Tecnología

Y Google mató al Chromecast

Nunca me convencieron los sistemas operativos de las Smart TV. En 2020 compré una Philips 55OLED804 y a pesar de estar dotada de Android TV, la interfaz y la fluidez eran discretas.

Por entonces ya me había comprado mi primer Chromecast con Google TV (4K), y tenía claro que quería aprovecharlo en esa tele para, entre otras cosas, disfrutar de su fluidez —claramente mejor que la del sistema de la tele— y sobre todo de su mando, que me parece un prodigio de minimalismo y simplicidad. Ya puse la foto con los mandos en aquel momento:

Pero es que como digo la experiencia era sencillamente mejor. Tras aquel primer Chromecast con Google TV (4K) —vaya rollo de nombrecito— llegó otro que acabamos usando también en la tele del salón, dejando atrás aquellas etapas en las que disfrutar en el mismo dispositivo de contenidos locales (en mi caso, el NAS) y de plataformas de streaming era un poco más farragoso.

A lo largo de los años he usado un poco de todo. En 2007 me monté aquel HTPC que estaba gobernado por Windows Media Center. De aquello hice un extenso reportaje que podéis cotillear en los enlaces, aunque las imágenes no salen. Las puedo rescatar pero las tengo un poco perdidas y es un poco rollo.

Luego llegó el apaño con la Raspberry Pi y XBMC porque usaba aquella plataforma (antecesora de Kodi) constantemente, y la cosa siguió con alguna RPi posterior. Con el tiempo acabé buscando una opción algo más potente y la encontré con un miniPC, el Chuwi HiBox Hero, pero como digo con la llegada definitiva del streaming —probé por primera vez en noviembre de 2015— tener un dispositivo que simplificase el tema era genial.

Y el Chromecast lo hacía y lo sigue haciendo. Era y es un producto fantástico, y aunque se ha quedado un poco atrás en especificaciones —el precio, eso sí, no ha bajado, qué cucos los de Google—, en estos cuatro años ha podido con todo lo que le han ido echando.

Parecía lógico pensar que Google desarrollara un producto superior. Lo ha hecho con el nuevo Google TV Streamer (4K), pero por el camino ha cometido un error fatal. O más bien, un asesinato.

Google ha matado al Chromecast.

Lo comentaba estos días en Xataka y me lamentaba allí de cómo esto es la nueva demostración de ese fenómeno llamado mierdificación. El término, acuñado originalmente por Cory Doctorow con su genial ‘enshittification’, nos habla básicamente de cómo al final las empresas nos traicionan. Lo hacen por dinero, como siempre, y aunque entiendo que una empresa está ahí para ganarlo, no estoy seguro de que logren hacerlo con ese dispositivo.

Y no lo estoy porque me parece un producto caro y un poco rácano. Sobre todo en especificaciones: el procesador es el mismo del Fire TV 4K Max —compré uno de estos hace poco para la tele de la cocina por 45 euros, el Chromecast 4K no estaba rebajado—, y aunque suben en memoria RAM y en almacenamiento, se nota que es un producto que ha sido pensado para maximizar beneficios. Esa configuración hubiera estado bastante bien a ese precio hace tres años o cuatro. Ahora no.

Pero es que además nos quieren vender la idea de que vamos a poder aprovechar funciones de IA y de domótica. Que está muy bien, salvo por el hecho de que yo a priori no las necesito y no tengo claro que las vaya usar. Y como no lo tengo claro, preferiría poder seguir teniendo la opción de comprar un Chromecast con Google TV (4K). Y por ahora voy a poder seguir haciéndolo —ahora mismo están a 68,95 euros en Amazon—, pero han dejado de fabricarlos, así que el dispositivo está matarile.

No entiendo aquí la actitud de Google. O sí, porque como digo al final todo es dinero. Este asesino codicioso podía habernos dejado con ambas opciones y que luego eligiéramos, pero no. Quieren tener su Apple TV 4K (que es bastante mejor cacharro, al menos por especificaciones) y aspirar un poco al Fire TV Cube (que creo que también lo es, salvo por la interfaz y la mayor presencia de anuncios en los cacharritos de Amazon).

Total, que estamos ante un producto que para mí es claramente peor en precio/prestaciones y que me hace una vez más preguntarme qué narices pasa con Google. La codicia desmedida de la empresa está provocando que cada vez más usuarios la tengamos como un incómodo aliado, y no como una fantástica compañera de viaje como había sido durante sus primeros años. Antes esa compañera molaba. Ahora no para de matar cosas que nos molaban a nosotros.

Matar tantos servicios y productos tiene un precio, Google.

Que la gente acabará dejando de comprarlos y suscribirse porque total, saben que un día los matarás.

Tiempo al tiempo.

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6 comentarios en “Y Google mató al Chromecast

  1. Matias dice:

    Siempre me pareció innecesario el Chromecast y nunca me fijé en adquirirlo… hasta que salió el que viene con control remoto. Que versatil es. Si hasta puedo ver mis fotos olvidadas en Google Photos como protector de pantalla que es una función que siquiera me imaginaba que podía llegar a utilizar. Espero que al menos este modelo no lo discontinuen y se pueda seguir comprando. Es de esos productos que da más beneficio de lo que cuestan.

    • Dejan de fabricarlo, pero han asegurado que el soporte se mantendrá durante el ciclo de vida de producto, así que al menos dos o tres años más yo creo que los Chromecast con Google TV estarán bien cubiertos. No han especificado cuánto tiempo los seguirán cubriendo con actualizaciones, pero espero que sea mucho.

  2. José Antonio López dice:

    Hombre, Javi, lo reemplaza por un dispositivo que va a costar $99 y que tiene mejores especificaciones. No sé cuánto costaría originalmente el Chromecast 4K, pero por ahí debía andar en cuanto a precio.

    • Ya ya, si no digo eso. Digo que deberían dejar el de siempre como opción para quienes no quieran «el caro». Ese es el problema: que solo ofrezcan el producto más caro, que por cierto, no es muchísimo mejor.

      Como comento, en CPU, memoria y almacenamiento la mejora está ahí, pero no es una mejora de «han pasado cuatro años», parece un producto de hace dos a un precio para mí elevado. Aquí el Chromecast con Google TV (4K) salió a 69,99 euros, y este nuevo costará 119 euros. La diferencia de precio en mi opinión no justifica las mejoras… aunque claro, no lo he probado.