Google+ –aquí mi cuenta– cada vez me gusta más: es probable que acabe convirtiéndose en mi principal fuente de información (Twitter es ahora mismo mi herramienta base para informarme), y la llegada de las «Páginas» a Google+ es sin duda un paso muy importante para la red social y para las empresas que quieren aumentar su presencia en Internet en dicha plataforma.

Sin embargo, nada más conocer la noticia me puse a crear mi primera página en Google+, que está dedicada a MuyComputer, web de la que soy editor. Pues bien, el proceso me pareció absurdo. En primer lugar, porque no hay ningún tipo de verificación de que la página que yo creo de Google+ es la página realmente «oficial». Y la segunda, el control sobre las publicaciones es bastante lamentable, ya que solo el propietario de la cuenta de Google+ «madre» de la página puede publica:

So, let me get this straight, only one person, working on one team, can post to a social networking account? So, if the brand needs to say something to customers in a high-touch, high-service business like ours they will need to wake me up to get me to post something? Really? Google, did you really think this through?

Lo explica también Robert Scoble con párrafos como ese. Este evangelizador involuntario (o voluntarioso) de Google+ pone muchas más pegas a una característica que debería haber sido implementada con un poco más de coherencia. En Twitter también hay «suplantación de identidad», pero los medios sí tienen la capacidad de verificar que son ellos los verdaderos responsables de esas cuentas de Twitter. Esa diferenciación en Google+ parece inexistente, y eso probablemente haga que comiencen a aparecer muchas críticas al servicio.