Estos días estoy de vacaciones así que disculparéis que baje el ritmo. Sin embargo, ayer se produjo un lanzamiento del que sí quería decir alguna cosita. Se trata de los productos de CMF by Nothing, la submarca de Carl Pei -que antes cofundó OnePlus- que poco a poco está ganando popularidad gracias a algo importante:
La originalidad.
Desde el principio Nothing ha intentado ser diferente y algo más original que sus competidores. Y lo ha logrado, al menos en el apartado del diseño. Sus productos, los Nothing Phone y los Nothing Ear en sus (por ahora) dos iteraciones, no son especialmente distintos en función, pero sí lo son en forma. Son teléfonos y auriculares majetes, pero no aportan nada especialmente diferencial (ni, según los análisis, mejor) en lo que hacen. Pero al menos tratan de dar un toque original a sus propuestas, con una capa de personalización reconocible para el lanzador y algunos fuegos artificiales en ese sistema de luces de la carcasa posterior.
Con los auriculares, lo mismo. Los análisis en este caso son más interesantes y parecen una opción estupenda para quienes busquen buen sonido, pero es que además aportan ese diseño diferencial con el que Nothing claramente trata de diferenciarse del resto.
¿Significa eso que son mucho mejores? No. Pero tienen una cosa: tienen personalidad. Que teniendo en cuenta lo similar que es hoy en día todo en el mundo de la movilidad y sus accesorios, es de agradecer.
Pero hete aquí que Carl Pei ha querido aprovechar además la vieja técnica de empresas como Xiaomi, que además de su marca normal acabaron creando submarcas más asequibles como Redmi o Poco. Así es como ha llegado CMF by Nothing, un nombre un poco engorroso (Color, Material, Finish) pero que desde luego deja a las claras que aquí lo importanto efectivamente no es la función (hardware, especificaciones, prestaciones), sino la forma (diseño).
Los primeros productos de CMF fueron algo simplones y «baratos» en el sentido peyorativo de la palabra. No tenían mala pinta, pero no parecían especialmente destacables. «Casi mejor pasar», era un poco mi conclusión sobre ellos.
Pero la cosa cambió ayer. Primero, con los CMF Phone 1, cuyo mantra oficial en la web es, atentos, «Magníficos por el diseño». Aquí tenemos un móvil aparentemente estupendo de 199 euros (promoción, luego 239 para la versiókn 8/128 GB) que efectivamente es pintón y, sobre todo, otra cosa:
Simpático.
El diseño es súper llamativo. Probablemente algo chillón y polarizador, porque esa parte trasera, que es la que da juego, es «modular» gracias a esos tornillos que permiten acoplar algunos accesorios que, eso sí, pueden acabar dando como resultado un móvil un poco rarito.
En la esquina inferior derecha hay un falso dial que en realidad cubre un tornillo adicional con el que añadir un pequeño y funcional soporte, o bien un cordel o correa para poder llevar el móvil colgado al cuello.
No son ideas revolucionarias, pero son, insisto, simpáticas. No van a hacer el móvil mucho mejor, pero son originales y hasta prácticas, algo que suele escasear en un segmento ya muy trillado como el de los móviles.
El problema, claro, es que no todo son luces. Para mí el CMF Phone 1 no sería jamás una opción por dos razones. La primera, la cámara, que en los análisis preliminares se porta bien pero tampoco brilla especialmente.
La segunda, que el CMF Phone 1 no tiene NFC. Incomprensible en 2024, sobre todo porque añadir algo así debe tener un coste ridículo de, quizás, 10 euros (y probablemente me esté pasando). No tener pagos móviles a estas alturas es en mi opinión algo imperdonable, así que aunque aquí probablemente hayan buscado recortar costes en cualquier cosa accesoria, la conectividad NFC no lo es para mí.
El caso es que además de el móvil, probablemente protagonista de sus lanzamientos, CMF ha presentado dos dispositivos más. El primero, el Watch Pro 2, que parece un poco simploncete también, pero que por 69 euros parece un smartwatch competente a precio de uno casi para niños. Nada especial respecto a la competencia, ni siquiera en diseño, pero a ese precio no importa tanto. Es el cholloreloj inteligente, o lo parece.
Mucho más llamativos para mí han sido los CMF Buds Pro 2, unos auriculares inalámbricos que ya sorprendieron por la calidad de su sonido en su primera iteración y que ahora llegan con mejor tecnología y, atención, con esa renovada apuesta por un diseño simpático, divertido y funcional.
No tanto en los auriculares como tales, sino más bien en el estuche de carga, que cuenta con un curioso dial que permite controlar tanto el volumen como la reproducción como opción al control táctil de los propios auriculares.
Me parece una ideaza hacerlo así: solemos tener la mano en el bolsillo, así que juguetear con ese dial desde el estuche allí guardado parece de lo más natural. Es además una de esas cosas que hace que uno piense eso de «¿cómo es que a nadie se le había ocurrido antes?» de lo obvio que parece. Fantástico.
Es probable que de hecho acabe comprándome los CMF Buds Pro 2 (59 euros en Amazon). Será un pequeño capricho porque en realidad no los necesito mucho, pero hace tiempo que busco unos auriculares simpáticos para viajes y trayectos en mi día a día, y estos pintan precisamente a eso. A ser simpáticos.
Que no es poca cosa en el momento en el que vivimos. Resulta difícil sorprender y diferenciarse, y cada vez que aparece un móvil, un reloj inteligente o unos auriculares que promenten ser la pera limonera, a menudo, aun a pesar de serlo, no lo transmiten porque precisamente parecen un más de lo mismo.
Y CMF no, porque cuida especialmente ese apartado del diseño aunque las prestaciones puedan estar algo por debajo. Pero a este precio y con esas opciones tan llamativas, eso casi queda en segundo plano para según qué usuarios.
Lo decía en el título y lo repito ahora. Que viva la tecnología simpática.
A las masas no le gusta la originalidad. ¿O no se acuerdan de los MotoMods de Motorola?
Gusta, pero no vende. O no lo parece.
A mí el concepto de Nothing, y sobre todo de CMF (sin muchas pretensiones, a veces sorprende, y diseño diferente) también me gusta.
Sin embargo, tuve mala experiencia con los Buds Pro (anterior generación) y su imposibilidad de emparejar Bluetooth (probado con distintos teléfonos)
YMMV; suerte.
Gracias por comentar la experiencia. Veremos.
Yo tengo los Buds Pro y estoy muy contento con ellos, sin ningún problema de conexión como dice Xabik con un iPhone SE.
Mucha gente se quejaba del diseño de la caja sin saber que tiene ese diseño para soportar el móvil cuando estás viendo algún video. Yo no suelo utilizar esa función nunca pero vi a un amigo quejarse de la caja mientras apoyaba el móvil en un vaso y cuando se lo dije le cambió la cara ?
También me gusta mucho lo que está haciendo Nothing, si este CMF Phone tuviera NFC lo hubiera comprado. Lo que seguramente caiga sean los nuevos Buds, tampoco los necesito pero soy un friki de los auriculares y así dejo los anteriores para ir al Gym
Buen apunte lo de la caja, típico detalle que en efecto puede pasar desapercibido. Y gracias también por comentar lo de los auriculares, parece que hay un poco de todo.
Generalmente el desconocer esa función solo se puede dar por un fallo de comunicación en el plan de marketing. Mira los antiguos Note de Samsung, dejaban muy claro lo del lápiz en la publicidad.