Llevo un día un poco de perros así que el tono es el que es. Sobre todo, cuando –y esto a toro pasado, acabé de escribir el análisis ayer– uno se topa con un producto como el Lenovo IdeaPad Yoga 2 Pro. Yo, personalmente, lo hice esperando tener por fin un candidato perfecto a equipo universal.
No más sobremesa+portátil. Es mi pequeño sueño: conectar el portátil de turno al monitor de 24 pulgadas para trabajar y poder llevármelo a ruedas, viajes y eventos manteniendo toda la experiencia y los datos sin complicarme más. Actualmente utilizo mi sobremesa con Windows 8.1 (en el que invertí bastante tiempo y dinero hace 3 años para hacerlo silencioso y potentillo) para trabajar, y el MacBook Air para todos esos ratos en los que no estoy sentado delante del citado monitor. Que son bastantes. Trabajo híper rápido en el PC, y cuando tiro del Mac también estoy bastante suelto, aunque no llego a esos ritmos que se consiguen con rutinas repetidas durante años. El problema, claro, es que lo quiera o no hay un salto inevitable y todo sería más cómodo si centrara esos dos escenarios en un solo equipo.
De ahí mi intención –desde hace meses– de encontrar el sustituto perfecto para ambas máquinas. El Surface Pro 2 se queda aparentemente cerca –de momento sigue siendo algo tosco, y prefiero esperar a Broadwell, el sucesor de Haswell– pero tenía muchas, muchas esperanzas en máquinas como el Sony Vaio Pro 13 o este Lenovo Idea Pad Yoga 2 Pro. Por cierto, de Macs nada. No por su rendimiento final: ciertamente funciona y lo hace muy bien. El problema es el de siempre. Funcionan así de bien si te doblegas en todo, y yo no doblo fácilmente en estas cosas.
Y ahí me tenéis, abriendo el Yoga 2 Pro y comenzando a funcionar. La pantalla es la pera limonera y el arranque de Windows 8.1 es el más rápido que he visto jamás. Casi instantáneo. Esto promete. «Ay Javierito, que vas a tener que romper la hucha», me digo. Y entonces llegan los problemas.
Del teclado, el touchpad y la ventilación ya he hablado en el análisis, así que empapaos de él. La reflexión, que ha quedado más bien escondida en ese texto, es la que daba –lo he acabado cambiando– su título original a este post. ¿En qué coño piensan los fabricantes antes de vender sus productos? Yo soy un usuario con tablas, pero el que no lo sea o se aguanta y nunca se entera de que la cosa no va como debería, o se tiene que tirar unos cuantos días averiguando por qué la cosa funciona como lo hace y cómo arreglarlo. El Yoga 2 Pro me dio la impresión de estar inacabado, de ser un producto en fase beta. Y no precisamente una beta de Google. Error.
Y es un error porque un equipo que en muchas cosas competiría con mi adorado MacBook Air (por ahora) e incluso lo superaría, se queda en un producto claramente inferior en su valoración general. Y es entonces cuando uno se explica una vez más por qué Apple vende lo que vende.
Porque vende productos 1.0. A ver si os enteráis de una vez, vendedores de productos beta.
Apple tambien a sacado productos inacabados ej. Antena gate y apple maps! No todo lo que brilla es oro.
Cierto, cierto, cierto. Me refería a los Macbooks sobre todo (bueno, en iPod/iPhone/iPad tampoco lo han hecho mal 😉 ), pero sí, hay de todo en todas partes.
Si, lindos cacharros hacen. Aunque nunca me me pude acostumbrar al ipad, (en general a todas las tablets) me parece extremadamente anti ergonómicas. Pero bue … se cansan de venderlas así que debe ser un tema mio.
btw perdón por el a en vez de ha.
Hola Javier, para empezar felicidades por tu blog, lo sigo desde Feedly y no se porque razon duplica los articulos, te lo cuento por si sabes a que puede ser debido. Es algo que solo me pasa con el tuyo.
Gracias y enhorabuena
Antonio, ahora mismo ni idea pero lo miro, gracias por el aviso y por las felicitaciones!!
No se en qué quedó esto, pero comento que también uso Feedly desde que cerró Google Reader y no he tenido problemas de duplicación con ningún blog. Fíjate que quizás es algo tuyo.
Por otro lado, no suelo comentar por estos lares, como todo te felicito por tu labor y a seguir.
Saludos!