Algo está pasando en Microsoft últimamente. Y es algo bueno. La empresa, que hasta hace unos años generaba pocas simpatías, se vio probablemenete beneficiada por el involuntario paso al segundo plano en muchos escenarios. A Microsoft se le escaparon los teléfonos móviles, los tablets, y, desde luego, todo lo que rodea a Internet.
El gigante se movía entonces, como tantos otros gigantes, de forma lenta y pesada. El dilema del innovador se cumplía de forma irremisible para una Microsoft que, eso sí, comenzó a despertar. Lo hizo con aciertos, pero también con errores. Pero lo curioso del caso es que el gigante había cambiado. Escuchaba. Aceptaba las críticas elegantemente, y actuaba en consecuencia.
Lo hemos visto en varias ocasiones en los últimos meses. Aquel lanzamiento original de la Xbox One -todo apuntaba al adiós al juego en formato físico y a una distribución muy rollo Steam, maldición- no fue tal por las críticas de los usuarios. Microsoft volvió a dar vuelta atrás con Windows 8.1, una actualización que corregía muchos de los problemas que se le achacaban a Windows 8, y devolvía su bien ganado protagonismo al ratón y al teclado.
Y hoy nos enterábamos de una nueva demostración de que el gigante sigue escuchando. Microsoft anunciaba hace unas horas que venderá la Xbox One sin Kinect (además de la actual oferta con Kinect) para todos aquellos que no estén interesados en las prestaciones ofrecidas por ese dispositivo. Ya muchos lo habíamos demandado antes incluso del lanzamiento de la consola y yo mismo insistía en esa necesidad hace cerca de un mes. Sobran los «te lo dije» y lo de hacerse el visionario con una decisión que parecía cantada por obligación y no tanto por devoción. Y sin embargo, lo que no sobra es reconocerle a Microsoft el mérito de rectificar.
Más aún: la empresa no deja de hacer cambios intrigantes y prometedores. Con Ballmer fuera y Nadella al mando, todo pinta de un sorprendente color de rosa en la empresa de Redmond, que quizás necesitara aires nuevos para confirmar ese cambio de mentalidad. Azure, sus renovados servicios web, y su apuesta por la convergencia son refrescantes. Y qué decir de sus Surface -cada vez más atractivos y de unos futuros smartphones que imponen una incógnita tan grande como su propia dimensión. Si Microsoft resuelve bien esa ecuación -difícil, pero Windows Phone 8.1 demuestra que hasta en eso han logrado recuperar terreno- tendremos ante nosotros a una empresa que habría logrado desafiar al citado dilema del innovador.
El gigante se ha puesto en forma. Y eso mola.
Pues muy bien hecho.
Estoy seguro de que el sobrecoste del pack con kinet les ha restado ventas con respecto a PS4, porque te obliga a desembolsar un extra por algo que posiblemente ni quieras.
Sobre Windows Phone 8.1 debo de reconocer que me gusta, y cada vez más, incluso por encima de Android.
Frente a los constantes problemas de fragmentación, los fallos de versiones que ya deberían venir muy pulidas, los problemas de rendimiento solo paliados a estas alturas por cada vez más potentes smartphones… Microsoft ha apuntado por la optimización, por ofrecer móviles con un sistema que funciona siempre muy bien, ligero y muy optimizado.
Y encima sacando una actualización con retrocompatibilidad, frente a la política de ‘ahí te quedas con una versión antigua’ de los principales fabricantes de smartphones con Android.
Con la compra de Nokia, además, se van a atrever lo que Google ha tenido miedo de hacer: controlar su producto al 100%, en HW y SW, como hace Apple.
Y encima con algo muy necesario, total transparencia. ¿Que nos hemos equivocado y hay que rectificar?… se hace.
¿Que los usuarios me demandan otras cosas que no tenía pensado darles?… pues cambiamos planes y se lo damos.
Solo voy a decir una cosa… que Google empiece a reaccionar, porque Windows Phone podría empezar a arrebatarles mercado.
Dos comentarios; no se porque pero creo que MS nunca volvera a ser protagonista, tiene excelentes productos como el Surface y XBOne y no veo que la gente se emosione por ellos, Win8.1 cada ves mas irrelevante, como todo lo relacionado con las PC. WinPho no pasa de ser una curiosidad bajo la sombra de Android.. no se, cada ves mas irrelevante.. un poco injusto, son muy buenos productos…
Lo otro es que siento que Apple va ya empezando a caminar por ese rumbo, iPhone fuera del trono, iOS sintiendose viejo frente a Android… OSX estancado… y parece que no se quieren montar en el carro de los wereables.
Hace mucho que vengo leyendo posts en diferentes sitios sobre la caida de Microsoft y sus graves consecuencias. Y lo que estos futurólogos no entienden, es que cuando un gigante cae, luego se levanta, y ahi es donde la cosa se pone interesante. Le veo buena pinta a los windows phones, aunque todavía no dejo mi iphone 4s.
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