Bueno, la verdad es que reconozco que el cacharrito tiene mucho encanto. El diseño es impecable, y la interfaz, insuperable. Pero es el clásico ejemplo de que las modas incluyen de forma decisiva en el éxito o fracaso de cualquier lanzamiento. El que sea.

Hoy hace cinco años Steve Jobs presentaba en un Music Event que los de Apple se sacaron de la manga el primer iPod de la historia. Ya he hablado de ello en The Inquirer, y de cómo el feliz aniversario ha sido celebrado por todos los fans de este reproductor, que ha conquistado a millones de usuarios. Hasta el 2004 Apple mantenía una cuota del 90% de este segmento, pero con la llegada de sus competidores la cifra se ha reducido sensiblemente, pero no parece bajar del 75% con facilidad.

Y es que los iPods son toda una forma de vida, sobre todo en EEUU, donde el que no tiene un iPod es un bicho raro. Me refiero a que si tienes un reproductor MP3 que no sea el de Apple en cualquiera de sus variantes, te miran como si te hubiesen vendido la moto. La gente no solo lleva el iPod encima bien visible: presumen de él. Los americanos son así, todos con sus casquitos blancos virginales y con cara de satisfacción. Son así de notas, algo impensable en nuestro país, donde si llevas uno de esos dispositivos en el metro es mejor que lo escondas no sea que algún listillo te lo sise.

Pero como de costumbre, me estoy yendo por las ramas. La idea del post era destacar el hecho de que, por muy bueno que sea el iPod, existen alternativas que son tan eficientes o más que el producto de Apple. Hace mucho tiempo que pensaba escribir sobre el Creative Zen Vision:M, pero a pesar de recopilar toneladas de información en enero (poco después de aparecer) decidí no solo escribir sobre él, sino comprármelo. Al final sólo me lo compré 😉 Me alegro de mi decisión por muchas razones, pero eso irá en otro post, probablemente mañana, en el que trataré de comparar objetivamente (aunque las comparaciones nunca lo son) uno y otro. Por el momento destaco los artículos de Engadget, con árbol genealógico de las distintas generaciones, y de Gizmodo, cuya versión americana no es nada partidaria de los productos de Apple. Lo cual contrasta con la española, que lleva Jesús Díaz Blanco, confeso maquero desde que nació. Bueno, más o menos. Por cierto, acabo de ver que en Engadget también tienen montado un curioso cementerio de iPods. Echadle un vistazo, muy bueno.