Ayer los jovencitos responsables de Diaspora anunciaron el lanzamiento de una fase alfa privada a la que cualquiera podía suscribirse. Que luego lleguen las invitaciones -yo pedí una, como buen friki- será otro cantar, pero lo cierto es que esta red social Open Source es prometedora ya solo por liberarnos del yugo de Facebook, a quien criticamos unos cuantos -aunque acabemos cediendo a sus ventajas, muy mal fatal- por su plataforma cerrada, por sus dudosos términos de licencia de uso y por su confusa gestión de la privacidad.
No soy muy amigo de esa faceta, pero tengo que reconocer que hoy por hoy no estar en Facebook puede ser un error fatal para muchas empresas que pierden así al menos parte de esos 500 millones de usuarios que no hacen más que conectarse a sus cuentas en esta red social para informarse y por supuesto para cotillear lo que dice el contacto de turno. Al que, por cierto, puede que no haya visto jamás en la vida real -o que incluso no soporte- pero con el que mantiene una sana relación digital que no compromete y no cuesta demasiado esfuerzo.
Las redes sociales han sido el gran descubrimiento (/filón) de la era reciente de Internet, pero como en todo, hay que mirar las cosas con perspectiva. Utilizo Twitter para informarme -es un recurso importante de mi trabajo- y Facebook es una buena pasarela a los contenidos originales -como también lo son los feeds RSS y el mencionado Twitter-, pero lo malo es que tanto Twitter como Facebook tienen una gran pega.
Son jardines amurallados.
Muy bonitos por dentro, inaccesibles -o casi- por fuera. Lo comentan en Ostatic, donde por ejemplo hacen referencia a los comentarios de Tim Berners-Lee -ya sabéis, el pollo que inventó la World Wide Web- en Scientific American:
«Your social networking site becomes a central platform – a closed silo of content, and one that does not give you full control over your information in it».
Eso es precisamente lo que tratan de evitar las plataformas abiertas. Identi.ca es un buen ejemplo, pero lamentablemente ocurre lo de siempre. Identi.ca es a Twitter lo que Linux es a Windows. Alternativas fantásticas, abiertas, y que por alguna extraña razón no cuajan en el mercado.
Veremos si Diaspora puede ser la excepción que confirma la regla… aunque yo no sea muy optimista al respecto.
Incognitosis del pasado. Publicado originalmente el 24 de noviembre de 2010 a las 18:03. Estos días recuperaré dos o tres post del pasado porque ando desconectado en estos momentos.
…Facebook es una buena pasarela a los contenidos originales -como también lo son los feeds RSS y el mencionado Facebook…
Supongo que en el segundo Facebook querías decir Twitter.
¿No?
Tampoco creo que Diaspora acabe de triunfar pero creo que a todas las redes sociales les pasará como a los clientes de mensajería y se verán «obligados» a aceptar que la gente se pueda comunicar con otros usuarios de la competencia.
Gracias axel, tienes razón, ha sido el ímpetu del escritor 😀 Corregido!
En cuanto a lo que dices… veremos. De momento CaraLibro ya la ha cagado con su sistema de mensajería, que se supone que iba a ser la gran amenaza a los Gmail, Hotmail y Yahoo! Mail.
Me causa algo de gracia ver este post, recién habiendo descubierto el blog. Soy un usuario Activo de Diaspora y Gnusocial desde fines del 2013. He colaborado con algunas traducciones para la comunidad hispanohablante y me encontraba elaborando un manual al momento de quedar desconectado.. De hecho, eliminé facebook antes del cambio de los términos de servicio este 1 de enero recién pasado.
La situación de Diáspora en la actualidad es la siguiente:
1. Diáspora es en la actualidad un proyecto comunitario, ya que a fines del 2012, sus creadores decidieron traspasarlo a la comunidad. Por ello, y a través de la plataforma loomio llevan numerosos debates acerca de opciones a implementar y otras decisiones de desarrollo. A mi entender es un proceso que, si bien, considera a toda la comunidad, es muy lento, y carecer de un lider de proyecto significa dispersar aún más los recursos escasos con los que cuenta Diáspora.
2. A Diáspora le faltan desarrolladores. Hay que recordar que Diáspora aún está en fase alpha. Si bien hay muchas características que están siendo implementadas poco a poco, lo cierto es que los desarrolladores actuales no dan abasto. Hay que recordar que los desarrolladores trabajan en D* en su tiempo libre, lo que al ser muy pocos se nota más que bastante.
3. El poco apoyo que recibe de gente que escribe acerca del software libre. La verdad es que esto es transversal a todas las redes libres. Hay muchos sitios que escriben acerca del software libre, pero lo limitan a GNU/Linux y a un par de aplicaciones más. Pero al compartir no muestran algún banner de las redes libres en.general y en Diaspora en Particular. Hay algunas honrosas Excepciones (VictorHck, Yoyo) pero del resto ni hablar. Las situaciones más graciosas se dan cuando alguno de los sitios habla de estas redes y de cuánto animan a sus usuarios a usarlas compartiendo.por twitter, facebook o.google.+. No hablo que no utilicen estas redes, sino que utilicen también las demás, sobretodo cuando dicen defender el software libre.
4. La verdad es que Diaspora (y lo mismo ocurre con las otras redes) es un proyecto mantenido por convicciones más que por los frutos tangibles que da, cosa que es muy sorprendente en cuanto se piensa detenidamente en aquello, más aún al vivir en un mundo donde no se hace algo sin recibir beneficios. En lo personal, este es el aspecto que me anima a colaborar con D*, como una forma de retribuir el esfuerzo de desarrolladores y administradores en dar un servicio de calidad.
Saludos !
Gracias, estoy un poco desconectado de Diaspora (este post es uno antiguo de 201o recuperado porque de cuando en cuando republico estas cosas), así que viene bien este comentario para ponernos al día. Buena suerte y ánimo. Como en otros muchos casos en proyectos Open Source, el esfuerzo es admirable.
Gracias a ti por ofrecerme la oportunidad para sacar a relucir este tema (: