Lo comentaba esta mañana con los compañeros de Xataka: a todos nos encantan los móviles compactos, pero (casi) nadie los compra. Lo demostraron las sucesivas rendiciones de los Sony Xperia Z Compact (primero) y los iPhone SE (al menos un poco) y los iPhone mini (después). La conclusión era clara.
Los teléfonos pequeños no se venden.
Eso ha hecho que ahora todos estemos muy contentos con los zapatófonos de más de seis pulgadas que antes hubiéramos considerado una absoluta locura y que ahora nos parecen perfectos. Es normal: usamos esas pantallas casi como las de nuestros ordenadores: queremos ver vídeo, queremos jugar y queremos navegar por la web o escribir como si nada.
Pero todo tiene un límite, y no parece que haya mucho margen de maniobra: en la actualidad la mayoría de fabricantes siguen una estrategia parecida, y ocurre algo curioso en los últimos años en la gama (súper) alta. En esa gama tenemos:
- Móvil de 6 a 6,2 pulgadas: más asequible, más capado en fotos y batería.
- Móvil de 6,7 pulgadas: más caro, súper tope de gama, las mejores cámaras y más batería.
Los ejemplos más importantes aquí los tenemos en el iPhone 15 Pro / iPhone 15 Pro Max y en el Pixel 8 / Pixel 8 Pro. En ambos casos me pasa que me encantan las prestaciones de los modelos grandotes, pero no me encanta su tamaño. Y mi debate con los compapñeros era claro: ¿por qué no puedo tener un iPhone 15 Pro Max del tamaño del iPhone 15 Pro? ¿Por qué no un Pixel 8 Pro del tamaño de un Pixel 8?
La idea, claro, es que tuviéramos todo lo que tienen los grandotes —salvo la batería, impepinable— pero metido en un cuerpo más compacto. Ni Apple ni Google —ni ninguna otra que se me ocurra ahora— dispone de un modelo súper tope de gama que haga eso: todos son gigantes, de 6,7 (o más) pulgadas.
¿Por qué? ¿Por qué me dan la paliza con el tamaño, si yo sería feliz con un dispositivo de 6,2 pulgadas, como la diagonal del Pixel 8, o mejor aún, de 6,1 como ofrece el iPhone 15 Pro?
Comentaban algo en esa línea este fin de semana en The Verge con una buena reflexión de Sean Hollister titulada ‘So long, small phones‘, y en ella comparaban los tamaños de los móviles que antes llamábamos «compactos» con dispositivos actuales como el Pixel 8, el iPhone 15 o el Galaxy S23. ¿La sorpresa? Que aquellos compactos no lo eran tanto (por los marcos, claro), y que hoy en día las 6 pulgadas son una buena opción si no quieres tanto tamaño de pantalla.
Para mí el problema es esa diferenciación artificial que hacen empresas como Google y sobre todo Apple en sus dos modelos de gama alta. En el Pixel 8 y el Pixel 8 Pro la diferencia entre cámaras y opciones software es muy dolorosa —¿por qué teniendo la misma cámara principal no tengo acceso al modo Pro en el Pixel 8, por ejemplo?— y el el iPhone 15 Pro y el iPhone 15 Pro Max hay menos difrencias —el teleobjetivo—, así que si uno valora más el tamaño frente a la autonomía de la batería, la opción está ahí.
Aún así, insisto, ¿por qué el iPhone 15 Pro no puede tener el teleobjetivo 5x? No creo que haya aquí una limitación técnica o siquiera de espacio. De hecho la perjudicada aquí es la batería (3.274 mAh frente a 4.4.22 mAh), porque la diferencia es demasiado importante. Aquí la solución sería, lógicamente, hacerlo más gordito, aunque supongo que ahí tampoco hay mucho margen de maniobra. Pero oye, son Apple. Que se lo curren.
Y lo mismo con el Pixel 8, que está demasiado limitado respecto al Pixel 8 Pro en varios apartados. De nuevo es probable que la batería salga especialmente perjudicada, pero yo me pregunto por qué los súper tope de gama tienen que ser tan grandes. Que sí, que la batería es importante, pero lo suyo es que igualasen el resto de prestaciones. Si alguien quiere más pantalla y batería, pues que se compre el grande, pero para los que no necesitan eso por lo que sea, pues que tiren al modelo más compacto. Yo por ejemplo no tengo estrés por la batería: currando en casa siempre lo tengo al 100% y cuando salgo es difícil verme un día en apuros.
En fin. Que esa diferenciación me parece un tostón. Y no parece que la cosa vaya a cambiar. Más bien al contrario: que un teléfono sea más compacto normalmente significa que es más guarripeich.
Qué cosas.
¿Tanto da un centímetro y pico que es, según mis cálculos, la diferencia?
Desde hace unos cuantos años tengo presbicia, así que caballo grande ande o no ande.
Es más, el móvil que más me gustó fue un tabletofono de 7 pulgadas donde lo veía todo perfectamente. Hace bastantes años que se puso lentísimo y lo tuve que cambiar. Y esos si que tenían un buen marco.
Si me espero unos años más seguro que ya llegan de nuevo. 🙂
Uf, no sé. Para mí comodidad en mano/bolsillo es importante. También tengo presbicia que va a más y aunque aguanto con texto en tamaño normal, acabaré aumentando el tamaño para leerlo mejor porque empiezo a verlo todo chungo. Desde luego las pantallas grandes ayudan en esos casos, pero también lo hacen unas gafas, que me temo que acabarán siendo compañeras inseparables (argh).
Las mujeres, al llevarlo en el bolso, no tenemos problemas de tamaño. Yo estoy encantada con las pantallas grandísimas. De hecho, ya tengo el 8 Pro
Es un buen apunte, gracias Chelo. ¿Qué tal el móvil, qué tal la cámara?
Aquí otro amante de los teléfonos más pequeños. Tras tres años con un oneplus nord, cada vez que vuelvo a coger mi antiguo mi 9, deseo volver a esos tamaños.
En android existe una alternativa de teléfono pequeño, potente y bonito:
El Asus Zenfone 10.
No verás desafortunadamente muchos de ellos por la calle, porque se trata de una combinación bastante cara.
Ya 4 meses desde su lanzamiento y ahora en oferta por 790 la versión de 256.
El teléfono chollo en esos tamaños es el Xiaomi 13 que ronda los 700 euros.
El google pixel 8 creo que se venderá más.
El Zenfone 10 mola, sí, pero no es tan distinto del Zenfone 9 del año pasado que yo sepa, y si te fijas en el artículo de The Verge, ojo: no es mucho más pequeño que el Galaxy S23 o el iPhone 15.
El Xiaomi 13 tampoco está mal, cierto, pero insisto, mi queja es con esa manía que les ha dado a los fabricantes por capar los modelos tope de gama para luego lanzar los súper tope de gama con diagonales más grandes y alguna opción más un poco artificiosa que podrían haber colado en el modelo pequeño. Es una lata.
A mí también me encantaría que hubiese móviles compactos, y no solo en la gama alta, sino en gamas más bajas.
En noviembre hará tres años que tengo el Redmi Note 9 Pro desde el que escribo esto (6.7″). No conozco ninguna opción (o eso creo) que ande en torno a las 6″ en esos rangos.
Los Note ya sabes que por definición son grandotes. ¿Quizás un Pixel 6a del año pasado?
En eso tienes razón, tocayo.
Note=grande ?
La verdad es que, por ahora, estoy contento con mi móvil actual, así que aún no lo voy a cambiar, pero sí, un Pixel a no parece mala opción
Totalmente de acuerdo contigo, tengo el Pixel 8 Pro por esas cosas que comentas que el 8 no tiene.
Si me metieran en el 8 todo lo del Pro salvando el tamaño de pantalla y la bateria,seria mi compra sin duda,mientras tanto sigo llevando un ladrillo en el bolsillo.
Y hasta hace unos años algunas marcas si sacaban teléfonos iguales salvando la bateria y pantalla, pero ahora se ve que hay que diferenciar mas el Pro de lo «básico».
Pd: tengo un Pixel 5 rondando por ahi que cuando lo cojo se siente de juguete en comparación,que maravilla de tamaño.
Pues telefonazo, y por lo que dicen, súper cámara, ¿impresiones? Lástima de tamaño, porras. Ese Pixel 5 fue muy buen Pixel, por cierto.
Pues me llegó el dia antes de irme diez dias de vacas,y me lo lleve sin configurar junto con mi 7 Pro,y he de decir que wow.
La camara es sobresaliente digan lo que digan,y luego Google les hace algo en post que le da aun mas HDR,no es ni medio normal.
Y la pantalla es una maravilla,y los altavoces que suelen ser poco mencionados,mejoran mucho al 7 Pro en rotundidad y sensacion stereo.
He tenido tambien el 6 Pro,y ahora si que si,este es un telefono redondo. No es una revolución,es una evolución hasta alcanzar un punto dulce en el que no se le ve un punto debil.
Pd: si,el Pixel 5 fue una maravilla en su momento,pequeño,comodo a mas no poder y con una camara en aquel entonces que sorprendia,tuve comprarlo fuera pero valio la pena.
Gracias por esas impresiones Carlos. Disfruta mucho de ese telefonazo!
Estoy de acuerdo totalmente, quiero un teléfono de 6,2 pulgadas con las mismas opciones que uno grande.