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Google+ no es Facebook. No es Twitter. Y sobre todo, no es un blog.

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Hace un mes exactamente que lograba acceso -tras varios días intentando conseguir una invitación válida- a Google+, el servicio del gigante de Internet que representaba su gran intento a la hora de competir con alternativas como Twitter o Facebook. Y un mes después de estar usándolo con cierta frecuencia ya puedo extraer las primeras conclusiones sólidas sobre mis impresiones sobre esta red social.

No me extenderé demasiado (uy, en esto me he equivocado): aunque hace unos días me planteaba hacer un largo análisis de cada detalle de la red social, ya se ha escrito demasiado sobre Google+, tanto sobre sus principales componentes como sobre su utilidad y prestaciones reales con respecto a sus competidores. En Error500 Antonio Ortiz ya hizo una aproximación más «filosófica» sobre el servicio con algunos puntos interesantes, pero en realidad de cada análisis y reflexión sobre Google+ se pueden sacar ideas curiosas. En Ars Technica, por ejemplo, acaban de publicar otro análisis que tampoco nos descubre nada, pero que da en el clavo con algo que para mi es el gran acierto de G+:

After one month with Google+, it’s clear to me that this€”sending updates to certain groups of people and not to others€”is the main appeal of the service.

Ahí están. Tan redonditos ellos. Los famosos círculitos de Google+ son casi perfectos. Faltan reglas de exclusión y quizás una jerarquía de círculos/subcírculos, pero en esencia el concepto es tan sencillo de entender y usar que ya solo por eso la gente que acceda a Google+ probablemente acabe, como mínimo, no descartándolo. Lo malo es que si Facebook y Twitter son listos no tardarán en implementar un mecanismo similar que, creo yo, le hace especialmente falta al segundo.

Este mes de uso de Google+ me ha dejado clara otras cosas. Por ejemplo, que no soy, ni de lejos, el usuario tipo de una red social. En eso Google+ se sitúa a caballo entre Facebook y Twitter, con más riqueza a la hora de compartir que Twitter, y más control que Facebook. Y sin embargo, de nuevo es el control el que prima sobre todo lo demás. Alguien escribía no hace mucho un post/entrada (aunque deberían llamarlo de otro modo) en Google+ en el que decían algo así como:

«Bendito límite de 140 caracteres de Twitter»

Y vaya si coincido. Aunque mucha gente usa el servicio casi como un Twitter alternativo, hay muchos otros que han aprovechado para convertir a Google+ en su plataforma de blogging, sin que esto sea un blog. Kevin Rose, creador de Digg -y ahora un poco en el olvido en su nueva empresa tras el fracaso de Digg v4– es uno de los ejemplos más interesantes al respecto y de hecho ha redireccionado su dominio kevinrose.com a su cuenta de Google+. En mi opinión un blog aporta mucha más riqueza en otros apartados -diseño, interactividad, plugins externos-, aunque es cierto que la función básica de un blog puede lograrse con Google+. Pero ya puestos, también se podía lograr con Facebook.

Pero es que Google+ tampoco es Twitter. Primero, porque va mucho más allá -y no lo digo solo por la gestión de comentarios, inexistente y probablemente inútil en Twitter-. Y segundo, porque la función de microblogging de Twitter está ejecutada a la perfección por su límite de caracteres, por su polémica (pero acertada) imposibilidad de adjuntar fotos o vídeos (que apartan la atención del «stream», si uno quiere ya pinchará en el enlace), y porque Twitter ya tiene 200 millones de usuarios que lo usan tal y como sus creadores concibieron que debía ser usado. Y de nuevo, Google+ se puede usar como un Twitter enriquecido, algo que sin duda alegrará a muchos usuarios cansados de las limitaciones de los tweets.

Por último, Google+ tampoco es Facebook. Porque se centra en el control. El control de qué publicamos, y sobre todo, de quién ve lo que publicamos. En Facebook esto se puede hacer, pero mucho me temo que ya es demasiado tarde para esta red social, que se ha convertido en el gran patio de colegio que sin duda favorece su crecimiento, pero que lo ha hecho a costa de la privacidad y el control. Pero Facebook sigue teniendo todas las papeletas para seguir liderando el mercado durante mucho tiempo, aunque solo sea por su inercia.

Personalmente no tengo del todo claro si seguiré usando Google+, y aquí hay una razón obvia: nadie de mi entorno lo utiliza activamente. Mis compañeros de TPNet o los familiares y amigos que están apuntados o conocen su existencia lo están usando solo en «modo cotilla» -ese modo que es el modo por defecto de un buen porcentaje de usuarios de Facebook o Twitter, redes sociales para cotillas por excelencia- y compartir a través de Google+ no me enriquece mucho más que hacerlo a través de Twitter ahora mismo. Puede que la llegada de las cuentas empresariales -y con ella, el desembarco de los medios, que publicarán por doquier en Google+ sus actualizaciones, como ya lo hacen en FB y TW- cambie mi uso de esta red social, y no descarto que sea entonces cuando pase, al menos, de Twitter a Google+ como fuente de información más potente por la sencilla razón de que podré compartir con quien yo quiera. No será un todo o nada.

Pero Google+ tiene que crecer aún un porrón. Así a bote pronto, grandes limitaciones a día de hoy son:

  • Búsquedas: es increíble que una empresa que basa toda su estrategia en las búsquedas no disponga aún de un método nativo de búsquedas en Google+ (aunque puedes buscar algo en Google y añadir el mágico «site:plus.google.com«, pero si yo fuera Vic Gundotra se me caería un poco la cara de vergüenza.
  • Fotos: la gestión de fotos es curiosilla, pero la interfaz de la presentación es según mi opinión bastante cutre. Si realmente Picasa Web Albums desaparece para dar pie a un Google Photos espero que pongan toda la carne en el asador ahora que Flickr parece flaquear (anda, Flickr y Flaquear suenan parecido 😉 ). No me interesan demasiado las fotos de mis círculos -y sobre todo, que sean lo primero que se vea- y no entiendo cómo en «Tus álbumes», la clave del servicio, haya una paginación de las fotos. ¿Por qué no incluir el scroll infinito de Google Search para las imágenes? ¡Ya lo han puesto 😉 !
  • Círculos: ya lo he comentado, pero sería especialmente interesante excluir círculos de nuestras publicaciones («Todos mis círculos» – «Familia», por ejemplo) para tener un control mucho más fino de quién ve lo que publicamos. Las jerarquías tampoco creo que fueran difíciles de implementar («Familia» / «Primos»).
  • Empresas: Aunque Google+ ha nacido como una red triunfal entre los frikis -hartos ya de las imposiciones de Facebook- tiene que crecer mucho más, y aunque los usuarios de a pie son «la última frontera» -y la más difícil de conquistar- las empresas deberían poder aportar contenido, sobre todo porque en buena parte gracias a eso Twitter es lo que es, y porque eso hará que muchos consideren la opción de abandonar una red para centrarse en otra.
  • API: Inexplicable también. Una empresa con miles de desarrolladores en plantilla sigue sin ofrecer una API, algo alucinante. Y está claro que esa API haría que se expandieran las prestaciones de Google+ en escenarios de todo tipo, como ha sucedido con Twitter y Facebook en el pasado.
  • Etiquetas: Etiquetar a gente ya es posible con el más delante («+Javier Pastor», Google+ autocompleta el nombre al comenzar a escribir tras el ‘+’), pero no es posible etiquetar temas, algo que ha sido muy útil para Twitter, cuyos «Trending Topics» se han hecho muy famosos gracias a sus interesantes hashtags. Google+ debería copiarles a tope en eso, sobre todo porque esa característica también es útil para las búsquedas de las que hablaba anteriormente.

No solo me quedo con lo malo, o, más bien, con lo menos bueno. La interfaz de Google+ es fantástica -aunque mejorable, claro, como ocurre al incluir enlaces, en los que me sobran la entradilla y la foto rescatada del post-, las quedadas con videoconferencia en grupo son también la pera limonera -¿podremos compartir pantalla en algún momento?- y encontrar gente relevante no es demasiado difícil si uno rebusca un poco.

Pero en un mes me ha dejado claro que Google+ tiene un hándicap natural pero muy importante: si no logran convencer a los usuarios de que lo usen -y de que esos usuarios convenzan a su vez a sus amigos y conocidos- esta red acabará siendo una alternativa minoritaria que no logrará destronar a sus competidoras, ya asentadas y con esa ventaja del «mejor lo malo conocido».

Pero solo lleva un mes. Y un mes brillante, por cierto. Veremos cómo están las cosas dentro de un año… quién sabe si para entonces habré abandonado Incognitosis para publicar solo en Google+, comiéndome mis palabras como patatas 😀

Y solo llevan un mes.

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1 comentario en “Google+ no es Facebook. No es Twitter. Y sobre todo, no es un blog.

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