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Oppenheimer: del libro a la peli

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Este año recibí varios libros como regalo de cumpleaños. Uno de ellos fue ‘Prometeo americano: El triunfo y la tragedia de J. Robert Oppenheimer‘. De primeras me asusté por sus 864 páginas —y la letra no era precisamente Barco de Vapor—, pero lo cierto es que me puse a leerlo a los pocos días.

La biografía de Oppenheimer es desde luego interesante, pero fiel a mi revelación —no hace falta que termines ese juego, o esa novela, o esa peli— no me lo terminé. A partir de la página 500 la cosa se pone especialmente densa, y eso que ya lo era desde el comienzo. Es en ese momento cuando los autores narran todo el proceso de la caza de brujas que provocaron que Oppenheimer acabara desprestigiado para luego volver ser elevado al más alto de los pedestales en EEUU.

El caso es que tenía ganas de leerme el libro en parte porque la película dirigida por Christopher Nolan tenía una pinta estupenda. Sin embargo no fui a verla inmediatamente: tras dejar el libro, me temía que igual la peli me iba a dejar un poco frío. Las críticas fueron llegando y lo que leí y vi me reafirmaron. Pregunté a mi buen amigo Juanky —que además fue quien me regaló el libro, él es un apasionado del tema— y me dijo que a él la peli le había encantado y que no podía dejar de verla. El problema es que a Juanky le gustan las pelis «difíciles», como decimos él y yo, y sé que esta era un poco de ese tipo. Seguía sin estar del todo convencido.

Pero al final Sally y yo fuimos a verla. Lo hicimos ayer, en el Kinépolis de Ciudad de la Imagen, que está a tiro de piedra del miniresort burgués y que atención, estaba petado. Me extrañó porque pensé que en agosto estaría fuera medio Madrid, pero parece que el día del espectador tira mucho. De hecho hasta el parking lateral exterior, que la mayor parte del año es un erial, estaba bastante lleno. Qué alegría, la verdad, comentamos.

¿Qué me pareció la peli? Lo comenté brevemente en Twitter, y lo cierto es que si queréis dejar de leer podéis hacerlo aquí, porque ese es el resumen de mi opinión. A ‘Oppenheimer’ le sobra, como al libro, la parte final, pero es que el resto de la película tampoco me llamó demasiado la atención.

Tiene cosas estupendas, desde luego. El montaje, que va mezclando diversos momentos de la vida de Oppenheimer, es estupendo y logra que a pesar de esos saltos temporales no te pierdas. El uso del blanco y negro en algunas escenas y del color en otras es también llamativo. He leído que Nolan explicó que las de color son desde la experiencia subjetiva de Oppenheimer, mientras que las de B/N son «una vista más objetiva de la historia desde un punto de vista distinto del protagonista». Bien, aunque durante la peli es imposible adivinar por qué unas son así y las otras asá. Decisión creativa respetable y original, pero creo que usar el color en toda la peli hubiera sido razonable porque en ningún momento se explica qué pasa en el blanco y negro y qué en el color.

Luego está la música y el sonido, que son espectaculares pero que podrían haberse utilizado igual en cualquier otra película de Nolan. A mí de hecho me recordaron mucho a los efectos de las pelis de Batman, con unos efectos a volumen demencial —la viñeta de ‘Yes, But’ que he visto hoy va un poco de eso, aunque se refiera a la tele en general—, y lo cierto es que acompañan muy bien a la película y diría que la espectacularizan aún más que las imágenes y la fotografía, que a mí me pareció más bien cruda, sin querer buscar ese efecto de otras pelis en las que uno podría usar cada fotograma como un fondo de escritorio.

Pero lo que me decepcionó fue la historia. Aquí es donde se nota cómo las adaptaciones de los libros hacen lo que pueden, porque la cantidad de detalles de la biografía de Oppenheimer que los autores dan en el libro es sencillamente apabullante. Muy poquitos llegan a la película, que aun siendo larga (tres horas) no capta un montón de cosas que los autores explicaban largo y tendido en esas 864 páginas. Nolan supongo que tuvo que hacer aquí mucho uso de tijera porque al ritmo que cuenta las cosas —se lo toma con calma— una peli con todo lo que dicen en el libro probablemente hubiera durado un par de días.

Esa falta de detalles me apena porque había muchos que eran especialmente interesantes en esa parte que a mí me molaba más, que era la del desarrollo del proyecto Manhattan. Juanky, por ejemplo, echó de menos detalles más técnicos, y creo que alargar esa parte sacrificando la parte final hubiera sido igualmente razonable. De hecho yo me imagino un final muy distinto: la peli debería haber terminado justo después del lanzamiento de las bombas con un primer plano de Oppenheimer aturdido, asombrado y aterrado a partes iguales por el horror que había creado —y que hubiera creado otro si no hubiera sido él—. Luego fundido en negro, y otro fundido para mostrar un texto que contara brevemente qué fue de su vida. Pin pan. Algo curioso respecto a eso: en el tráiler no hay apenas mención alguna a esa última parte de la película. ¿Por qué? Probablemente porque sabían que lo que quería la gente era, en esencia, que la historia se centrase en la bomba.

En cuanto a los actores, madre mía, menudo plantel. Que un ganador del Óscar como Rami Malek tenga un papel en el que sale unos 30 segundos y creo que dice dos frases es alucinante, pero es que hay un montón de actores y actrices de primer nivel que están en un segundo plano absoluto y pululan alrededor de Cillian Murphy —que tiene muchas papeletas para el Óscar, aquí coincido con Juanky— y un poco menos de Robert Downey Jr. o de Matt Damon, que me gustó especialmente. Emily Blunt y Florence Pugh, las únicas actrices destacadas, tienen papeles pequeñitos pero significativos, pero lo que le ocurre a Rami Malek les ocurre a otros actorazos como Kenneth Branagh, Josh Harnett, Matthew Modine, Casey Affleck o Gary Oldman, que no parecieron tener un problema con ser secundarios de lujo de la producción de Nolan.

Quizás Nolan se haya pasado. Antes de la peli yo vi alguna que otra entrevista que le hicieron —la mejor, para mí, esta del canal HugoDécrypte— y me parece un tipo súper interesante y racional. No sé. Quizás se haya cumplido el célebre «quien mucho abarca, poco aprieta», porque la peli, que da la sensación de ser inmensa en todo (duración, presupuesto, reparto, montaje) se queda algo escasa a la hora de contar lo importante de la historia de Oppenheimer —la creación de la bomba atómica— y la rodea de toda esa otra parte de la vida del físico, que debido a sus relaciones con círculos comunistas acabó teniendo muchos problemas en Estados Unidos. Pero claro, esto es una peli que Nolan supongo que ha hecho para el público americano, así que toda la parte de la caída y auge de Oppenheimer tras la II Guerra Mundial a ellos les tocará más la patata. A mí, la verdad, el tema del «juicio» —que no lo fue— me la refanfinfla y me parece bastante tostón. Lo dicho: sobra.

Lástima, porque el libro y sobre todo la vida de Oppenheimer daba para mucho más. O eso creo yo, claro.

Lo dicho. Un 6.

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7 thoughts on “Oppenheimer: del libro a la peli

  1. Ana says:

    Otro físico involucrado en el proyecto Manhattan que tiene una biografía interesante es Richard Feynman. Era un tipo la mar de interesante que debía de dar bastante asquito (desde el punto de vista de envidia cochina, 🙂 ) porque no sólo tenía un cerebro privilegiado, sino que además era todo un personaje con carisma, nada que ver con la imagen de científico asocial.
    Un libro que no es exactamente una biografía, pero que cuenta anécdotas de su vida como se las relató a uno de sus colaboradores y que se lee muy bien, es ¿Está usted de broma, Sr. Feynman? Pasa muy por encima en los efectos de darse cuenta de lo que construyeron en el proyecto Manhattan, pero en cambio cuenta anécdotas de cosas a las que se dedicaba mientras estaban encerrados o casi encerrados, siendo el vivo ejemplo del dicho: «Cuando el diablo no tiene que hacer, mata moscas con el rabo».
    Es muy posible que alguien acabe haciendo otra película de ese personaje.

    • He leído algunos reportajes sobre él y efectivamente debía ser espectacular como físico y como persona. Me apunto el libro Ana, gracias.

      Me dio un poco de rabia que en el libro apenas se le mencionara -si apuntan a que debía ser un prodigio – y en la peli solo sale la famosa anécdota de que fue el único que no se puso las gafas tintadas para mirar la explosión. Una peli sobre su vida seguro que estaría genial.

  2. joan says:

    Va por delante que no he visto la película, y creo que no voy a ir a verla. La vida de Oppenheimer no me resulta desconocida. Ni me es desconocido el proyecto Manhatan. Hay multitud de literatura y documentales.

    Puestos a hacer una película (y por tanto ficción) yo hubiera elegido la bomba del otro bando. Como se ve en este video https://www.youtube.com/watch?v=ccBjfB5UOkw ( ¿Saboteó Heisenberg la Bomba Atómica Nazi?
    de QuantumFracture) da mucho mas juego. Aunque, dependiendo de hacia donde tire la historia, seria muy polémica.

  3. Koke Laast says:

    A mí la película me gustó mucho y aunque yo hubiera querido más detalles técnicos, entiendo que eso hubiera sido un documental. Sin embargo se centra en un tema que yo desde luego desconocía y que da mucho más juego en el cine: los problemas políticos que surgieron cuando los rusos hicieron una bomba sospechosamente parecida a la americana apenas cuatro años después. El mal rollo tuvo que ser muy chungo sobre todo teniendo en cuenta el dineral que se habían gastado y el peligro brutal de esas armas. La parte final de la película para mí es precisamente la más interesante. Josh Harnett no tiene un papel secundario y lo siento pero a Rami Malek no lo trago: me parece que el Óscar le viene gigante y el tiempo le pondrá en su sitio, de secundario solvente. Los demás tienen sus momentos estelares y supongo que podemos estar ante un nuevo efecto Woody Allen y los actores prefieren rebajar sus exigencias con tal de estar en una peli de Nolan.

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