Ya he dicho en varias ocasiones que creo que las criptomonedas en general y bitcoin en particular tienen cierto futuro. No sé cual, pero diría que el segmento financiero actual está muy lejos de ser perfecto y bitcoin o Ethereum proponen algunos enfoques prometedores en ámbitos como la trazabilidad o la posibilidad de evitar intermediarios en transacciones económicas.
Pero claro, no las tengo todas conmigo. Cuando hablo del tema con amigos suele haber mucha polarización, rollo amor-odio. O crees que bitcoin es maravilloso y el futuro, o crees que es una búrbuja o un esquema de Ponzi —o los dos—.
Esta semana leía la entrevista que Current Affairs hacía a Nicholas Weaver, un académico que lleva años estudiando este segmento y que tiene claro que este mercado es una «idea terrible que acabará en desastre». Y cito:
«Así pues, el mercado de valores y el de bonos son un juego de suma positiva. Hay más ganadores que perdedores. La criptomoneda comienza con suma cero. Así que comienza con un mundo donde no puede haber más ganadores que perdedores. Tenemos sistemas como este. Se llaman hipódromos. Se llaman casinos. La inversión en criptomonedas es realmente un juego de azar en un sentido económico. Y luego hay diseños donde esas facturas de energía tienen que ser pagadas en alguna parte. Así que en lugar de suma cero, se convierte en una suma profundamente negativa.
Efectivamente, entonces, las analogías económicas son el juego y un esquema Ponzi. Porque los beneficios que se dan a los primeros inversores se quitan literalmente a los últimos. Por eso llamo al espacio en general, un esquema Ponzi «auto-armado». No ha habido ninguna intención de hacer un esquema Ponzi. Pero debido a su naturaleza, eso es lo único que puede ser».
Lo cierto es que lo que dice Weaver—que dice que las criptodivisas deberían arder en el infierno— tiene sentido en algunas criptomonedas, y ciertamente muchos de los que invierten lo hacen, yo diría, por especular, simplemente esperando que el valor acabe subiendo porque un número suficientemente grande de gente lo cree.
Pero es que comentaba en aquel post de ‘La Casa de Papel’, el dinero es en buena parte una construcción psicológica. Como el oro: es valioso porque le hemos conferido ese valor entre todos. Y con el bitcoin la gente está haciendo algo similar. No sé si es una reserva de valor. No sé si es un oro 2.0. Pero algo parece que es, como algunas otras criptomonedas que, como Ethereum, plantean temas ya más complejos.
El caso es que este tipo de discursos que apuntan a esa burbuja o ese esquema de Ponzi se hacen ahora más notorios, y lo hacen por la sencilla razón de que bitcoin, como el resto de criptodivisas, se ha pegado un batacazo colosal. Ha perdido cerca de un 60% de su valor —otras han perdido bastante más, mirad la debacle de LUNA— y lo curioso es que este mercado ya no va tan a su bola como antes: antes la bolsa en Wall Street podía bajar y eso no afectaba (o no lo hacía mucho) al valor de bitcoi, pero ahora lo curioso es que las criptos se han convertido, como decían en The New York Times, en un valor tecnológico más de la bolsa.
Y mientras, claro, están los que odian o critican a bitcoin y al resto de criptodivisas, y que como decían en The Atlantic, se alegran de que no les haya pasado a ellos. Es, como dice el editor (que confesaba haber invertido «un par de miles de pavos»), una sensación estupenda esa del «os lo dije, os la íbais a pegar».
Habrá de todo, desde luego. Gente estúpida que se hipoteca para invertir en criptos y gente lista (o al menos, menos estúpida) que se toma esto como lo que (creo que) es: una apuesta. No ya a que subirá (que también), sino a que todo esta idea puede tener algún sentido.
Para los de «os lo dije», por cierto, lo de pegarse batacazos es casi un deporte para bitcoin. Ya en 2013 (cuando casi ninguno la conocíamos) se había pegado varios. Luego ha tenido otros aún más importantes, pero una y otra y otra vez ha vuelto a acabar recuperándose y subiendo de valor más que la época anterior.
No sé. Por algo será.
Yo soy, quizás era, porque con el tiempo he visto que no se lo están poniendo nada fácil, de los que pensaba que era una tecnología con un potencial increible para cambiar la forma en que funciona el mundo.
Con el tiempo he dejado de ver las cosas tan claras porque, evidentemente, el sistema conspira para que eso no pase y todo cambie para que todo siga igual.
Los gobiernos no van a permitir que sus bancos centrales pierdan el poder de dictar las políticas económicas que nos afectan a todos. De ahí que permitan que sea utilizado como un medio especulativo pero no como una moneda. Los medios de comunicación trabajan duro para que la población lo asocie con delincuentes que hacen actividades ilegales, de modo que lo teman y se alejen lo máximo posible.
Finalmente los especuladores han encontrado un medio lleno de oportunidades para robar a incautos que no entienden, ni quieren entender nada de tecnología, ni de economía.
Son tiempos muy interesantes en los que se están librando grandes batallas en el campo tecnológico. Batallas que son ignoradas por la mayoría de la población.
Puede que haya un poco de eso, sí. También está el hecho de que antes esto era coto de algunos friquis, ya hora muchas instituciones y empresas están metiéndose en el segmento, probablemente porque ven una forma fácil de especular y quizás con sus recursos pueden hacerlo mejor que otros. A saber.
Pero sí, hay aquí tema y futuro interesante.
Muy de acuerdo con el comentario de NADIE, yo también creía que Blockchain cambiaría mucho muchas cosas, entre otras cosas el uso de las monedas. Y cada vez creo que está abiendo más resistencias de los grandes poderes a cambiar mucho nada, ya que los grandes perdedores serían ellos. Simplificando mucho, por ejemplo, ¿sería USA la misma potencia sin un USD detrás? es lógico que estos poderes que tan bien les ha ido sean reacios y reticentes y luchen por mantener un status quo que les ha favorecido.
Pingback: Esto del bitcoin me suena | Incognitosis