Contaba hace unos días cómo varios cacharros se me habían roto a lo largo de las últimas semanas. El primero de ellos fue una tablet Nexus 7 (2013) que tampoco usamos mucho -los niños a veces, y mi mujer, para sus pruebas como desarrolladora frontend– pero a la que le teníamos cierto cariño.
Nos habíamos llevado la Nexus 7 de vacaciones por si las moscas, y una tarde en que la usaba mi canijo se cayó. Aquí debo destacar esa expresión. Se cayó, no se le cayó. Hay una diferencia evidente. Él siempre ha tenido clara su inocencia. Apunta maneras, el tío.
Total, que a la vuelta de vacaciones, consulta rápida en una tienda por la que pasamos. El chaval que me atendió parecía muy profesional, pero cuando me dijo el precio de la reparación -90 euros- le dije que me lo pensaría y volvería yasieso: por ese precio (y por menos) es posible comprar tablets muy decentes y más baratas -las Amazon Fire a 60 euros son un buen ejemplo (75 € si las quieres sin publi)-, así que me quedé con la copla y dejé pasar el tema.
Ya en casa tocó investigar, y allí vi que la pantalla con el panel táctil para mi modelo estaba bastante más barato en eBay. Por 24,75 dólares podía probar, así que hice el pedido y dejé el tema en espera. Era un 23 de agosto, y en la previsión de plazo de entrega se indicaba que la pantalla podría llegar entre el 6 de septiembre y el 13 de octubre.
Tuve suerte: la pantalla llegó el pasado martes 6 de septiembre, pero como estaba de viaje no pude tratar de reparar el Nexus hasta hoy. Me he despertado prontito, así que esta era una buena oportunidad para trastear e intentarlo. Dicho y hecho: tras aproximadamente una hora y media tenía la pantalla montada y preparada para la prueba final. Ole.
El proceso no es especialmente difícil: en el pedido venían las herramientas necesarias -de hecho venían más destornilladores de los que necesitaba, mola- y la prodigiosa Internet nos ha convertido a todos en potenciales McGyver: un vídeo en YouTube explicaba el proceso de pe a pa, así que simplemente tenía que ir siguiendo los pasos y replicándolos.
Desmontar todos los componentes es muy sencillo en realidad si uno tiene cierto cuidado. El único problema ha sido despegar la pantalla original del chasis sobre el que está colocada. Y digo bien: hay que despegarla. Eso es un infierno porque ni siquiera con secador de pelo lograba que aquello cediese mucho, así que he montado un buen cristo antes de poder recuperar ese chasis sobre el que luego iría montado tanto la nueva pantalla como el resto de componentes de la Nexus 7.
A partir de ahí todo ha ido sobre ruedas, y bastaba ir paso a paso en sentido inverso para volver a montar cada componente en su sitio y con sus tornillitos. Cómo decían hace años los de iFixit cuando lo desmontaron, el «índice de reparabilidad» es de 7 sobre 10, y el único problema grave era precisamente el de la pantalla.
Una vez montado, eso sí, una sorpresa: al tratar de encender el Nexus 7 se mostraba el LED parpadeando 5 veces. Lo primero que pensé es que había metido la pata en algún paso, pero tras una rápida consulta quedó claro que lo único que pasaba era que la tablet estaba sin batería, así que había que ponerla a cargar a tope para volver a poder usarla.
Eso es lo que hice, y a la hora de dejarla conectada pude por fin comprobar si mi reparación había tenido éxito. El encendido bien, pero… ¿funcionará correctamente la pantalla táctil? Pues sí, funcionaba a la perfección. ¡Yippie!
Una pequeña victoria, chavales. Ya tengo uno de los tres dispositivos que me cascaron este verano otra vez en forma. A ver si hay suerte con los otros dos. Con el OnePlus One tengo bastantes esperanzas después de haber visto esto. Con el Dell XPS 13 la cosa no está tan clara, pero oye, todo es posible.
Que viva la era del repáratelo tú mismo.
Pequeño truco, comprar pantalla LCD+Touch+Frame, es mucho más fácil de cambiar y a veces la diferencia de precio no es muy grande.
Ves como si puedes? Después del one te pillas un polimetro y a por el Dell 😀
Y la satisfacción que siente uno ? Ole y ole.
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