Como muchos sabréis, hace unos meses tuve problemas gordos con mi portátil, un Dell XPS (9343). Aquella historia de terror afortunadamente terminó bien, pero lo que pasó hizo que reflexionara sobre mi entorno de trabajo, lo que necesitaba y lo que no.
Hasta que el Dell XPS 13 llegó a mi vida, trabajaba a diario con un equipo de sobremesa montado por mí con una mentalidad de otra época. Grandote, potente, ruidoso, glotón de energía y pesado. El problema de ese PC es que sigue siendo todas esas cosas, salvo una: ya no es tan potente. Volver a jugar al Battlefield 1, donde soy el peor jugador del mundo (o casi) me ha demostrado una vez más que en cuestión de componentes la informática avanza que da gusto, y mi configuración de hace años, que elegí con bastante mimo, es ahora mismo mediocre. Lógico, pero no por ello menos duro.
Ya hace seis años que publiqué aquel post sobre esa búsqueda del portátil perfecto para mí, y aunque valoré distintas alternativas al final encontré un candidato que se ajustaba a casi todas esas necesidades. El MacBook Air cumplió sobradamente con muchas expectativas, pero no con una importante: unificar mi flujo de trabajo. Quería un equipo que poder utilizar como portátil o sobremesa cuando lo necesitara, y el problema era que ya estaba acostumbrado al flujo de trabajo en Windows, y aunque en OS X era productivo, la cosa era molesta en algunos apartados. Tocaba cambiar, y ahí fue donde llegó esa decisión de tirar al Dell XPS 13.
Por fin tenía lo que necesitaba, pero es que además el NAS que compré para centralizar todo el almacenamiento en casa fue la piedra angular de toda esa estrategia de trabajo. Todo lo importante se guardaba allí, y cuando necesitaba acceder a ello podía hacerlo desde cualquiera de los PCs y portátiles de casa. Qué maravilla.
Todo parecía ir como la seda hasta que sucedió lo que sucedió con el Dell XPS 13, algo que como digo me volvió a hacer pensar en mis necesidades. Un comentario de Joe cuando tuve los problemas con el portátil pesó especialmente en aquella reflexión. Y cito:
Por eso cada día tengo más claro que posiblemente el día de mañana en vez de renovar mi equipo de sobremesa me decante por algo similar al Intel NUC Skull Canyon que va sobrado de potencia, ocupa poco espacio, consume muy poco y solo tiene el inconveniente del pequeño ventilador (tipo portátil) y el futuro ruido que eso pueda generar. Algo así como una Raspberry Pi “hipervitaminada y supermineralizada”. Algo que puedes colgar detrás del monitor y hacer desaparecer de la vista. Aquí me arriesgo a tener que renovarlo todo en una avería (salvando los SSDs), pero si lo pensamos bien, en el clónico, con la evolución de placas base, memorias y procesadores, como te falle más allá de los 4-5 años, te ves prácticamente en la misma tesitura y probablemente hablaríamos de un importe muy parecido.
Creo que estoy cada vez más de acuerdo con esa reflexión. El Dell XPS 13 me sobra para trabajar, y de hecho aquí he cometido el mismo pecado que tanto critico en el mundo de los smartphones: suelo utilizar el 5% de sus prestaciones, así que pagué más de la cuenta por él. No necesitaba tanto, sobre todo teniendo detrás el PC que sigue cumpliendo para la mayoría de cosas. Hay portátiles ligeros y decentes que podrían haber cumplido en el factor forma, pero yo quería que además trabajar no se convirtiera en una condena.
Hoy en día probablemente me plantearía las cosas de forma distinta, aunque es difícil no caer en la tentación de hacerse con uno de esos portátiles ultraligeros que prometen el oro y el moro y que cuestan un ojo de la cara. Y sin embargo teniendo ya un equipo como el que tengo detrás (el citado PC al que sufro juego al Battlefield 1), lo cierto es que para trabajar no necesito una potencia alucinante.
Ahí es donde entra la Raspberry Pi 3 que pedí hace cosa de un mes en GearBest por una oferta muy llamativa y que por fin me llegó hace unos días. Es probable que acabe utilizándola para otras cosas, pero uno de los escenarios que más me apetecía probar era su papel como PC de sobremesa. Su renovada potencia, su consumo y el hecho de contar con WiFi integrada hacen que este pequeño prodigio pueda sobre el papel portarse bien, así que me puse manos a la obra.
Si uno quiere usar la RPi3 como PC de sobremesa lo más fácil y rápido (no tengo claro si es lo mejor) es descargar Raspbian con Jessie desde el sitio oficial del proyecto. Lo mejor de todo es que hace unos meses los responsables de este proyecto anunciaron la integración de Pixel, un gestor de ventanas ligero basado en OpenBox y adaptado a este pequeño miniPC. El resultado es que cuando uno inicia el sistema se encuentra con un entorno de trabajo clásico de cualquier distribución Linux y en el que es fácil sentirse cómodo rápidamente.
Lo que no significa necesariamente que sea perfecto.
Para empezar, el soporte de resoluciones. Mi estupendo monitor BenQ GW2765 que precisamente compré para trabajar en resolución 1440p no lograba darme esa resolución. El problema no es del monitor, por supuesto, sino de la Raspberry Pi 3 y su GPU, que solo admiten el trabajo con resolución 1080p (probad con un ‘tvservice -m DMT‘). Es posible quitarse de encima el overscan toqueteando el fichero config.txt como explican aquí, pero por más que intentaba forzar la resolución y frecuencia de trabajo (se puede jugar con los modos soportados y hay quien dice que es posible tirar a 1200p e incluso a 1440p con 24fps), no logré nada. Una lástima, porque evidentemente pierdes un espacio precioso con el que trabajar.
Tras configurar el idioma desde Menu -> Preferences ya tenía la distribución de teclado en español, así que me las prometía muy felices. Abrí una terminal, trasteé un poco y actualicé los paquetes de la distribución, y me dije «esta es la mía». Chromium viene preinstalado por defecto, así que abrí un par de pestañas y vi que todo parecía ir bien. La cosa prometía.
De hecho uso constantemente Chrome, así que me dispuse a sincronizar los datos de mi cuenta de Google para que el navegador recolectase mis marcadores, historial y contraseñas. Eso, que funciona estupendamente en PCs modestos, le costó dios y ayuda a la Raspberry Pi 3, que además tras lograr hacerlo todo lo estaba pasando fatal con tanto plugin (tengo unos cuantos) y con mi flujo habitual de trabajo en el que las pestañas dominan mi vida. La Raspberry Pi 3 no podía más: se quedaba colgada cada tres por cuatro.
¿Había fracasado?
No del todo, porque el problema estaba precisamente en el hecho de que estaba trabajando como si estuviera en otro tipo de máquina, y debía adaptarme a lo que tenía entre manos. Eso requería un cambio de mentalidad y, sobre todo, de aplicación. En lugar de tirar con Chromium, probé a trabajar con Firefox, otro navegador que tras el ‘sudo apt-get install firefox-esr‘ de turno parecía ir bien. Pues no: mismo problema, porque Firefox tiene mucha tralla también y a pesar de tener un (teóricamente) menor consumo de memoria, me dejaba también con esperas insufribles para hacer cualquier cosa.
Y en estas hice una búsqueda a modo de recordatorio rápido. ¿Qué navegador ligerito puede funcionar bien en la RPi3? Entre las alternativas estaba Midori, así que me lancé a instalarlo y a ejecutarlo.
Maravilloso.
De repente me encuentro con un navegador que tiene lo justo pero que precisamente por eso funciona como una seda. O que al menos lo hace a una velocidad razonablemente buena para trabajar. He capturado una pequeña sesión con recordmydesktop para que veáis que la fluidez del sistema, sin ser la pera, es bastante decente, y llevo todo este post trabajando sin problemas con una RPi3 que ha demostrado que en caso de desastre no necesitaría mucho más.
Es cierto que se agradece tener más potencia para según qué cosas: generar el vídeo (se genera un fichero .ogv) que tenéis ahí arriba (el tinte rosado es cosa de recordmydesktop, no he podido investigar mucho y no sabía cómo eliminar ese efecto) le ha costado algo más de 30 minutos de proceso, pero lo cierto es que por lo demás uno no nota muchas diferencias con respecto a su flujo de trabajo habitual. Todo tarda un poco más: abrir una pestaña, hacer una búsqueda, lanzar una aplicación, cargar una imagen para editarla…
Y sin embargo aquí estoy, compilando FFmpeg para poder convertir el vídeo de OGV a MP4 (por probar, pero ojo, compilar esto lleva muuucho tiempo en la RPi3), reproduciendo música desde el NAS tras haber montado el directorio y usando Open Cubic Player (pequeña joya que he descubierto gracias a esto y que recuerda a Midnight Commander) para escuchar música mientras escribo. Y mientras, escribiendo esta pequeña obra de arte de la prosa techie. Reproducir películas en formato MKV es perfectamente posible con omxplayer (no logro sacarlo en modo ‘windowed’ para captura, solo en full screen, porras), así que el flujo de trabajo está bastante completo. Ole. Qué maravilla.
Así pues, la respuesta es un claro y contundente sí. Se puede trabajar con la Raspberry Pi 3, aunque es cierto que tendremos que cambiar algunas cositas en ese flujo de trabajo.
Actualización: el artículo se ha publicado antes de tiempo por error mío y no estaban las imágenes, que al final he añadido desde el portátil porque tenía que ajustar niveles y recortarlas un poquito y no tenía tiempo de cacharrear más. Sin embargo todo lo demás (incluido el vídeo y su subida a YouTube) está hecho con la RPi. Ole.
Muy bueno el artículo. A ver si le doy uso a la Rasp, que la tengo durmiendo en un cajón.
Igual podrías seguir la serie de «guías» con «No tires tu raspberry pi. Algunas ideas para cacharrear con ella».
En realidad el artículo está incompleto ahora mismo. Faltan imágenes y algún apunte más, pero gracias 😉
Listo. Y lo de las guías lo apunto, pero hay mucha información en blogs específicos de la RPi… O veo complicado, aunque desde luego algo podría caer en el futuro.
La RPi 3 se sigue quedando un poco corta en cuanto a su uso como desktop, pero evidentemente no podemos comparar una maquina de menos de 50$ con el Intel NUC Skull Canyon que esta sobre los 660€, a lo que hay que sumar memoria y almacenamiento. Mi planteamiento en aquel comentario se orientaba a que hoy en día ya no necesitas una torre para tener un equipo de sobremesa con una potencia sobrada para el día a día y que tenga una esperanza de vida de bastantes años. La llegada del SSD, y en concreto los NVMe, acabaron con el cuello de botella, el consumo, el ruido y el espacio ocupado que suponían los discos duros. A eso sumale la tarjeta de vídeo integrada y el USB-C y por fin podemos disponer de la potencia de un sobremesa en el espacio ocupado por unas 4 RPi3 (sin contar adaptador de corriente). Y tienes equipo para muchos, muchos años para un uso ofimático normal y corriente. El único inconveniente podría ser el ruido generado con el paso del tiempo por un ventilador tan pequeño. Merece la pena invertir en una torre enorme y pesada si no eres un gamer o tienes grandes necesidades de proceso… no lo creo.
Retomando el meollo del articulo, ¿vamos sobrados de potencia con los equipos actuales? Desde luego en una gran mayoría de los casos, quitando edición multimedia, juegos y poco más… en un hogar corriente cualquier equipo actual va más que sobrado. Y si usas un Linux y no usas un escritorio tradicional, ya ni te cuento. Como ya he comentado varias veces, uso a diario un desktop i7 3770K de hace 4 años y un portátil Thinkpad x200s Core 2 Duo que ya tiene 8 años. Y no he experimentado ningún problema con ellos. No ha sido hasta hace poco que me he planteado la necesidad de sustituir el portátil, y simplemente porque aun teniendo SSD, una vez cifrado por software se convierte en un cuello de botella cuando trabajas con maquinas virtuales (se nota ya la edad del procesador). Lo mismo en el sobremesa, aún no es un problema, donde puedo tener habitualmente 3-4 VMs a la vez (tengo 32GB RAM) sin que sea un problema de rendimiento.
Y sin embargo me plantee primero cambiar el sobremesa por aquello de quitarme un trasto enorme y pesado (y es una semitorre) y que consume más que un portátil, para tener un NUC de estos montado en la columna de mi monitor, en un soporte VESA, donde no estorba y ni siquiera está a la vista. Pero supongo que buscaré un sustituto para el portátil, ahora que asumo que el cifrado de disco es para mi un must, supongo que tendré que buscar una maquina acorde, con un NVMe que me duré bastantes años (aquí el mercado de segunda mano poco o nada tiene nada que ofrecerme). Esperaré a bien pasadas las navidades, para ver que tiene el mercado que ofrecer, cuando los nuevos Kaby Lake normalicen este formato. Pero es una necesidad en cierto modo creada, que poco tiene que ver con la potencia de la maquina para trabajar en el día a día. De hecho, el mismo disco cifrado por hard con el chip TPM de portátil se desenvuelve bastante bien con las VMs, pero tengo mis razones para preferir el cifrado soft.
Y en cuanto al almacenamiento, al final aún me sigo planteando el montar un FreeNAS con SSDs y memoria ECC, pero cada vez lo dudo más. Y la razón es tan sencilla como que los archivos multimedia más pesados e intrascendentes los he movido a una de las RPi3 en un HDD externo de 2TB, que si se va al garete, no derramaré una lagrima por el. Y al final, lo que me importa, me cabe todo en menos de 1TB. Así que al final, me compre 2 HDDs externos de 2TB adicionales a los otros dos idénticos que ya tenía y hago copias de seguridad periódicas de lo mismo que tengo en mi desktop en otro disco HDD interno de similar capacidad. Es lo único que me importa, está ademas sincronizado con el portátil y el SSD del desktop, así que solo tengo que hacer copias de ese HDD. Resumiendo, todos mis datos duplicados en 4 HDDs externos e independientes, cifrados y que uno de ellos que va conmigo a todas partes (en su fundita acolchada). Al final, eso me da más seguridad que un RAID (he visto fallar unos cuantos) centralizado y más versatilidad. Me sigue tentando el FreeNAS, pero más como proyecto que como solución. Es que al final, si uno lo piensa bien, quitando archivos multimedia personales y familiares… hoy en día no tiene sentido almacenar nada que puedes encontrar en minutos en Internet… o no?
Saludos
No sabía si seguías por aquí, me alegro de que así sea Joe 😉 Sí, sé a qué te referías con la idea del PC que cumpla, esto es más un experimento para saber que tienes algo de apoyo si todo lo demás falla. Un plan C, básicamente.
Desde luego tu enfoque es mucho más lógico para el día a día, aunque en el tema del cifrado yo soy bastante menos cuidadoso. Incluso en el de las copias de seguridad, que tampoco tengo tan controladas… quizás debería ponerme a ello, así que si tienes alguna referencia rápida que poder (podamos) seguir (nada de FreeNAS, eso sí, aprovecharía mi Synology) fantástico.
Muy buen comentario, como de costumbre Joe, saludos
Sobre las copias de seguridad, si usarás Linux, duplicity/duply es una solución muy buena que incluso cuida del cifrado por ti y te permite usar diversos medios de almacenamiento, incluso en la nube sin preocuparse por la seguridad de los datos.
Sobre el tema del NAS, adelanto que no me he parado a ver el tema del Synology en concreto, y además supongo que no sera el caso, he visto temas preocupantes en NAS para SoHo. Como el usar un protocolo RAID propio o su propio sistema de particiones, que cuando lo que falla es el propio aparato y no los discos duros, tienes un problema de narices para recuperar los datos de los discos, si es posible, sin usar otro aparato similar. Típica estupidez de algunos fabricantes cetrinos que solo quieren vender.
Y luego está el tema de los discos, aunque se repita mil veces, lo de nunca montar discos de la misma marca, modelo (y mejor aún no del mismo número de lote), lo cierto es que de lo más habitual. Luego a veces da igual si usas un RAID con paridad y un hot-spare, e incluso cabinas SAN de muchos miles de euros, te fallan dos discos, te pones a reconstruir el raid y te peta el tercero o incluso cuarto, típico cuando los discos tienen un fallo serio de fábrica. Me acuerdo de aquella serie de Seagate de 1T que había que actualizarle la BIOS del firmware… bueno, mejor no, dejemoslo ahí entre las historias de horror de cuando te toca recuperar todo desde cintas LTO.
Como aquella vez que se vino abajo la tensión en un CPD y el aire acondicionado no estaba preparado para rearmarse solo (bonita cagada heredada)… llegas silbando a trabajar, con un día soleado de verano estupendo, observas inexplicables fallos de acceso en las unidades de red, vas al CPD y al abrir la puerta recibes esa vaharada de aíre caliente en la cara y sientes como se te afloja el esfinter inmediatamente y te pones a rezar aún cuando eres ateo… entras, diriges tú mirada al armario de las SAN y ves una orquesta de diabólicas luces rojas… cuando quieres darte cuenta ya es tarde, algo húmedo se desliza por tus sienes y tu cara y empiezas a pensar si la empresa será capaz de aguantar el tiempo necesario para la ventana de recuperación de datos desde los backups sin irse al carajo… y luego te acuerdas de aquel plan de contingencias para el que la empresa nunca ha querido concederte el tiempo y el presupuesto… sonríes maliciosamente y piensas: «al menos te queda esto, no podrán decir que no habías avisado»…
Resumiendo, y siendo menos melodramático, que las soluciones RAID son muy buenas y a veces la única posible, pero cuidado, que no son infalibles. Una empresa se puede permitir tener dos niveles de almacenamiento, pero las mayoría de las personas y hogares ni se lo plantean. Al grano, que los datos más sensibles para tí, no sería mala idea si los tuvieras duplicados en una unidad externa (HDD, no SSD, los SSD necesitan refrescar los datos de cuando en cuando, es decir estar conectados) para tu mayor tranquilidad.
Saludos
@Joe y @Javi Para un entorno familiar/doméstico/profesional no crítico un NAS es una opción barata y competente. Para disipar tu miedo te diré que, al menos en el caso de Synology, se puede usar un RAID estándar y no su versión chachimegaway optimizada de la muerte. Si estás despierto durante la configuración y no en modo siguiente->siguiente tienes la opción de establecer el modo de RAID y seguramente el particionado.
Por cierto y teniendo en cuenta el tono del post y de muchos comentarios. ¿La única opción es la Pi3 o ya nos vamos a un NUC con i7 de portátil y 600-700€ más almacenamiento y memoria? Hoy en día tenemos equipos x86 bastante majos, configurables y silenciosos/con poco consumo. Desde los que incorporan Atom X5/X7 (los tenemos incluso tamaño «pendrive» o Android TV) hasta los que montan Celeron N3XXX. Incluso con una caja miniITX pequeña nos podemos dar el gustazo de un i3 o una APU AMD. Todo por pocos euros comparados con los del NUC de gama alta y, evidentemente, bastantes más que con la Pi. Pero siempre podremos tener un mínimo de 2 Gb de RAM (pudiendo llegar a 8 o 16) y poder elegir almacenamiento SSD o mecánico. Y, por supuesto, total versatilidad en cuanto a software disponible con un rendimiento adaptado a lo que nuestro «plan B/C» requiera.
A veces leyendo blogs de tecnología la sensación con la que uno se queda es que sólo hay dos opciones: la ultrabarata que te obliga al cacharreo o la ultracara. Entre ellas, el desierto.
Joe, bien por los planes de contigencia que te dejan decir aquello del «ya te lo dije» 😀 aunque lo que cuentas se sale un poco de mi ámbito, pero desde luego clama al cielo que las empresas no pongan cuidado especial en esto. Y sí, tengo copia externa de lo que me importa, pero no en la nube (ya he comentado por aquí que no me va depender de terceros en esto), sino en disco duro externo en casa de un familiar, por si las moscas.
Land, qué razón tienes, efectivamente parece que los términos medios se quedan un poco huérfanos de contenidos y recomendaciones, pero es cierto que un equipo más modesto con componentes como los que mencionas puede ser igualmente válido para la gran mayoría de la gente. Bien apuntado.
Javier, a veces las empresas, sobre todo si no son de IT, ven la informática como un gasto, no como una inversión, y en pocas ocasiones se dan cuenta de lo vital que es para su negocio. Sobre todo en la época en la que eso sucedió, ahora que es un poco más fácil, sigue siendo difícil que empresa y sistemas acaben hablando el mismo idioma, pero ahora algunas están un pelín mas «escocidas» por la inexorable praxis. Pero aún así, les hablas de temas de seguridad y poco más que te llaman paranoico, exagerado o que los «hackers» solo salen en las películas. Luego les entra un ramsonware y se ponen de rodillas rezándole a todo lo que se les ocurra. Aún queda mucho que ganar en el respeto por nuestra profesión, si un arquitecto les dice que si tocan un pilar se va todo abajo, tienen bastante más cuidado, si tu les dices que tener los servidores sin SAI es una locura, te miran como si les quisieras vender algo y lo consultan con su «cuñao». Hay mucha PYME familiar donde los «enteraos» tienen más credibilidad que los profesionales.
Mordoriano 😉 evidentemente, no todo es blanco o negro. Pero en mi caso cuando me compro un sobremesa siempre voy a por lo que este más o menos un escalón por debajo del top, por dos razones: quiero amortizarlo y no comprar otro hasta dentro de muchos años y al sobremesa a veces le doy tanta caña que se me queda corto (y no juego nunca con él). En portátiles, ahora, si me vale un segunda mano pues me lo pillo, a menos que sé de el caso de que no haya lo que yo necesito a un precio razonable. Cuando es una herramienta de trabajo, a veces no hay dicotomías, uno se compra lo que necesita.
Otra buena alternativa para la Rasp3 es Ubuntu MATE https://ubuntu-mate.org/download/
Sí, ese va a caer para otra prueba a ver cómo se porta, gracias Costales!
Creo que da lo justito para trabajar en el día a día y que en situación de tener compromisos de tiempo esos problemas se vuelven insufribles, para cacharrear y jugar un rato está muy bien dicha placa, o para otros fines, pero para el trabajo diario todavía está lejos de ser una opción.
Saludos
Bueno, depende del trabajo, claro. Como digo ayer hice todo con la RPi3 sin demasiados problemas. Es cierto que todo va más lento, pero no es insufrible. Aún así, como decía en otro comentario, la idea es tenerlo como solución de apoyo por si todo lo demás falla. Que no es poca cosa, ojo. Poder seguir trabajando en caso de catástrofe por 40 euros no está nada mal.
Olé tú!
Con Joe comenté en Twitter sobre una demo en que estuve y que usaron un Skull Canyon y es un equipo realmente impresionante. Habían montado un pequeño centro de datos en el con Red Hat y VMware. Realmente impresionante con una configuración de unos 1000€.
Sobre el potencial de la RaspberryPi qué quieres que te diga, puede que te hayas enfrentado a sus dos talones de Aquiles : la experiencia de navegación es muy inferior a lo que ya estamos acostumbrados y tareas intensivas de uso de disco como compilar sufren el uso de las microSD y del cuello de botella que es el Hub interno que gobierna los 4 USB y el Ethernet.
El vídeo no se puede ver en ventana porque aún no hay drivers libres acelerados y solo está el blob de Broadcom que funciona a pantalla completa (este procesador es el mismo de los Roku).
Veremos que nos depara la RaspberryPi 4.
Gracias por esos detalles Manuti, ole 😉 Sí, evidentemente la RPi3 tiene esas limitaciones pero son las que uno podría esperar de un producto como este. Hay que mirar todo con perspectiva, y dudo que la RPi4 pueda mejorar mucho en esos cuellos de botella sin comprometer esa filosofía (y precio) que tiene ahora mismo. El NUC siempre me ha gustado como concepto, pero también me parece un equipo caro. Creo que es posible montarse cosas interesantes en ese rango y con formatos también MiniITX o ITX muy decentes. Me gustaban especialmente los PCs Gamer que hacía el chico de Disfruta del Castigo, lástima que parezca haber abandonado el tema.
Interesante artículo. Llevo como un mes pensando en hacerme con una Raspberry Pi, para usarla de consola con EmulationStation y RetroArch. Sin embargo, me hago líos entre dónde comprarla, con qué pack, si me conviene la Zero… y se queda en una de esas cosas que nunca decido pillar. Justo me preguntaba cómo de útil sería como equipo completo (algo que no iba a probar en mis propias carnes por no necesitarlo) así que, lo dicho, interesante artículo.
Y en general, gran trabajo, que siempre leo el blog pero nunca comento.
La Zero no la recomiendo, al final necesitas un montón de adaptadores (micro USB y mini HDMI) para usarla normalmente, y va muy corta de potencia (con NEOGEO se atraganta así que ni imagines algo superior).
Con los packs no te obsesiones, compra lo básico (RPi3 y mandos suponiendo que tengas una microSD y un cargador Android por casa de al menos 2A) y luego ya puedes gastar en una caja, ventilación, microSD grande o un cargador de 3A. Echa un vistazo por aquí https://raspberryparatorpes.net/proyectos/recalbox-emulacion-y-retro-gaming-para-torpes/
Muchas gracias Nacho, como dice Manuti (que de esto sabe mucho, es el responsable del blog Raspberry Pi para torpes), no necesitas demasiado pero si es para retroemulación lo suyo es descartar la Zero. Léete su comentario y ese post que enlaza, que seguro que te ayuda. Por 60-70 euros vas a tener la solución completa y créeme, merece la pena.
Saludos!
Desde el respeto. Crees que vale la pena el esfuerzo empleado para tener un equipo que te obliga a cambiar el flujo de trabajo y en el que tus primeras impresiones son «debemos ser conscientes de la màquina que estamos usando»?
No te digo que no sea buena idea para cacharrear y como entretenimiento, pero desde mi perspectiva una de las cosas que más me gustan en la informática moderna es que NO tengo que adaptarme a nada. Nunca he soportado las esperas, siempre he pensado que el momento de cambiar un ordenador es cuando yo debo esperar. Mientras el ordenador es más rápido que yo, va bien. En el momento en que me hace perder el tiempo, malo. Mi tiempo vale mucho más que esos hierros… pienso que todo el tiempo que yo estoy esperando el trasto es tiempo que yo pierdo de estar con mi familia, con mis amigos o, simplemente, tirado en el sofá perreando o leyendo incognitosis.
Otro tema es el ordenador de sobremesa… después de años de trabajar en un portátil exclusivamente, ahora precisamente estoy montando un MacPRO «equipadito» por la comodidad que he re-descubierto que representa trabajar con estos cacharros, pero nada de compromisos en el desktop. «Equipadito» quiere decir que ahí si que no admito la más mínima espera.
Por cierto, 100% contigo en el tema del NAS. Hace un año que trabajo con un synology y ahí reside la clave… esté donde esté tengo TODOS mis documentos de trabajo y eso significa que no aprecio limitaciones ya sea en movilidad o en desktop.
Claro Josep, igual no ha quedado claro en el artículo, pero con este post no quiero dar el mensaje de «deja de comprar PCs y portátiles, solo necesitas una Raspberry Pi 3». La idea era evaluar qué pasaría si todo lo demás me fallase. ¿Podría currar con ella?
La respuesta es un rotundo sí, aun con esas esperas. No es para el día a día aún, porque efectivamente hay falta de fluidez y potencia en muchos escenarios. Cumple, pero eso no significa que vaya a tirar mi XPS a la basura y que haya vivido una epifanía. Y sí, el NAS es un inventazo. Saludos!
¿Me has borrado el comentario? ¿Me has censurado porque no he comulgado con ruedas de molino contigo?
Joder, tío, esperaba algo más de ti.
Borro cualquier comentario que considere que no tiene el todo adecuado. Me parece fantástico que el comentario cuestione una opinión o reflexión, y de hecho me mosquearía que todo lo que yo digo aquí fuese aceptado como verdad absoluta.
Lo que no voy a admitir nunca —lo sufro en los medios en los que trabajo, y ahí esos comportamientos se permiten por razones diversas— es que en esos comentarios que critican o discrepan de lo que se dice no haya ni argumentos razonables («Este artículo es una mierda, y punto») ni un tono respetuoso.
Llevas tiempo comentando por aquí, pero tu tono es equivocado casi siempre. Puede que no sea el equivocado para ti, claro, pero lo es para mí. Esta es mi casita, y no voy a dejar pasar a cualquiera, Rfog. Si te parece bien perfecto. Si no, no tienes por qué leerme, y mucho menos comentar.
Creo que ya te lo he dicho alguna vez, y esta es la última que espero tener que explicártelo. Esto no es el Marca. Si quieres contribuir y enriquecer desde el respeto, perfecto. Si no, fuera de aquí. Seguro que tú no (nos) me echarás de menos, pero te aseguro que el que seguro que no te echará de menos soy yo.
Como dirían los yanquis, your move. Y por cierto, no pienso entrar en un debate contigo sobre este punto, así que no te molestes en contestar a este comentario.
😀
Efectivamente, moveré ficha. Stay tunned (y no, no es una amenaza de nada malo. Simplemente cada uno tiene su blog y se lo **** como quiere).
Lo dicho: esperaba más de ti.
(Por cierto, seguiré visitándote, seguiré poniéndote comentarios y seguiré dándote caña :-P).
Yo, por mi flujo habitual de trabajo con mas de 20 pestañas en el navegador, dudo que pudiera trabajar con una raspi. Sin embargo, por motivos laborales tuve que comprarme gigabyte 4770r brix, le añadi ssd y 16GB de RAM y si, en photoshop en imágenes con muchas capas o en illustrator con varias mesas de trabajo no tira igual pero da lo mismo:
– Mucho menos ruido (pese a lo que dicen las reviews) que mi gráfica del sobremesa «grande» (GTX-650TI, en serio, un tractor)
– Mucho más pequeño (no lo tengo detrás del monitor pero podría sin problemas)
– Mucho más ordenado a nivel de cables debido a la distancia del monitor
– Tira con excels enormes y con +20 pestañas en Chrome que da gusto
– No lo uso para jugar, solo para trabajar. Dudo que la gráfica integrada de para algo decente
En definitiva, un encanto de cacharro recomendable al 100%
Hola, me ha gustado mucho tu Post. Un buen complemento a la RPi sera por ejemplo una pantalla pequeña como la SunFounder 10.1″ IPS. De esta manera tendrías ademas un pequeño portátil. Hay muchos tipos de pantalla, ya es ver cual se adapta mejor tu trabajo.
Discrepo, en mi caso tengo un Intel Core 5200U que casi siempre lo tengo al 100% y si, uso varias aplicaciones pero tampoco es que renderice en 4K o juegue en Full HD… por lo que espero más potencia incluso para cubrir ese defecto
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Pese a que tengo tres RPI y un clon BPI, se me quedan cortas para mi uso normal de escritorio, pero es una opción muy válida por ejemplo para conectar a un proyector con Gnome3 y controlarla con un mando a distancia.
Les estoy dando uso para networking y lúdico. Por una parte, tengo un NAS casero en la BPI, servidor DNS, un Git y cliente bittorrent 24 horas al día. Por otra, uso dos RPI como mediacenter y otra más en la que voy cambiando la tarjeta SD para utilizarla de salón recreativo y sistema operativo para experimientos.
Aunque nunca la probado en producción, puede ser muy válida de controlador de dominio en Samba 4 para autenticar usuarios Windows en entornos pequeños.