Teletrabajo desde octubre de 2007: estos ya casi cuatro años me han servido para adaptarme a una filosofía para la que no todo el mundo está preparado pero que en mi caso es sencillamente fantástica. Cuando se trata de currar soy bastante «autista». No soy muy amigo de las distracciones, y los cascos eran compañeros inseparables en la redacción de PC Actual o The Inquirer cuando tenía que ponerme realmente al tajo. Los tiempos perdidos en los trayectos, el estrés que generan el tráfico o el tema de aparcar desaparecieron cuando comencé esta etapa, en la que claro está, no todo es de color de rosa.
Tienes que organizarte muy bien: puede que algún día te levantes algo más tarde de lo «adecuado» para un trabajador normal, pero sucede mucho más a menudo que te acabas acostando mucho más tarde de lo «adecuado» porque no cierras tu jornada laboral. Se trabaja muchas más horas -atención a las negritas en «trabaja»- y si no tienes cuidado no diferencias tu tiempo y el de tu familia con el tiempo que hay que dedicarle a tus tareas profesionales.
Y sin embargo, teletrabajar compensa con creces para alguien como yo, que rindo una barbaridad en mi despachito casero, y que me organizo mis tiempos cada vez mejor. Y por supuesto, teletrabajar da otra gran posibilidad: currar desde cualquier lugar, y en cualquier momento. Aunque no lo he hecho casi nunca, ha habido pequeñas temporadas en las que podía tomarme unas vacaciones «parciales» -cuando uno es autónomo el concepto de vacaciones como tal suele difuminarse- para trabajar un rato por la tarde-noche y disfrutar por la mañana, o viceversa.
Pero una cosa es eso, y otra lo que han hecho una pareja de teletrabajadores muy aventureros que se han arriesgado a aprovechar ese estatus para viajar por buena parte del mundo. Su experiencia es alucinante, y aunque alguien como yo podría planteárselo, una cosa es pensarlo… y otra muy distinta hacerlo. De hecho, la presentación que han creado deja claro que en ese fantástico viaje personal y profesional no todo era tan bonito como pueda creerse.
Y sin embargo, qué envidia. Con un par. La presentación, tras la pausa.
Hola Javier,
Ando trabajando de la misma forma y me sentí identificado con este artículo.
Actualmente la ciudad donde vivo, Bogotá / Colombia, está hecha un caos con la movilidad, y me he sentido tentado a trabajar de esta forma y estoy tomando riesgos altos de igual forma, pero la recompenza ha sido interesante.
Y es cierto, uno puede tomar más tiempo del que debería, descuidando la familia, el aislamiento es algo que debe saber manejarse, pero mientras comienzas es muy complicado, creo que hay que cambiar la mentalidad, ser muy organizado y disciplinado, pero bueno eso es fácil decirlo, adquirirlo en tu diario vivir es otra cosa y no es fácil, pero sí se puede… Mejor dicho, ¡no hay opción!.
Con respecto a esa pareja ¡Comparto la envidia! A lo mejor me animo, je je je…
Dices una cosa muy interesante.
Yo tengo un régimen mixto y digamos que hasta cierto punto estoy exento de ir a la oficina si mi trabajo no lo requiere. Así que muchos días trabajo desde casa, incluso en pijama.
Sin embargo, no todo el mundo está preparado psicológicamente para eso. Hay gente que necesita el ambiente de trabajo para rendir o simplemente trabajar…
Pero es una maravilla olvidarte de horas punta en transporte público o privado.
Donde yo trabajo no querían dejarnos teletrabajar. La obtusa mente del empresario: a más horas en el despacho, más productivo. Y eso son los primeros días, luego la mente divaga perdida por el oceano cibernético de internet.
La solución fué pedirles que nos instalaran WorkMeter. Es un programa que mide la productividad de los que trabajamos con ordenador. El programa crea un perfil productivo que puedes consultar para ver tus tareas, interrupciones y la gestión de tu tiempo, y así mejorar. Y desde entonces teletrabajo parcialmente y tengo horario flexible.
Por lo que me han dicho, el departamento de recursos humanos también está contento porque recibe feedbacks de los departamentos, y puede gestionar mejor al personal, saber donde hace falta ayuda, etc.
Hola,
en mi departamento tenemos teletrabajo desde hace varios años. Mis compañeros empezaron con un día a la semana y desde hace más de año y medio tenemos 2 días (opcionales, por supuesto).
Aún así tenemos unas condiciones:
– Ni lunes ni viernes para no «asimilar» el teletrabajo con fin de semana
– Si hay vacaciones se restan los días
– Y alguna otra
La idea es ir al menos 3 días por semana a la oficina para vernos.
De momento no ha habido ningún problema y el rendimiento es igual de bueno o mejor que si siempre fuéramos a la oficina.
En mi caso particular, como tengo hijas pequeñas, me viene muy bien para poder adaptarme un poco mejor a sus horarios.
Saludos, Iván.
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