Parece que últimamente algunos fabricantes quieren desafiar mis legendarios oídos de corchopan. Hablaba de ello no hace mucho cuando empecé mi búsqueda de unos auriculares inalámbricos, y comencé a probar este mundillo con aquellos Funcl W1 con los que estoy bastante contento y que ahora —curiosamente— son bastante difíciles de encontrar.

Afortunadamente en este segmento hay muchas y buenas ofertas, y desde AUKEY me han propuesto probar su propuesta, los AUKEY EP-T16S que tiene un formato conocido, casi idéntico al que yo había probado, pero con una función extra que a mí me ha parecido muy llamativa.

Los auriculares inalámbricos de AUKEY están a 49,99 euros en Amazon, y al abrir la caja uno se encuentra con un pequeño estuche de carga, tres parejas de protectores de goma para ajustar al oído (distintos tamaños, a mí me iba bien el que colocan por defecto), un cable de carga de USB a Micro USB, el manuales de usuario y la guía rápida de uso.

La presentación es adecuada y los cascos son como decía muy parecidos a otros que compiten en este mercado: no hay florituras ni experimentos porque ya se sabe: si el formato funciona no lo toques.

Cada uno de los auriculares tiene una batería de 55 mAh, mientras que el estuche de carga (que pesa 61 g) tiene una capacidad de 400 mAh. Eso da para cargar 2,5 veces estos auriculares con una sola carga de ese estuche, que además podremos recargar en hora y media mediante el mencionado puerto Micro USB.

Y ahora vamos a lo importante. ¿Cómo se portan? Pues yo creo que estupendamente, y de hecho mejor que los Funcl W1 por varias razones. En primer lugar diría que el sonido (AAC, no aptX) es más potente y más «sólido», no sé como decirlo, más redondo. No soy un experto a la hora de apreciar si los auriculares tratan mejor graves o agudos, pero lo que sí es cierto es que la distorsión no se aprecia ni en volúmenes altos. En llamadas se comporta bien, pero lo mejor es el mecanismo de control táctil, que es similar al de otros modelos pero incorpora una función que a mí me encanta.

Se trata del control de volumen que no existía en los Funcl W1 y que aquí consigues manteniendo el dedo sobre el auricular izquierdo (para bajarlo) o el derecho (para subirlo). Dos toques en uno u otro sirven para ir a la siguiente canción o la anterior, y un único toque en el derecho para pausar y reanudar esa reproducción. Si pulsamos tres veces invocaremos el asistente de voz del dispositivo al que estemos conectados (Google Assistant en mi caso, Siri si tienes un iPhone, por ejemplo).

Hay curiosidades adicionales como su resistencia a salpicaduras (y sudor) gracias a la certificación IPX5 o la opción de usar un solo auricular (siempre tiene que ser el derecho). Sin embargo lo más relevante es que como digo mi experiencia con estos auriculares ha sido estupenda. El emparejamiento es rápido e incluso cambiar de una fuente a otra (ayer estuve dando saltos entre el móvil y el portátil) no da problemas, y no he notado interrupciones ni saltos raros en la reproducción por posibles problemas de latencia.

Así pues, bien por esta opción, tengáis oídos de corchopan o no. Si os convencen ya sabéis, los tenéis en Amazon por 49,99 euros.