Hoy es el último día en el que la actualización a Windows 10 desde copias legítimas de Windows 7 o superior es gratuita. Cómo pasa el tiempo, majos. Hace un año Microsoft intentaba darle un giro importante a su ecosistema software (y de paso, al hardware) con una propuesta ambiciosa en el que la convergencia era protagonista.
Y ahí empezaban las inevitables apariciones del famoso «una de cal y una de arena» -resulta que ninguna de las dos es realmente buena ni mala según la RAE– con las que Microsoft ha ido aliñando su sistema operativo. Para empezar, la mentada convergencia: el concepto era fantástico, pero la ejecución demostraba que Windows 10 llegó verde que te quiero verde. Amarillito verdoso, diría yo.
Yo me instalé Windows 10 en cuanto salió al mercado su primera versión de evaluación, algo que entre otras cosas me permitió escribir aquel gigantesco análisis de cerca de 11.000 palabras que publiqué en Xataka. Ya habían pasado unos meses y Microsoft había tenido tiempo de pulir cosas, pero a Windows 10 se le notaba inmaduro, con margen de mejora en muchos apartados aun cuando también acertaba en muchos otros.
Mucho he escrito por aquí sobre Windows 10, y lo cierto es que un año después de aquel lanzamiento oficial mis impresiones siguen siendo muy positivas. No todas, claro: el primer gran fallo de Microsoft (una vez más) es el de no acertar a la hora de comunicar. El tema de la privacidad fue especialmente dañino: parecía como si Microsoft quisiese espiarnos a todas horas con Windows 10, pero chavales, aquí hipocresías las justas: todos lo hacen en mayor o menor medida, y la tendencia en este sentido será evidentemente a captar cuantos más datos mejor.
El segundo gran fallo: el de sus móviles, unos dispositivos que me hicieron esperar de mejor y que se convirtieron en la gran decepción del año pasado. El tortazo ha sido tan enorme en aquella promesa de la convergencia que Microsoft ha decidido ir abandonando gradual pero inexorablemente -los despidos anunciados hoy lo confirman- su apuesta por los smartphones. El Lumia 950 XL planteaba una curiosa revolución, pero parece que una vez más Microsoft llegó demasiado pronto o con un producto demasiado pobre, como ya le ocurrió con sus primeros móviles a principios de los 2000 o con sus primeros Tablet PC.
Eso también ha impactado en la cuota de adopción de Windows 10, que muchos creíamos que sería mucho mayor dada la gratuidad de la actualización. Y sin embargo, el sistema operativo no era lo suficientemente convincente. No tenía suficientes «Wow» a pesar de lo brutal de esa apuesta por la convergencia que nadie parece apreciar, así que la gente no sentía la necesidad de actualizar porque sus sistemas «ya eran lo suficientemente buenos». Como siempre ocurre: mejor lo malo conocido que lo bueno por conocer, algo que ha hecho que esa adopción haya sido impulsada solo de forma importante por parte de los aficionados a la tecnología, los fabricantes de ordenadores y –cagada metedura de pata enorme- por aquellos que se actualizaban sin querer ante la avalancha de intentos de Microsoft por que Windows 10 acabase instalado en nuestros equipos sí o sí. Entre eso y lo de la privacidad, normal que la gente pasase de ti, Microsoft.
Parece que estoy dando al post un aire negativo, pero insisto: mi conclusión sigue siendo la misma: si puedes, actualiza a Windows 10 ahora que es gratis. Después te costará 120 dólares (para la versión Home, 200 para la Pro), pero si estás preocupado por la privacidad ten en cuenta -insisto- que aunque efectivamente aquí Microsoft no resuelve bien la situación hay unos cuantos esfuerzos por eliminar toda traza de programas espías en GitHub (1, 2, 3, 4, y solo he hecho una búsqueda rápida en Google).
Un año después, con sus cales y sus arenas, con sus luces y sus sombras, lo tengo claro. Windows 10 es el mejor sistema operativo de la historia de Microsoft. Es algo así como aquel Windows XP al que le sacamos los colores durante los primeros meses. Solo hay que darle tiempo al tiempo (y un par de Service Packs, se llamen Anniversary Update o no), porque la gente de Redmond sabe lo que se hace.
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Anda , apúntate un tanto . Entre los pesados de Microsoft y tú lo habeis conseguido . Leer el post y actualizar , para acabar a estas horas , un viernes 29 de julio !!!!
Y eso que me apuesto un café que lo de actualizar gratis , vuelve a estar accesible en nada .
Vuelve a tus vacaciones , anda . ?
😉 ya me contarás qué tal!!
Yo actualice mis dos equipos hace unos días. Y estoy muy contento, en general parece que van mejor, aunque es posible que solo sea sugestión, pero en particular tenía un problema con un Raid externo por USB3 que con Windows 10 ha desaparecido completamente, por las buenas 🙂
Pero no veo la hora de que por fin se olviden del móvil y se centren en el escritorio, que es el gran perjudicado desde Win7. Solo hay que ver el panel de control, que parece de un sistema operativo de juguete. Lamentable.
Pues Windows es un gran SO, en pc e híbridos cuando usas mouse y teclado. Llevan años intentando adaptarlo a interfaz táctil y siempre quedan a la mitad del camino. Yo activé la licencia hace unos meses en el caso de que quiera volver a instalarlo (de momento estoy con debian con KDE).
Lo de los teléfonos, uff, una pena tremenda. A mi me gusta el sistema en móviles, pero avanza lento y cuando se apura (Windows 10 mobile) lo hace lleno de bugs y con unos problemas de comunicación increibles (lo de las gama x20 y los 512 mb de ram, lo peor que he visto en comunicaciones de una de estas empresas grandes). Yo como poseedor de un Lumia 535 con windows 10 y un 925 que no quise subirlo a través de insider, creo que el sistema puede dar más de si, pero con los pasos que están dando, pareciera que quieren matarlo pronto pero de forma camuflada. En fin, me he dedicado a disfrutarlos con sus carencias hasta que físicamente fallen, sobretodo el 925 que su cámara es muy, pero muy buena (imagino el 1020 que sigue siendo de lo mejor en fotografía móvil).
Será el Surface Phone el último intento de Microsoft? porque ya la bala de continuum al parecer no funcionó
Tengo un Lumia 1020 que adquirí hace un par de años. Tiene una magnifica camara, sin dudarlo. Pero, Windows 10 Mobile apenas me ha llegado en versión Insider y ya no habrán mas actualizaciones, el telefono se nota que va a pedales y muchas aplicaciones como el nuevo messenger, facebook o spotify duran una eternidad en abrirse o reanudarse, sin contar la cantidad de aplicaciones que quizá nunca lleguen. A demás he descubierto que lo que más valoro de mi movil es precisamente su camara asi que, al ver el Galaxy S7 no paro de babear con esa estupenda camara que posee.
Yo por lo mismo no quiero y ya no podré subir mi Lumia 925 a Windows 10 mediante Insider (ya que ahora empiezan las builds de la rama 14xxx y la rama TH2 queda eliminada y adiós soporte no oficial a la gama x20) , creo que no valía la pena por tener Windows 10 (que al parecer en TH2 también quedará varado por un tema de APIS) en equipos no actualizables. De momento me las apaño con los clientes como 6tag y mytube y otros entonces en realidad no le veo necesidad de instalar un sistema que claramente no está hecho para mi terminal.
Una pena realmente lo que le pasó a Nokia porque las cámaras que montaban eran excelentes, todo por tomar una decisión equivocada a estas alturas y que tristemente la tiene licenciando su marca en vez de seguir viva.
Yo actualicé a Windows 10 el día que salió y desde el primer momento noté mejoras y algunos problemas como las suspensión del equipo que no han terminado de solucionarse del todo. Aunque soy de los que se arriesgan en eso de las actualizaciones el primer día (aunque voy agarrando más cordura con el tiempo :P) aun me parece dificil comprender como alguien que sabe que es el camino que va a tomar lo retrasen durante un año, estoy seguro que muchos el 30 julio estarán rascandose la cabeza porque se les «olvidó a ultima hora» actualizar gratis.
Yo tampoco tengo problemas para actualizar, así lo hago con mis programas cuando las nuevas características son importantes. Pero en el caso de Win10 tardé por dos razones, 1) siempre actualizo de cero, formateando el disco e instalando todo de nuevo, y 2) al no apreciar cambio significativo con Win8.1, por lo menos en el escritorio, fui retrasandolo hasta el final, que me venia bien por las vacaciones. Pero tenía claro que se debe actualizar 🙂
off-topic: Javi, sabes algo de una especie de servicepack2 que se rumorea que van a sacar para Win7 ??.
es que si instalas uno de 0 e intenta bajar las 200 actualizaciones, se ralla mogollón. No he visto nada claro por la web….
Gracias compi. !
en mi empresa seguimos usando W7. Por suerte no lo han actualizado porque en mi casa si tengo W10 y cada día me salta el famoso «pantallazo azul» de un fallo y tengo que reiniciar, es un asco.
Sin mas detalles, mas que el SO parece un mal driver. Si no sabes como proceder, mejor llevalo a un especialista. Lo normal, por lo menos en mi caso, es ver alguno muy raramente.
Primero actualicé el portátil, donde sufrí los fallos absurdos y cuelgues por cosas tan estúpidas como tener Core Temp instalado.
Durante este año he visto cómo iban llegando actualizaciones y la cosa mejoraba, hasta el punto de ser totalmente estable y usable.
Así que la semana pasada aproveché para hacerme con un Samsung 950PRO M.2 y ponérselo al sobremesa para actualizar.
Lo malo es la cantidad de problemas que me dió, que hizo que al final hiciera una instalación limpia en este nuevos disco en formato M.2 en lugar de poder actualizar (tras haber clonado mi SSD anterior).
Incluso tras la instalación me dio problemas, hasta que la cosa parece haber sido resuelta sin mi intervención (imagino que alguna actualización solucionó los problemas).
La verdad, funciona muy bien y más aún con este disco tan rápido. Pero el problema de W10 sigue siendo el mismo que tenía hace un año… su aspecto.
Parece una tontería, pero comparo el aspecto de esos elementos tan cuadrados, ese logo en blanco sobre negro (sí, los colores se pueden personalizar pero entre una paleta muy pobres), esa barra de tarea tan sólida… con el Windows 7 que utilizo a diario en el trabajo y tengo que reconocer que en ese aspecto W10 pierde.
Lo mismo que en el menú de aplicaciones, donde me sobran las letras del abecedario para agrupar las aplicaciones, esos fondos oscuros a juego con la barra de tareas (¿por qué no puedo tener los menús en blanco más legible y la barra en azul oscuro?).
En lo concerniente al Panel de Control, lo que han hecho (con todo el respeto) me parece una basura, ya no es intuitivo, ya no es fácil de localizar lo que buscas… ¿hacía falta cambiarlo? Creo que no, pero parece como si hubiesen querido obligarnos a no tocar ahí y dejar la configuración como Microsoft te la pone por defecto.
Y cuando quien tiene que usarlo se encuentra con esta interfaz tan poco amigable y oscura, es normal que prefiera quedarse como está y dejar pasar la actualización..
Y para que veas, lo que más me gusta de Windows 10 es su aspecto. Su barra de tareas y el despliegue colorido del botón de Inicio me enamoraron y me provocaron actualizar «al vuelo».
En lo concerniente al Panel de Control y a Configuración, he aprendido a manejar perfectamente uno y otro, entendiendo que Panel de Control abarca las «profundidades» de ajustes que el apartado Configuración no contempla. En definitiva, w10 junto a Microsoft Edge me han dejado un buen sabor de boca.