Las tiendas chinas están logrando que muchos desviemos la mirada al lejano oriente cuando queremos hacer nuestras compras en todo tipo de ámbitos. Es posible encontrar casi de todo y hacerlo además a unos precios que son especialmente atractivos. Sobre todo si no tienes demasiado miedo a la tómbola de las aduanas y, admás, si la garantía que ofrece el vendedor queda en un segundo plano.
Como sabéis soy bastante fan de estas tiendas: vivo mi vida peligrosamente y llevo tiempo acudiendo a diversas tiendas online chinas para comprar cosas que es más difícil o más caro encontrar aquí. Los repuestos de componentes para reparar móviles (como los que me hicieron falta con mi OnePlus One) se unen a los propios móviles (el Xiaomi Mi 6 también procede de allí), y a ello hay que unirle todo tipo de pequeñas ofertas que es posible aprovechar tanto en el ámbito de la electrónica como en otros muchos.
No todo son días de vino y rosas en esas tiendas online chinas. Uno puede encontrar portátiles, tablets tabletas y móviles de fabricantes de allí que funcionan como un tiro y que tienen una relación precio/prestaciones, pero no ocurre lo mismo con algunos componentes informáticos. Y en concreto, con las tarjetas gráficas y procesadores, que o no están o están, pero sorprendentemente más caros que aquellos que se venden en Europa o Estados Unidos, por ejemplo.
Un par de ejemplos rápidos: el Intel Core i7 7700K cuesta 350 euros en Amazon, pero sale a 404 euros en DHgate. Lo mismo con las tarjetas gráficas: una Gygabyte GeForce GTX 1070 G1 Gaming cuesta 489 euros en Amazon, y para encontrar una similar tenemos que ir al fabricante chino Colorful, que tiene un modelo equivalente por 660 euros en DHgate.
Es curioso, porque como ocurre con otras muchas tiendas online chinas, la oferta de DHgate en estos temas es impresionante. Algo caótica si uno no sabe lo que busca, pero más amplia incluso que la de Amazon. Este referente absoluto del comercio electrónico en occidente no puede competir con muchas de esas pequeñas maravillas que es posible de encontrar en tiendas chinas.
Es algo aparentemente insólito, sobre todo teniendo en cuenta que parte de la fabricación de esos procesadores y tarjetas gráficas tiene lugar en China o en países asiáticos (AMD en Singapur, NVIDIA en China, Intel entre otros sitios también en China). ¿Por qué los fabricantes no han hecho allí lo mismo con las CPUs y GPUs que ya han conseguido con los móviles, tablets y portátiles?
El problema, dicen, no reside en dónde se fabrican las cosas. Así lo afirmaba al menos alguien en Quora, indicando que los costes logísticos en el interior del gigante asiático son enormes por una infraestructura compleja. El transporte desde China a países como EE.UU. es muy barato, «y una vez allí la cadena de suministro es muy eficiente».
Para otros, como indicaban en Reddit, la razón es mucho más simple: no ocurre lo que pasa en el segmento de los móviles porque los procesadores de AMD y NVIDIA son muchísimo más complejos y desarrollar competidores de cero sería casi imposible a estas alturas. En un móvil todos los componentes están disponibles para que cada fabricante se diseñe uno con ciertas prestaciones y ponga la etiqueta de precio que mejor le parezca.
Yo no creo en ninguno de los dos argumentos: ASUS, Gigabyte o MSI utilizan exactamente las mismas GPUs de AMD y NVIDIA en sus tarjetas gráficas. Lo único —salvo por la estética— que diferencia los productos de unas y otras es la marca de la memoria gráfica utilizada, las frecuencias de reloj, los voltajes y las soluciones de refrigeración. No hay mucho más, y por eso casi no logro entender cómo no tenemos una Xiaomi de las tarjetas gráficas en este mercado. La situación, diría, es la misma que la que tenemos en el mercado de los móviles de fabricantes locales chinos.
De hecho el único argumento razonable es que a los fabricantes no les merece la pena competir en ese segmento porque no debe haber mucho margen de beneficio. No tengo nada claro que no lo haya (algo están ganando empresas como las citadas anteriormente), pero el impacto es evidente en esas tiendas online que como DHgate nos sorprenden con una oferta que es dantesca en otros apartados, pero que está sorprendentemente limitada en esos componentes. Curioso, ¿no os parece?
Lo más probable será por la complejidad que tienen las tarjetas gráficas de escritorio. Así como el peligro de bajar calidad en ciertos materiales o componentes haría que la tasa de RMA se elevase mucho y fuese insostenible.
Así mismo, para que nVidia te suministre GPU’s debes ser un partner (socio), y tal vez ello requiera un gasto y un mínimo de calidad que difícilmente les haga competitivo frente a otras marcas.
En el tema de los móviles, es más fácil, todo lo complejo está en el propio SoC, y se lo dan hecho, únicamente debes meterle el resto de las piezas hasta completar el puzzle. Que el SoC admite tres cámaras, se lo pongo, que funciona la resolución FullHD, pues le pongo esa, o si quiero más barato la HD…. y así con todo.
No sólo es ese tema: las tarjetas graficas requieren de un soporte software de calidad. Drivers, actualizarlos, compatibilidades, etc. Cosas que a poco que vendas mucho son un dolor de cabeza.
Hasta donde yo se la suite de drivers de la empresa matriz, léase AMD o Nvidia, es perfectamente homologable y usable con todas las gráficas que monten sus chips, como tengo yo con una APU y una gtx 750, que funcionan con drivers de referencia.
Otra cosa es que las marcas incluyan software propio con algún tweak para modificar el funcionamiento de las tarjetas o enfocado al overclock, pero en principio puedes fabricar la tarjeta gráfica y no programar driver alguno.