Llevaba tiempo pensando en comprar y probar ‘Star Wars: Squadrons’, el juego de Electronic Arts del que había leído buenas críticas y que me apetecía probar por una cosa en particular: la realidad virtual.

Pues bien, hoy lo he hecho. Todo gracias a mi suscripción a Xbox Game Pass Ultimate, que es una inversión que poco a poco va dando sus frutos y que me ha permitido disfrutar ya de algunos ratos estupendos probando algún juego que probablemente nunca hubiera comprado. Resulta que hoy han llegado al catálogo de este servicio más de 60 juegos de EA Play para PC. Ya lo habían hecho en Navidad a la consola, pero la llegada de los juegos al PC era importante por títulos como este, que yo quería probar con mi HP Mixed Reality Headset, que compré hace ya unos añitos y que de cuando en cuando aprovecho para sumergirme en esas experiencias.

El vídeo aquí incluido (en inglés) es una buena introducción, aunque claro, no ver las cosas en realidad virtual hace que sea difícil percibir cómo es realmente jugar a este juego en realidad virtual, pero creedme: es muy, muy chulo.

Todo lo que había leído de Squadrons es cierto: es espectacular en realidad virtual, pero sobre todo es difícil. Es complicado aclararse con los controles (he jugado con el mando de la Xbox) porque en el espacio no tienes un horizonte como en simuladores de vuelo: no hay nada debajo de ti. O sí, pero en realidad todo está a tu alrededor, y la referencia del sensor/radar de dónde están tus objetivos es bastante difícil de seguir: que te ponga que lo tienes delante no significa que esté literalmente delante: puede estar un poquito delante pero justo debajo (o encima) y por eso no lo ves.

Yo me he vuelto un poco loco, aunque es cierto que el modo historia mola bastante y te va guiando poco a poco a la hora de controlar la nave. Yo le he pillado un poco el tranquillo ya hacia el final de mi sesión (juegas tanto con Tie Fighters como con X-Wings, por ejemplo), pero el problema es el de siempre, al menos con mis gafas de realidad virtual: me mareo bastante.

Es un viejo problema de la realidad virtual que según dice se ha aliviado mucho con los últimos modelos, que gracias a su resolución y tasa de refresco minimizan el célebre problema de la cinetosis, que yo sufro constantemente y que por ejemplo hizo que aprovechara muy poco la oportunidad de volar con mi padre en su ultraligero. No lo pasaba especialmente bien (o más bien, mi cuerpo no lo hacía) en aquellos vuelos, y lo mismo me ocurre con estos juegos y estas experiencias, que me hacen tener un mal cuerpo importante si el escenario es un poco este relacionado con vuelos, sean en nuestro planeta —probé Microsoft Flight Simulator 2020 por esto mismo, y ocurrió igual— o en el espacio que nos pinta ‘Star Wars: Squadrons’.

Dicho lo cual, el efecto es, insisto, súper chulo. Volveré a darle un poco de cuando en cuando, porque la verdad es que la experiencia está realmente lograda. Qué juegazo, caray. Que viva Xbox Game Pass 🙂