Ya dije que estas vacaciones iba a estar conectado -¿a que parece que no me he ido?-, y una de las razones es la de que además de el smartphone y el portátil había otro componente indispensable: la cuota de datos que uno tiene en su móvil, y de la que suele tirar cuando va de vacaciones. 

Yo voy a veranear en sitios sin WiFi o en los que tendría que irme a algún bar con WiFi pública para poder ahorrar en esa parte, pero la verdad, intento evitar en la medida de lo posible conectarme a esas redes. Pasaron los tiempos de aguantar un mes con 200 MB -todo un ejercicio de malabares- y desde hace un tiempo cuento con una cuota de 1 GB en el móvil que me apaña sin problemas mis necesidades. Eso en verano no iba a ser suficiente, claro, así que me informé un poco y vi que en mi operadora -Movistar- ofrecían bonos de datos de 20 GB por 20 € (y de 50 por 30) así que tiré la casa por la ventana para ese par de semanas que voy a andar dando vueltas. 

¿Cómo va esa cuota? Pues tras estos primeros cinco días desde que lo contraté he consumido menos de 2 GB, pero atención porque he hecho un uso bastante decente del portátil y del móvil. ¿Qué se puede hacer para ahorrar? 

Pues lo primero que yo hago es, obviamente, desactivar las imágenes. Eso me ha hecho experimentar un nuevo mundo de sensaciones en la navegación web, porque como esperaba ver sitios web sin contenido gráfico cambia el enfoque de lo que ves y cómo lo ves. De repente lees más y mejor de cada artículo: no hay distracciones, así que uno se centra en la palabra escrita, algo que mola.

También recorres esos artículos y otros sitios web más rápido, sin anuncios ni imágenes llamativas que te distraigan del foco principal. Hay casos en los que obviamente navegar sin imágenes es una gaita -ver mi feed de noticias en Twitter.com es muy triste, como muestra la imagen- y de hecho estoy trabajando disfrutando con dos navegadores distintos en el MacBook Air: el que uso casi siempre es Opera (Beta), que además de lo del modo de ahorro de energía tiene un adblocker nativo que no tenía activado hasta ahora y que acabo de activar para ver cómo influye eso en el consumo de datos. El otro, para cuando necesito ver imágenes -eso ocurre por ejemplo cuando publico estos posts y quiero comprobar el resultado- es Chrome, que dejo tal cual lo uso normalmente. Debo confesar que de cuando en cuando abro algún enlace allí sin que necesite a tope ver las imágenes solo por el placer de ver esas webs en toda su extensión. Qué bonita es la web con imágenes. Ays.

En el OnePlus One también llevo tiempo probando Opera Beta, y aunque es algo más incómodo que Firefox a la hora de compartir -hace tiempo que allí no uso Chrome- también aprovecho las características de adblocking, aunque allí sí que tengo activadas las imágenes. El cliente de Twitter lo tengo sin cargar los contenidos multimedia por defecto, así que el recorrido por Twitter (en mi caso, con Falcon Pro) es especialmente rápido y sin distracciones. Para alguien que odia los GIFs animados como el menda lerenda, desactivar esa opción en Twitter es vital. Por cierto, en el móvil si que voy controlando en todo momento el consumo de datos gracias a un widget cutre pero funcional que utilizo desde hace años, Data Counter Widget

No son medidas drásticas, pero ayudan a mantener a raya el tema y no llevarse algún susto vacacional poco gracioso. Por supuesto nada de música o vídeo en streaming. Aunque en el primer caso el impacto no es tan alto, yo tengo una lista de música creada bastante maja para las vacaciones y tiro de ella en estos días. Para lo segundo, alguna que otra serie en el portátil, alguna peli para los niños para casos de emergencia, y listo. YouTube prohibido salvo en casos excepcionales también, porque si hay un enemigo de las cuotas de datos en estos días es ese maravilloso mundo de contenidos multimedia que cada vez más depende de las operadoras. 

Reflexión al respecto: me pregunto cómo estaremos el año que viene en cuanto a cuotas de datos -¿qué será lo normal, 50 GB en verano?-, y si algún día las operadoras se plantearán ofrecer tarifas planas móviles, y a qué precio. Creo que hoy por hoy esa opción es una utopía, pero es evidente que nuestras necesidades -o más bien, nuestra glotonería- aumenta de forma brutal año tras año en el terreno del consumo de datos móviles. Las operadoras lo saben y juegan con ello claro. 

Menos mal que yo me las sé (casi) todas.

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