Ya sé que me repito más que un disco rayado, pero como el último post fue de descanso y me salí de temas tecnológicos, vuelvo a aprovechar un ratito para escribir de eso que ha dado tanto que hablar hoy: de que la gente está devolviendo las Vision Pro.
Como veis, sigo fascinado con las gafas de realidad mixta de Apple, y me ha parecido extrañamente curioso comprobar cómo la gente encontraba un montón de buenas razones para devolverlas tras haberlas comprado. Por ejemplo, que no eran cómodas. O que les hacían daño en los ojos. O que no funcionan del todo bien. O que el passthrough es un poco castaña. O que lo que las apps floten sobre el mundo real al final acaba cansando. O que para qué trabajar con ellas si es mejor trabajar con tu monitor de siempre. O, claro, que son muy caras y total, tenía 14 días para devolverlas. Las razones, por cierto, recuerdan a otro aparatito reciente,: las Quest 3, como decía JCatNY en Reddit, también fueron devueltas por algunos usuarios.
Como digo, todas razones válidas, pero sospecho que buena parte de la gente que las va a devolver las compró pensando precisamente en devolverlas. Habrá gente que no les vea mucho sentido ahora, y de hecho varios de los que las devuelven comentaban que acabarán comprando la siguiente versión o la de después. Seguro que sí. Pero eso no es lo importante.
Lo importante es que sigo creyendo que aun siendo imperfectas, son un invento fantástico. Uno que no es nuevo, pero que puede que como dije el otro día impulse cosas chulas. Los vídeos inmersivos y una experiencia personal para ver cine y series (o jugar a videojuegos) son para mí obvias, pero supongo que habrá más.
Pero es que además no hablé de otra cosa importante: estas Vision Pro son la primera generación. La peor, la que está más verde, la que acabará siendo recordada con cariño pero con el típico «uf, ¿te acuerdas lo cutres que eran?». Apple tiene aquí mucho margen de mejora, y estoy seguro de que lo va a aprovechar para ir corrigiendo, puliendo y añadiendo un montón de características. Unas llegarán para estas Vision Pro, y otras para las próximas generaciones —diría que como poco pasarán dos años entre cada iteración, este es un producto demasiado caro— aprovechando mejor hardware que dejará atrás al antiguo.
Lo contaba muy bien Tim Urban, responsable del fantástico blog Wait but Why, que daba sus impresiones tras 40 horas usándolas. Es un análisis que tiene mucho de común con lo que ya se ha contado, pero que aporta algunas cosas chulas. Por ejemplo, cuando dice eso de que
«Tal vez la razón por la que la RV ha tardado en despegar no sea que haya algo fundamentalmente erróneo en ella».
Puede que como dice él en realidad llevemos años preparándonos para su despegue definitivo ahora que la tecnología ya ha gateado y puede empezar a andar. De momento titubea, pero la cosa promete, y aquí Urban apunta algo en lo que yo había pensado pero que no había transmitido:
«El pellizco con dos dedos es actualmente el único gesto. Se irán añadiendo más. Con el tiempo, puede haber docenas de maneras de hacer gestos con los dedos, cada uno de ellos un comando diferente, como los actuales atajos de teclado».
Así es. Estoy seguro de que acabará habiendo más gestos con los que hacer más cosas. Yo que sé: subir el volumen poniendo la mano como si giraras un dial y rotándola, como en Minority Report. Miradle ahí, haciendo tijeritas, descartando pantallas con un gesto de tirar algo por la ventana, manejando sus particulares Vision Pro a lo bestia.
No sé si lo sabéis, pero Steven Spielberg consultó con un montón de expertos en tecnología para plantear un futuro plausible. No una utopía, no: en Minority Report se esforzó en pintar un futuro que probablemente acabaría siendo similar al real. Hay escenas ahí alucinantes, y yo por ejemplo recuerdo la de la publicidad personalizada cuando sale por la calle y las cámaras detectan sus pupilas. Súper chungo.
Pero me estoy desviando. De hecho se me ocurre que igual Apple acaba creando accesorios como esos guantes que se ponía Tom Cruise y que aportarían algo que a mí me resultó curioso: no hay sensación háptica, y creo que eso sería la pera limonera para aumentar la sensación de inmersión.
No sé si eso llegará —Apple es bastante top a la hora de vender accesorios—, pero las Vision Pro 2.0 y sus sucesoras contarán con mejoras en un montón de apartados. Por ejemplo, en la App Store, mucho más completa —TikTok ya está ahí, miedito—. O en lo de las ‘personas’, que serán cada vez más realistas (ya ha habido mejoras con la nueva actualización). No me parece descabellado pensar que acabe habiendo avatares de personas artificiales creadas por una IA que te hacen compañía (o ligan contigo). Como tampoco cosas mucho más factibles y cercanas: los eventos deportivos o los espectáculos en directo o diferido serán casi mejores que estar en el partido o concierto. Sin colas, sin pasar agobios. Para mucha gente la realidad seguirá siendo mejor, pero para otros tantos poder evitar esas «molestias e incomodidades» compensará a tope, seguro. Y muchos más cambios y mejoras que o bien implementarán las Vision Pro o bien implementarán otras. Se llamen Meta o se llamen de otra forma.
No sé. Yo cada vez lo veo más claro. Id preparándoos para un mundo lleno de gafas.
Esta mañana mi jefe y un compañero comentaban la noticia de las devoluciones, y mi jefe decía que no creía que fueran a tener tan malas ventas a pesar de ser una versión 1.0 con mucho margen de maniobra. Su justificación, las series y películas: ¿cuánto cuesta tener una pantalla de un tamaño grande y la gente lo gasta? Estas gafas te permiten tener la pantalla mega grande en tu mini habitación o en la cama, a un precio similar de la super pantalla.
Como yo no soy de tener televisor de 100 pulgadas, sé que no es para mí, pero puedo verlo con otros.
Eso es. Lo comentaba en Xataka: esa pantalla gigante que te puedes montar rápidamente con esto es muy buena alternativa para quienes disfrutan de contenido ellos solitos, vivan a su bola o no.
Hay una analogía muy clara: la música. Unas veces la escuchas con gente y la disfrutas, pero otras muchas la escuchas con unos auriculares a tu bola y disfrutas de esa experiencia más personal. Pues esto es lo mismo, pero con cine, series o juegos.
Un poquito más caro que unos auriculares, eso sí.
Es que a efectos prácticos, no aporta mucho más que la competencia, en lo que sobresale es por potencia y características internas con un s.o solvente que aunque sorprende no innova. Mejora la experiencia de algunas aplicaciones que ofrece la competencia pero al final es lo mismo pero «más bonito», eso sin contar con el catálogo de aplicaciones y juegos y la compatibilidad con pcvr y ya no hablamos del precio. Mi conclusión es esa si podemos hacer lo mismo e incluso más, sacrificando la calidad y gastando 7 veces menos ¿que preferimos? De ahí parte de las devoluciones y por supuesto que las VR no están echas para todos y dudo que acaben sustituyendo a móviles, televisiones u ordenadores porque si en la práctica se puede pero no sabemos cómo nos afectará tener dos pantallitas pegadas a los ojos durante tanto tiempo, no creo que se deba abusar de ello por nuestra propia salud.
Al precio actual supongo que tardarán en despegar, pero es un comienzo. Poco a poco. Aún así la aureola de producto de nicho tengo mis dudas de que se la llegue a quitar.