Conozco a un chico al que llamaban el ariete. No coincidí nunca de marcha con él, pero por lo que cuentan era toda una garantía a la hora de conocer féminas. El chaval no es ningún guaperas, pero supongo que de tanto intentarlo había perdido toda vergüenza y era, como diría Barney, el perfecto wingman. En estos tiempos eso, por lo visto, ya no es necesario.
Lo comprobé un poco esta semana, cuando tuve la oportunidad de entrevistar a uno de los fundadores de Tinder, la aplicación móvil de moda para ligar. Ahora lo de entrarle al objetivo en plan simpático, ocurrente o chulito ya no cuela. Estés donde estés –ni siquiera hay por qué estar de marcha– puedes encender el móvil, abrir Tinder, e ir viendo las fotos de los contactos con el perfil que teóricamente te interesa y que andan pululando por tu zona. Como si fueran cromos. Este lo tengo. Este no.
El chico con el que hablé me dio un poco el discurso vendemotos, sobre todo cuando habló de que Tinder es una «plataforma de descubrimiento social» que, me decía, estaba orientada a conocer nueva gente, y no necesariamente a ligar. Por favor. Lo único que ves en Tinder es la foto de la gente y, como mucho, algunos datos mínimos de su perfil en Facebook. ¿Ahora resulta que buscas a los amiguetes también según su aspecto?
El éxito de la aplicación, por supuesto, está provocando todo tipo de desmanes. Por ejemplo, lo de que se haya convertido en una especie de Tumblr o de Instagram para modelos que supongo que buscan hacer algo más de ruido en esta nueva red social –o que te intentan timar, cuidado, aficionados a los amores a distancia–, aunque luego lógicamente pasen del objetivo real de la aplicación.
La verdad es que entiendo el tirón de este tipo de herramientas. Lo de pasar los cromitos debe ser hasta adictivo. Y puede que hasta funcione y todo de cuando en cuando –si es vuestro caso, comentad, por favor– pero supongo que para los que somos ya un poco más viejunos la cosa pierde un poco de gracia. Aunque claro, luego viene la otra reflexión: quién hubiera pillado el invento hace unos años ;D