Ya sé que suena a frasecita fácil teniendo en cuenta la que está cayendo, pero mi relación con el mundo laboral cambió hace un par de años cuando de empleado me convertí en empleador. La aventura del 100 Montaditos sigue poco a poco avanzando, pero me ha permitido comprobar –y verificar con amigos con los que he hablado– que puede que la situación sea muy complicada, pero que también hay bastante gente que, simple e inexplicablemente, no tiene ganas de trabajar.

Hay opciones, claro que sí. Puede que menos –y probablemente peores– que antes, pero las hay. Para la gente que sí tiene ganas y cierto talento, la cosa es aún mucho más abierta, y lo ha demostrado el caso del joven Alexander J. Velicky. Este chaval de 19 años es un fan absoluto de la desarrolladora de juegos Bethesda, para él un sitio idóneo para trabajar. ¿Qué ha hecho para tratar de lograr un puesto allí? No ha enviado el currículo. Ni siquiera ha enviado alguno de esos CV simpáticos y originales que muestran parte de nuestro talento (el caso de Philippe Dubost y Amazon es probablemente el más alucinante, y logró encontrar un buen empleo). Velicky ha ido allá. Mucho más allá, en realidad.

El campeón se puso a desarrollar un mod para Skyrim, uno de los juegos más populares de Bethesda, e invirtió nada menos que 2.000 horas (distribuidas a lo largo de un año, poco más o menos) en esa variación del juego original llamada Falskaar. En esas 2.000 horas logró crear 25 nuevas horas de juego con distintos escenarios, distintos personajes con voces distintas (hizo un casting en el que acabaron seleccionados 29 actores de doblaje) y, sobre todo, demostró su talento. No sé si Bethesda –que desde luego, se ha enterado del tema, como han dejado patente muchos medios que han publicado artículos sobre la proeza– acabará contratándole, pero si no son ellos, estoy seguro de que este jovencito tiene garantizado un trabajo a corto plazo.

Obviamente lo de Velicky es un caso muy especial, y poca gente se muestra tan entusiasta con una empresa o puesto en particular, pero si realmente tenéis ese objetivo claro en vuestra vida, quizás deberíais tomar a este chico como inspiración. La voluntad y el trabajo duro parecen de nuevo volver a ser una demostración de hasta donde puede llegar alguien motivado. Increíble.