbox Series S está genial como consola para aquellos que no tengan todavía una tele 4K (no digamos ya para los que no tienen tele con HDMI 2.1, que diría que son el 99,99% de los mortales), pero todos esos usuarios acabarán comprando (creo) una de esas teles en los próximos 3-4 años y esta consola ya no dará la experiencia que ellos buscan. Puede que para entonces Microsoft se haya sacado otro modelo de la manga, pero tal y como están ahora las cosas, la Series S no me parece tan chollo.

No sé. De repente me da que Microsoft se ha equivocado. No tenían que haber sacado dos consolas, sino tres. Me falta la Xbox Series X All Digital, que espero acaben sacando en algún momento a 399 euros/dólares. Ahí la tendríais, en la imagen modificada a partir de una promocional: idéntica a la Series X, pero sin la unidad óptica.

Sin más.

Puede que me equivoque y la Xbox Series S logre lo que Microsoft quiere con ella, pero me da a mí que aquellos que dudaban entre gastar 300 o 400 euros en una consola acabarán pagando esos 100 euros de más para asegurarse de que excepto por la unidad de Blu-ray tienen lo mejor de lo mejor.

Veremos. Muchas ganas de ver cómo va la evolución en ventas, pero a priori en «baratas» me parece más acertada la PS4 Digital Edition que la Xbox Series S.