Tecnología

El speedreading no es bueno ni malo sino todo lo contrario (y mola bastante)

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Parece que fue ayer cuando hablaba con alguien de la lectura rápida. Pues no fue ayer: lo hice hace casi cinco años, en marzo de 2014. Por aquel entonces descubría Spritz, un servicio que sigue (sorprendentemente) activo y que parece demostrar que la técnica tiene gracia y sentido para mucha gente.

A mí el invento ya me sorprendió entonces, pero tras probarlo unos días creo que lo dejé por no acabar de cuajar con mi forma de utilizar el móvil, que era donde lo estaba probando. Comentaba entonces lo del incremento en velocidad de lectura: normalmente leemos a 250 palabras por minuto, pero con este tipo de técnica probé a leer a 600 y era posible mantener ese ritmo.

¿Lo es? Es lo que he vuelto a comprobar con un experimento hoy. Todo partía de una herramienta para la consola de Linux que uno puede usar como un lector de este tipo para cualquier texto. He visitado Longform.org, he seleccionado este artículo sobre Lincoln, he copiado y guardado el texto como txt y tras compilar la herramienta he hecho un ‘fltrdr lincoln.txt‘ para probar el invento.

El resultado ha sido totalmente asumible porque la velocidad de lectura que puedes especificar estaba por defecto muy bajita, a 250 palabras por minuto, así que incluso estando el texto en inglés no había problemas.

El tema es que como indicaba en Twitter el descubrimiento venía de Reddit -lugar maravilloso del que hablaré en un futuro post y en el que sorpresa, hay subreddit para esto– y allí comentaba alguien que había una versión en formato de bookmarklet para navegadores web llamado Squirt (hay otras, desde luego). Arrastras el botón a tu barra de marcadores y cuando quieres leer algo en este formato seleccionas el texto que quieres leer rápido o dejas que te lea toda la página.

Con ese larguísimo artículo en particular de 8.300 palabras en Longform calculan que tardarásn 40 minutos en leerlo. Con Squirt te va saliendo en la parte superior una bara de progreso con el tiempo estimado de lectura según la velocidad. A 200 palabras por minuto salen 33,4 minutos, pero si pasamos a una velocidad de 500 palabras por minuto (para mí demasiado rápido en inglés, lo he comprobado) lo lograríamos leer en 13,4 minutos. He estado un minuto más o menos y me he pispado de algunas cosas, pero prestando mucha atención y sin duda se me han escapado otras muchas. No he durado más porque la verdad, me estaba costando seguir ese ritmo.

En español, claro, la cosa cambia. He probado con el análisis del Amazon Echo Input que mi amigo Juanky acaba de publicar en Xataka, un artículo de 2.500 palabras que a 200 palabras por minuto me hubiera leído en 10,1 minutos. En lugar de eso lo he puesto a toda pastilla: he seleccionado una velocidad de 700 palabras por minuto y me lo he leído en 2,9 minutos. ¿Me he enterado de algo?

 

 

Pues sí. De todo. De sus puntos fuertes, de la principal crítica (no ofrece cable de minijack a RCA) y de cómo funciona. Puede que el hecho de que se tratase de un tema técnico que ya conozco facilite la lectura y la comprensión, pero aún así me he quedado alucinado con el experimento, y de hecho he dejado instalada el bookmarklet de Squirt en el navegador por si me da la vena en los próximos días.

Si cotilleáis un poco en la imagen, que supongo que lo habréis hecho, habréis detectado que en la parte derecha tenía un par de enlaces que precisamente quería incluir aquí. Son dos críticas claras a esto del speedreading o lectura rápida. En Lifehacker hablaban del tema en 2014 y recomendaban no usar esto para nada que fuese demasiado importante. En Wired más de lo mismo: citaban estudios en los que dejaban claro que mantener la atención que requieren estas aplicaciones durante largas sesiones puede acabar volviéndote majara.

Como suele suceder, el invento tiene sus ventajas y sus desventajas, y creo que es una herramienta que puede ser útil en según qué situaciones. Yo de momento voy a tratar de seguir usándola de cuando en cuando: en esta era de la procrastinación en la que duramos unos 10 segundos (con suerte) enfrente de la misma tarea, obligarme a mantener esa atención sabiendo que voy a acabar enterándome (más o menos) de lo que leo es interesante, así que veré si puedo acostumbrarme a esto de la lectura rápida, porque para mi trabajo podría ser bastante útil.

Os dejo ya, pero no sin antes recordar que precisamente donde tiene más sentido esta herramienta no es en el escritorio de mi ordenador, sino en el móvil o incluso en el reloj inteligente, algo que ya mencionaba hace cinco años con esa lucidez mía de entonces. Ahora no sé si soy tan lúcido, pero leo que te cagas de rápido.

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7 comentarios en “El speedreading no es bueno ni malo sino todo lo contrario (y mola bastante)

  1. Jesús dice:

    Javier, gracias al artículo estuve probando la herramienta y la verdad es que está muy bien. Aunque sí noto que en artículos muy largos, cuando tengo que tener la vista fija mucho tiempo, cuando me levanto y dejo de mirar la pantalla me mareo mucho.

  2. Juanky dice:

    Qué bien, Javi! Veo que mi análisis del Echo Input puede tener una aplicación inesperada! 🙂 Tendré que probar esta técnica porque en nuestro trabajo podría resultarnos muy útil. Gracias por descubrírmela, amigo…

Comentarios cerrados.