Tecnología

RSS era fantástico hasta que dejó de serlo

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Me anticipo a algunos comentarios: el feed gratuito de Incognitosis sigue siendo el parcial: si queréis el completo, sigo ofreciendo ese pequeño plus a los que aportan en Patreon.

Dicho lo cual, al tema. Hace unos días leía una columna de TechCrunch titulada ‘RSS is undead‘ en la que el autor hacía una curiosa crítica a los RSS. De hecho, justo antes aparecía otra buena reflexión de Ben Evans al respecto titulada ‘The death of the newsfeed‘.

El tema salía a colación de ese aparente interés que había resurgido por este protocolo. Como Facebook la había cagado, la gente buscó alternativas para informarse y algunos abogaron por la vuelta a los orígenes y a ese estupendo RSS.

La ventaja de los RSS es evidente: ves todo lo que publica un medio ordenado cronológicamente. Sin filtros, sin algoritmos. Noticia que llega, noticia que aparece encima de la lista. Maravilloso.

¿O no?

Eso es lo que argumentaba el autor del tema, que empezaba a ponerle muchas pegas a esta plataforma. La primera de ellas, la del descubrimiento de contenidos, nos decía. ¿Cómo encontrar buenos feeds RSS (como el de Incognitosis, por ejemplo)? Yo creo que la respuesta a eso es bastante sencilla: añades los feeds de los medios que te gustan y que vas descubriendo. A diferencia de los podcasts (algún día toca post sobre eso), tú ya sigues ciertos medios online, así que añadir sus feed RSS es trivial. Es cierto que descubrir otros feeds interesantes no es tan fácil como descubrir nuevas series o música en Netflix o Spotify, no hay un ‘agregador’ como tal, pero como digo, tus propias preferencias en cuanto a medios y blogs que consultas sirven para resolver esa cuestión.

Aún así el tipo incidía precisamente en eso último: la falta de filtros y de curación de contenidos hace difícil convertirlo en una plataforma más interesante, y precisamente esas tareas de curación son las que le dan su valor (o falta de él) a plataformas como Twitter o Reddit en la que no se muestra todo en orden cronológico: hay algoritmos que tratan de «conocerte» según cómo usas esos servicios para recomendarte ciertas cosas por encima de otras.

La interfaz de Feedly es fantástica, ciertamente.

También está el problema del control. RSS no ofrece estadísticas demasiado válidas (es muy difícil saber números exactos, algo que ha hecho que el problema se extienda a los podcasts). No hay tampoco prácticamente forma de saber cuándo alguien abre o lee uno de los temas del RSS a no ser que el que lo hace acabe visitando la web original y esa visita se refleje en sus estadísticas con el referrer.

Para los que publican contenidos eso es importante. Cuando uno va a un anunciante le dice por ejemplo: «oye, mira mis estadísticas de tráfico, ¿has visto cuántos usuarios únicos mensuales tenemos?». Con los RSS eso es poco viable, porque esos datos son imprecisos y poco contrastables.

El problema para los creadores de contenidos va más allá y se extiende a contenidos premium o contenidos de marca en los que suele haber un trabajo de diseño y maquetación importante. El problema es que no puedes darle formato al RSS, no puedes personalizarlo. El RSS de un medio es el que es y precisamente ese es uno de sus valores: es «puro y limpio». Le quita el maquillaje a los artículos para dejarlos casi casi en texto plano. Eso mola a los lectores, pero claro, no tanto a quien se ha currado ese diseño y maquetación.

Hay otras dificultades adicionales, como el del modelo de negocio —nadie pensó en hacer un RSS de pago, es un tema complejo de resolver técnicamente— e incluso hacer un RSS privado es telita, probad a hacer una búsqueda y os daréis cuenta de que RSS no está pensado para ese tipo de escenarios.

Para muchos —no todos—, no obstante, el problema puede estar en la forma en la que consumen contenidos: quieren que se lo den todo filtradito y preparadito para digerir. Lo más importante primero, lo no tan importante detrás (si es que está). Eso es lo que hacían y hacen redes sociales y agregadores con diversos métodos (algoritmos, moderación de la comunidad, moderación y filtrado humano), y es lo que funciona desde luego en los periódicos o telediarios televisivos. Imaginaos un periódico de tirada nacional en formato RSS con  cientos de noticias al día: qué mareo, por favor. De todo lo que hay en ese feed RSS al final lo que te interesa es (normalmente) una pequeña parte.

Seguro que hay gente que quiere tener el control, repasar toooodo el feed e ir seleccionando lo que leer. El problema es que nos hemos acostumbrado a que quienes nos cuentan la actualidad lo hagan filtrando lo que ellos consideran importante y lo que no. Yo lo hago aquí, por ejemplo, lo hacemos en Xataka también, y lo vemos a diario en cualquier medio de comunicación: ciertas cosas son más importantes que otras. O mejor dicho: ciertas cosas son más importantes que otras para quienes mandan. Lo son por muchas razones —intereses políticos, económicos y sociales suelen predominar—, y eso hace que en las primeras planas de los periódicos solo quepa una porción de nuestra realidad, y además una porción adaptada a imagen y semejanza de ese periódico o medio en cuestión.

Pero me estoy desviando: el problema de los RSS es precisamente que están demasiado pensados para los lectores, pero son poco sugerentes para medios y grandes empresas. Probablemente eso es lo que hizo que Google se deshiciese del mítico Reader cuando no había razones aparentes para ello. Sigue habiendo buenos lectores RSS —lástima que Digg Reader cerrase también hace poco— como Feedly, y me apena ver que un estándar tan cercano a los lectores haya pasado a este segundo plano.

No hay solución fácil aquí: quizás una versión mejorada de RSS que tuviera más en cuenta a los medios y les diese algo más de control o fuese más atractivo para ellos a nivel negocio podría tener cabida, pero creo que RSS no debería traicionarse a sí mismo con ese hipotético fork. Afortunadamente esta maravilla descentralizada sigue funcionando tan bien (o tan mal, según quien opine) como siempre, así que el fantástico y terrible RSS sigue siendo tan buena opción como antes para quien prefiere seguir la actualidad de ese modo.

Dicho lo cual, insisto: mi maravilloso feed RSS completo está disponible para mis mecenas en Patreon. Si os animáis, fantástico 😉

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25 comentarios en “RSS era fantástico hasta que dejó de serlo

  1. Jorge dice:

    Yo es lo que uso para seguir la actualidad ya que no tengo ni twitter ni facebook. Y para mí funciona genial, el único problema es que habría que intentar converger los intereses del lector con los intereses del que publica, que lo hace con un fin ya que implica un trabajo y un tiempo implicado. Un tema controvertido y más complejo de lo que parece

    PD: al final sin minotebookair y con surface pro 4 (oferta amazon). Gracias por tu ayuda de todas formas

    • ¿Qué tal el Surface Pro 4, te mola? A mí es que ese formato con ese soporte trasero y con ese teclado no me convence por ergonomía, pero sé que para mucha gente no es problema. Como siempre, si estás feliz genial 😉

  2. Te leo y me enciendo. Uffffff. Cuento hasta cero desde cien mil hacia atrás en Klinglon del siglo XIV según el Kolinaar Vulcaniano… Uffffff. Respira hondo, rfog… No voy a comentar muchas cosas de las que dices… quiero ser políticamente correcto y no tengo ganas de largos parlamentos… Aun así…

    A ver…

    «quizás una versión mejorada de RSS que tuviera más en cuenta a los medios y les diese algo más de control o fuese más atractivo para ellos a nivel negocio»

    Y entonces les pueden dar a los RSS por el orto. ¿No os dais cuenta, «creadores» que los consumidores estamos hasta el ciruelo de pajas mentales, publicidad metida con calzador y demás zarandajas?

    ¿Sabes por qué nos gusta a los usuarios los Feed RSS? Justamente por todas esas mismas razones que vosotros aducís que no son útiles, o no son viables, o como quieras llamarlo.

    Hasta el cipote estoy de tragarme lo que no quiero leer. Con el RSS acepto, leo, capturo y descarto en segundos lo que me interesa. Si tu quieres ser uno de esos «capturados y leídos» lo tienes fácil: contenido de calidad. No diseño de calidad. Me peo en el diseño. Contenido. Repito: contenido.

    ¿He dicho contenido? Pues me reafirmo: contenido de calidad, el contenido que yo quiera y cuando yo quiera, no el diseño que tu quieras y con la publicidad que tu quieras. Y no es cosa de no pagar. Ye te he comentado en otro lado que pago religiosamente al Turrón. Hasta ahora, claro, porque ya no me interesa (aunque me queda hasta finales del 2019). Pagaría a otros, pero por contenido. Y siento ser tan duro, pero tu no estás entre los que estoy dispuesto a pagar. Entiendo tus largas listas de ofertas patrocinadas, por ejemplo, pero para mi no generas ni el tipo de contenido ni la calidad que estimo oportuno para pagar por ella.

    Y ya para finalizar, una recomendación: http://www.inoreader.com. Lo que Google quiso ser y no pudo. Con el Companion (un complemento para los navegadores) encontrar RSS de calidad es ponerse y buscar.

    He dicho.

  3. Suscribo casi todo lo dicho por RFOG.
    Yo tiro de Feedly y me sobra. En su tiempo me gustó mucho el curado automático de AideRSS https://masmanuti.wordpress.com/2008/07/28/lanzado-aiderss-para-ayudarte-a-leer-la-jungla-de-feeds-a-los-que-estas-suscrito/ que compró G**gle y cerró tras integrar su motor en algún sitio.
    Y de mis primeros tiempos FeedDemon http://www.feeddemon.com/ discontinuado en 2013 pero que mostraba los feeds en árbol cuando había links cruzados e indirectamente servía para identificsar lo interesante.
    El RSS ha muerto … pero está muy vivo!!!

  4. Chano dice:

    Pues yo sigo leyendo las noticias en mi feed. Sí, a tu página tengo que entrar al artículo, pero feedly me arroja si hay artículo nuevo y eso me basta.

    Soy una minoría, supongo.

    • rfog dice:

      En InoReader hay un atajo de teclado, ‘w’, que salta del feed a la noticia, te la sataniza y formatea que da gusto. También pulsando el iconcillo de la tacita.

      Eso en Web. En las apps con deslizar hacia abajo te carga el contenido completo.

      Y si eres de los que recopila información como yo, hay otro atajo para guardar una versión en PDF de lo que ves, que deja en Dropbox a tu disposición. O como hago yo últimamente, si me interesa conservar, abro la versión completa y me la capturo con el DEVONThink en lo que me interese (enlace, PDF, PDF de una sola página, Webarchive, Nota Formateada -HTML autocontenido, el equivalente MHT del IE pero completamente estándar-, RTF, TXT)…

  5. Max Martínez dice:

    Pues yo no sé si seré vieja escuela pero prefiero, como se tomaba un viejo periódico, comenzar a ver el feed y leer lo que me llame la atención según avanzo y según el título y la breve reseña me llamen. Todo lo que apuntas, que bien favorece a los medios, es lo que me terminó fastidiando de las redes sociales. Que no estoy para que el medio me conozca y me quiera sambutir lo que se le antoje, uno quiere informarse y creo que todavía, en algunos rincones de la web, podemos concedernos el derecho de hacerlo a nuestra manera. Siempre te leo, enlazado desde el feed.
    Saludos.

    • Claro que sí, ahí el RSS es inigualable por el control que da al usuario, pero para mí Twitter hace básicamente lo mismo, pero enriquecido. Si sigues a un medio, normalmente lo publican todo cronológicamente ordenado en su cuenta de Twitter. Hay algo más de ruido, cierto, pero como forma de interacción a mí me gusta más.

      Pero sí, ciertamente el RSS tiene ventajas chulas para los consumidores de contenidos.

  6. Me sumo a la recomendación de Inoreader. Añado que también probé Feedly y era una gozada, pero Inoreader me devolvió la ilusión a aquell Google reader (llamémosle v1) y Feedly se parece más al (v2) Realmente es muy potente.

    Un «truco» que utilizo en algunos blogs para filtrar su propio feed, es el de añadir /feed a las url de categorias, me permite leer (recibir notificación) de solo los artículos que cumplen con mis necesidades (depende del blog puede ser un dolor, pero permite un pequeño filtrado)

    Interesante la reflexión en general, pues siempre pienso que llegará el día que las webs eliminen el rss y eso seria un palo muy duro. Teniendo en cuenta que no me molesta para nada el hecho de tener que entrar a la web de incognitosis en cuanto el titular me parece curioso.

  7. Jape dice:

    Supongo que sois súper disciplinados con vuestros RSS porque yo cada vez empiezo con uno se me va de madre. En dos días es inasumible.

    Coincido con Javipas, aunque el formato me gusta, creo que es necesario darle una vuelta.

    A medida que me hago mayor, pienso que cada vez es más importante el trabajo de los informadores/periodistas/divulgadores independientes. Gente que cobre por mascarte la realidad y hacerte un resumen, por eso el resurgimiento de las newsletters (o es la sensación que me da a mí) Yo recibo 4 ó 5 que me posicionan en el día, luego si me interesa el tema ya investigo.

    Supongo que lo difícil aquí es ser independiente pero bueno.

    • El fenómeno de las newsletters es curioso, desde luego, es una buena forma de condensar el resumen de la actualidad diaria con un comentario breve. Efectiviwonder los RSS cuando pasa tiempo son aún más peligrosos que tu feed de Twitter o Facebook: a poco que sigas medios o cuentas activas, seguir al tanto a mí recuerdo que me costaba bastante.

      Al final en ambos casos la cosa es sencilla, claro: dejas de repasar el feed cuando te cansas, y lo que no has podido ver «no ha pasado». Curioso que esa sea una forma más de comprobar cómo el prescindir de uno o dos días (o mucho más) de temas que sigues no te hace tener teleles. Resulta que podemos vivir sin consultar Twitter o el RSS a todas horas, aunque oye, lo entretenido que nos tiene, qué, ¿eh? 😛

  8. KMJB dice:

    Conste que solo entre a este interesante post desde el Inoreader para decir tres cosas:
    a) Había leído ese artículo de TechCrunch y coincido 90% contigo…el %10 restante es por eso del (sacrilegio) servicio pago je!
    b) Hablando de recomendaciones de artículos, un servicio que realmente encanta es el de Pocket, que ahora es liderado por Mozilla…sí ya sé que no estrictamente RSS, pero eso no quita que esten muy bien curados, a mí gusto bastante mejor que el citado Inoreader
    c) Larga y próspera vida al RSS!

  9. El RSS como uno de los grandes representantes del espiritu open source: por eso siempre escuece un poco al que hace negocio a través de inernet (cosa muy respetable), precisamente por ser “open” nadie pasa del RSS, todo el mundo quiere estar en “abierto”, por si a caso… Al “público” nos encanta esta alternativa universal.

    Pues lo dicho: larga vida al RSS… y a Inoreader!!!

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