Hay quien dice que Black Friday es una estafa. Que en realidad ese día (o esos días) es uno de los peores del año para comprar cosas. En The Motley Fool, analista financiero que habla un poco de todo, comentaban cómo aprovechan algunas ofertas clave para atrapar a la gente y que al final esa gente compre otras cosas que o no necesitaba o no están en oferta (o ambas cosas).
También acusaba a muchos comercios de ofrecer versiones de baja calidad de productos populares. Derivados con «materiales más baratos», y ponía el ejemplo de las teles, que de repente están disponibles a precios estupendos y con números de modelo que nunca se habían visto antes.
Pero el argumetno final es el que más me gusta. «Recuerda, comprar una tostadora de 80 dólares que no necesitas por 40 dólares no hace que ahorres 40 dólares, sino que desperdicies 40 dólares».
Los argumentos son un poco de perogrullo. Por supuesto que este momento de compras puede hacer que te des un capricho extra, y por supuesto que los fabricantes pueden aprovechar para vender productos derivados que son peores que aquellos de los que provienen. Incluso puede que te encuentres con una tostadora que no necesitabas, pero, ¿sabéis qué?
Que eso pasa todos los días del año.
La solución tanto el resto del año como en estos días del Black Friday es obvia: tener sentido común. Invertir en lo que uno usa, como siempre digo, o más bien en lo que cree que va a usar. Hacer compras con sentido —aunque oye, un capricho al año no hace daño— y hacerlas revisando que el producto es el que uno realmente está buscando.
En Lifehacker también mantenían el mismo discurso, quejándose de que el Black Friday en realidad «dura como tres semanas», y eso es también muy cierto, pero una vez más, aquí que cada uno haga de su capa un sayo y sea consecuente, porque aunque este Black Friday es algo distinto por la escasez de chips y materia prima, sigue habiendo chollos importantes.
Lo sé bien porque para eso publico los Incognichollos aquí, en Twitter y en Telegram. Hacerlo durante los últimos meses hace que para ciertos productos reconozca rápido que hay chollo a la vista. Es cierto que en muchos el chollo no es tan importante: un producto rebajado ahora puede haber estado a ese mismo precio de rebaja hace meses, pero chavales, sigue siendo una rebaja notable ahora, como lo era entonces. Lo único que eso significa es que hay productos que van subiendo y bajando de precio según la demanda y el inventario del fabricante. Lo normal, vaya.
Hay unos cuantos buenos ejemplos que tumban lo dicho por los artículos citados. La tele LG OLED65C16LA (1.349 euros en ECI, baja de 2.599) es probablemente el mejor para desmontar lo de que no es buen momento para comprar tele, pero es que ha habido una verdadera avalancha de ofertazas en este sentido. Están también la Samsung 65Q68A (2021, 779 euros en Amazon, baja de 1.249) o la propia TV Philips 55OLED804 que yo compré el año pasado por 1.100 euros y que ahora está a 889,99 en Amazon (sí, lo ha estado en otras ocasiones anteriores, es lo que decía antes).
Pero es que el ejemplo se repite en muchas otras categorías de producto. Hay precios estupendos en muchos cacharritos de Amazon. A mí me ha llegado hoy mi Fire TV Stick con controles de volumen, que me ha costado 22,99 euros y que me viene estupendo para la tele 1080p de la cocina, pero lo mismo podría decirse de otros productos que ojo, no están más bajos de lo que los hemos visto en otras épocas del año, pero que sabíamos que en Black Friday iban a estar más baratos seguro. Eso es ya de por sí interesante.
Y con portátiles lo mismo. Hoy publicaba el ASUS VivoBook 15 OLED K513EA-L11253T, que tiene pantalla OLED y cuesta 699 euros en Amazon (¿estamos locos?), pero incluso me mola el Surface Laptop 4 a 799 euros en ECI (baja de 999) o incluso un simpático Surface Laptop Go a 529 euros en Amazon (baja de 799,99).
En móviles diría que no he visto tanta súper oferta, pero es que los chollos están por todos lados. Los auriculares Sony WH1000XM4 estuvieron ayer a 249 euros en Amazon (jamás los vi más baratos, pero hoy ya están algo más caros, a 288,89 euros), y hoy la Xbox Series S está a 269,50 euros en Amazon (también mínimo histórico). El monitor de ensueño Samsung Odyssey G9 está ya a 1.099 euros (y es la versión top) y en dispositivos de almacenamiento los precios son de risa en SSD tanto SATA como M.2 o unidades externas.
No sé. Igual la gente de Motley Fool o la de Lifehacker están a otra cosa mariposa, pero creedme: Black Friday no es ningún fraude. No si tienes sentido común y te lo curras un poco. Hay verdaderos productazos, y si crees que los vas a aprovechar difícilmente habrá mejor momento que este para comprarlos. Que sí, que luego esos productos pueden estar igual de baratos (o puede que más) en algún otro momento a lo largo del año, pero saber que muchos lo van a estar estos días es como disparar con muchas más probabilidades de dar en el blanco.
Feliz caza, chicos. Pero insisto: invertid en aquello que vayáis a usar. Bueno, y si se tercia algún capricho, pues dáoslo (sin locuras), caray, que para algo está el dinero.