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Buscando un banco (3ª parte): epílogo

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El pasado mes de julio os narraba la primera parte mi pequeño dilema financiero. Tras años siendo cliente feliz de una pequeña entidad llamada Caja de Arquitectos (Arquia), acabé dándome de baja por una cuestión sencilla: empezaban a cobrarme comisiones por mantenimiento de cuenta y tarjeta.

La pregunta que surgía a partir de esa decisión era clara. ¿Había algún banco que pudiera servirme como alternativa? La búsqueda estaba condicionada por algunos requisitos, y para mí un bastante importante era el de recibir alertas por correo de todas las operaciones que fuera haciendo. Cada vez que gastaba con la tarjeta, que hacía una transferencia o la recibía Arquia me mandaba un correo, y eso me encantaba porque soy muy de estar pegado al correo. ¿Pero sabéis qué pasaba?

Que los bancos ya no mandan correos electrónicos.

Bueno, alguno sí, pero son los menos, y las opciones que alguno me propusisteis al final no cuajaron por otros motivos. De hecho intenté abrir cuenta en EVO -que sí ofrecía ese servicio de avisos por correo-, pero conté en Twitter la odisea de una travesía alucinante y ridícula. Me quejé de que me preguntaban en qué regimen estaba casado (y a EVO qué narices le importa, digo yo), y no continué con el proceso porque quería saber a qué venía la pregunta. Dejé teléfono de contacto, llamé, pero nada: nunca me supieron contestar, aunque eso sí, de cara al público se mostraron corteses con el típico «mándonos los detalles por DM» porque ya sabéis que así la consulta no queda pública en Twitter y «silencian» el tema. Tras varios intentos más (de nuevo, contado en el hilo de Twitter) abandoné aquella opción y dije adiós a EVO sin haberle dicho realmente hola nunca.

El caso es que casi todos los bancos se han tirado de cabeza a la piscina de los smartphones, así que lo que tienes no son correos, sino notificaciones móviles. No soy muy de notificaciones -en mi móvil tengo las de WhatsApp y el calendario, y de milagro- así que la búsqueda de banco se me complicaba. Ya conté en la segunda parte de la historia que además de Arquia llevo muchos años con cuenta en ING, y aunque mi mujer sí la usaba de forma regular yo no estaba muy convencido.

Así es que como ya tenía cuenta, la pregunta que hacía en ese post era válida. «¿Para qué trabajar con dos bancos?«, me decía a mí mismo. Comencé a usar ING de forma regular y la verdad es que con los meses he ido acostumbrándome a esa forma de operar. Sigo echando de menos los correos electrónicos, pero me he organizado para tener la cuenta nómina (la de las tarjetas) como una cuenta monedero, y la de ahorro, ya sabéis, la de los millones, de forma independiente (sin tarjetas).

Con eso logro estar más tranquilo por si de alguna forma logran acceso a mis tarjetas -aunque se supone que incluso así el banco debería devolverte la guita-, y como las transferencias de una a otra son instantáneas dentro de ING, mover la pastuki, como dicen mis niños, es inmediato.

Pero no se vayan, que aún hay más.

En estas me veía, feliz como una perdiz, cuando llegó el viaje a San Francisco de finales de septiembre. Resulta, amigos míos, que los viajeros no hablaban muy bien del comportamiento de ING en tierras yanquis. Por lo visto las tarjetas fallaban allí un poco (doy fe), así que para curarme en salud acabé investigando y aprovechando la ocasión para abrir una cuenta en uno de los famosos neobancos de los que hablábamos en las dos entregas previas.

¿Por cuál me decidí? Pues por Revolut, del que había leído y oído más comentarios y que probablemente solo por eso acabó convenciéndome. La experiencia ha sido muy buena, porque tras abrir la cuenta solicité la tarjeta (eso sí, te cobran gastos de envío) e hice una transferencia en euros para tener saldo que apurar en caso de necesidad en tierras estadounidenses. Y la necesidad apareció, por supuesto, y aquí estaba el milagro de Revolut, que es un método de pago fantástico en el extranjero porque, atención, el tipo de cambio aplicado no es ese de república bananera que te aplican en los puestos de cambio de los aeropuertos.

Lo sé de buena tinta porque cambiamos algunos euros en dólares en uno de esos puestos en el aeropuerto de Barajas. El rejón que nos metieron fue colosal: 400 euros que al cambio de hoy serían 442 dólares se convirtieron, atención, en 375 dólares. No sé porqué acepté aquello, pero supongo que las prisas y el «ostras, es que igual no hay otro sitio donde cambiar ENTODOEEUU» nos pudieron, así que acabamos pagando el pato por no preparar la jugada antes. Esos 375 dólares fueron cayendo en diversos comercios -porque lo que tenía claro es que había que volver habiendo gastado todo el efectivo-, pero lo que sí hice fue tirar de la tarjeta de Revolut para todo lo demás. Y en cada gasto el cambio aplicado era básicamente el oficial, no el de las repúblicas bananeras: la aplicación móvil iba mostrando el comercio, el cobro en dólares y la equivalencia en euros que realmente te restaban de tu saldo, y así ibas haciendo tus cuentecillas.

El resultado: una tarjeta que efectivamente puedes sacar a pasear teniendo la certeza (al menos en EEUU) de que es mucho mejor no cambiar efectivo porque lo suyo, de hecho, es sacar dólares con la tarjeta de Revolut. Yo ni siquiera lo hice, pero desde luego por lo demás no tengo quejas con un servicio que es una estupenda alternativa en estos casos.

De hecho supongo que es también alternativa válida para otras cosas: no es mala idea tener una segunda tarjeta por si las moscas, así que como no cobran comisión (de momento) tengo la mía ahí con unos euritos por lo que pueda pasar. En Revolut hay además promociones varias, y por ejemplo ahora me animan a invitar a 5 amigos. Si os registráis, verificáis la identidad y solicitáis una tarjeta (no tardáis más de 15 minutos) me enviarán una suscripción gratuita a su tarjeta premium, llamada Metal, durante 12 meses. No la necesito para nada, la verdad, pero si os apetece probar y queréis hacerlo con un enlace que me ayude a conseguir este logro máximo que me permitirá codearme con los verdaderos influencers, podéis seguir este enlace.

El epílogo, como indicaba en el título, es poco emocionante, me temo. Al final mi búsqueda tuvo un resultado bastante simplón, pero quizás a alguien le sirva de referencia. Y como alguno me habíais preguntado por lo que pasó finalmente, aquí dejo constancia de esta pequeña aventurilla financiera.

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13 comentarios en “Buscando un banco (3ª parte): epílogo

  1. Sergio dice:

    Hola. Estoy bastante impresionado por tu odisea. Soy mexicano y en mi banco (que obviamente no opera en España, se anuncia como orgullosamente de 100% capital nacional) te envían tres notificaciones tres: una por sms / imessage, otra a la app del banco en el smarthpne y otra al mail… A veces pienso que es excesivo, pero ya una vez me sirvió para detectar rápido un mini-fraude y ahora prefiero la multiplicidad de avisos…

    • Hombre, tampoco lo llamaría odisea 🙂 pero sí, es curioso que los bancos se deshagan de la opción de correo electrónico que no les cuesta dinero y para este tipo de comunicaciones es en mi opinión mucho más recomendable (compatibilizando con notificaciones, claro). Bien por tu banco.

  2. Land-of-Mordor dice:

    El problemilla que le veo a Revolut es que por lo que sé tus depósitos están en un banco inglés y con el Brexit de por medio no me parece una buena idea a medio-largo plazo (leí que iban a pedir licencia europea afincada en algún otro país de la Unión, pero creo que eso no ha cristalizado todavía). En mi entorno la gente que trabaja en Gibraltar (cobra en libras) y vive en España (paga en euros) usa ese servicio con bastante asiduidad. Para otro tipo de usos la incertidumbre es mucha por ahora (a medio y largo plazo).

    De ahí que yo me decidiera por N26 (depósitos en Alemania) que más o menos viene a ser lo mismo. Eso sí, el envío de la tarjeta es gratuito sino la quieres mañana o pasado (tarda una semana o así). Me gusta la idea de tener tus «subcuentas» para ir guardando dinerillo y que no esté en el disponible y probablemente en breve liquide alguna cuenta secundaria que tengo en la banca «tradicional» y pase a N26.

    También está bastante bien para transferencias a cuenta corriente o tarjeta en el extranjero el servicio de Paysend. Te solventa la papeleta para aquellas divisas que no están en los «neobancos» (el rublo por ejemplo).

    • Sesaru dice:

      Revolut no es una cuenta bancaria (al menos cuando me saque yo la tarjeta, no se si habrá evolucionado). Es una tarjeta prepago que recargas cuando te hace falta. No es un sustituto de una cuenta normal. N26 si que lo es.

      Prefiero ING+Revolut, pero si quieres un banco «internet only» para quitarte todos los demas N26 debe de ser una muy buena opcion.

      Eso si, en su día lo miré y para hacer compras en el extrajero sin comisiones y con el mejor cambio la mejor opcion era Revolut, aunque ya no recuerdo el detalle.

    • Es cierto, y es algo que no tuve en cuenta cuando la pedí, pero para resolverme la papeleta me fue útil y supongo que si se ponen pijos tras el Brexit me montaré mi Revolexit particular. Bien por lo de N26, era otra opción sin duda, así que apuntada si necesito opciones de futuro, gracias como siempre Land por esos comentarios con menene.

    • El Pepe dice:

      Revolut, tiene licencia en Lituania desde hace un año. En caso de que haya un hard Brexit los activos pasarán a la licencia lituana y todo seguirá operando sin problema.

  3. Sesaru dice:

    Hace tiempo que tengo la misma configuracion que tu. ING es lo mejor que hay, y Revolut es el complento ideal:
    1- Prepago (hay que recargarla para poder usarla) == seguridad
    2- Hasta 200€/mes a sacar en cualquier cajero sin comision en «todo el mundo»
    3- Cambio interbancario del momento (lo que te da xe.com)

    Sobre el punto 3, solo hay un pequeño «truco/pega». Los findes, si pagas en otra divisa, como no hay mecado interbancario, te meten una comision del 1.5% creo recordar «por si acaso sube el cambio el lunes al precio con el que cerro el viernes». Dado que todos los findes es cuando mas compras haces, si te descuidas te la clavan…

    Solucion: el viernes cambias dinero dentro de Reovult (en tu caso a dolares) y así tienes todo el dinero ya directamente en la divisa local sin comision. Como el cambio es gratis, cuando regreses a España puedes volver a pasarlo gratis a Euros al cambio que toque… nada grave.

  4. David dice:

    Hola,
    Recientemente he abierto una cuenta en Liberbank, dan 150 euros por poner la nómina, y tienen la opción de notificar movimientos de cuenta y de tarjeta por email. Igual te sirve.
    Saludos

  5. John dice:

    Yo realmente no he pasado por lo mismo que tú pero he optado por el mismo resultado, crear una cuenta en Revolut para tener una alternativa (para sentirme seguro) además que te sientes más libre al tener otra opción más y todo esto porque no te cobran ninguna comisión fija.
    De paso, voy a aprovechar para que la persona a la que le haya interesado Revolut por tu post, pues dejo aquí un enlace (https://revolut.com/referral/johnd9bfj!a10121) para inscribirse en Revolut obteniendo 15€ (tanto quien se registra como yo) al hacer lo siguiente:
    1. Registraros (a través del enlace anterior)
    2. Añadir dinero a la cuenta
    3. Solicitar una tarjeta física
    4. Realizar un primer pago con la tarjeta física (de forma física introduciendo el chip)

    PD: También me hice una cuenta en N26 por tener otra alternativa aunque en realidad dudo que vaya a llegar a darle uso

Comentarios cerrados