Lo comentaba esta mañana con un compi (¡Eo, Juan!) al ir buscando noticias para la mañana en The Inquirer ES. Él acababa de publicar la noticia de Mininova, que ha retirado todos los torrents que apuntaban a ficheros protegidos por los derechos de autor, y eso ha dado pie para un pequeño debate sobre lo que está pasando en las redes P2P. La conclusión de ambos: cada vez más gente pasa de BitTorrent y tira de servicios de descarga directa.

Mininova no es el primero en caer, desde luego, pero sí uno de los más importantes tras el varapalo que sufrió The Pirate Bay. Curiosamente en TPB siguen proporcionando torrents que apuntan a contenidos protegidos por los derechos de autor, pero dudo que eso dure mucho después de lo que ha pasado con su sentencia. ¿Estamos asistiendo a un cambio radical en el mundo P2P?

Aspecto de Mininova, antes de la nueva política. (Bien por Internet Archive: Wayback Machine).

Yo diría que el cambio no es «radical» en sí mismo. Hace tiempo que los servicios de descarga directa -como losque proporcionan Rapidshare, Megaupload, HotFile y similares- están copando el interés de los internautas: la velocidad de las descargas es envidiable si uno tiene una cuenta Premium, y encontrar lo que uno busca es relativamente más sencillo gracias a Google y a las comunidades de usuarios que se han formado en torno a estos sistemas, y de las que por ejemplo -y lo digo confines únicamente educativos/informativos, obviamente- en España destacan  especialmente Vagos.es y Taringa.

Pero eso no quiere decir que el protocolo BitTorrent deje de ser útil: de hecho la filosofía P2P pura -lo otro, desde luego, no es P2P- sigue aplicándose con éxito al intercambio de ficheros que no están protegidos por los derechos de autor, como por ejemplo distribuciones Linux, y por supuesto, sigue habiendo trackers BitTorrent que seguramente tomen el relevo de Mininova y The PirateBay. Yo tiraba bastante de Mininova, pero tendré que irme a otros servicios como los que indican en el post «10 alternatives to Mininova» de TorrentFreak.

Y este es el aspecto actual de Mininova. Un asquito. Atentos al mensaje de la parte superior.

Sin embargo, parece claro que para muchos -y me incluyo- las descargas directas son mucho más eficaces en muchos apartados. Primero, por la citada velocidad. Y segundo, porque la antiguedad de esos ficheros no penaliza.

En BitTorrent si buscas y descargas algo relativamente antiguo la descarga será muy lenta porque probablemente haya muy pocos que aún compartan ese «contenido obsoleto». Sin embargo en los servicios de descarga directa eso no importa: la velocidad es la misma tanto si el contenido se puso allí hace un año como si hace 2 días. Y eso mola, y mucho.

Ya sabéis: aunque BitTorrent sigue siendo todo un invento, lo mejor es combinarlo con la potencia de los servicios de descarga directa. Hace tiempo que publiqué «Rapidshare: la guía definitiva«, un artículo en el que explicaba cómo funciona RapidShare, pero la cosa es válida para cualquier otro servicio de descarga directa. Eso sí, se nota que la guía ya lleva mucho escrita, porque hoy por hoy JDownloader es el gestor por excelencia para hacerse cargo de esa relación con servicios como Rapidshare o Megaupload.