Hace unas semanas hablé del concepto Inbox Zero, que define ese intento por lograr que nuestro buzón de entrada esté vacío siempre o, como mínimo, que solo contenga mensajes recientes que no hemos leído. Dado que el correo electrónico cada vez es un canal de comunicación más denso por el número de mensajes que llegan, lograr tener un buzón limpito da cierta tranquilidad.

Lograrlo, sin embargo, es bastante más complicado de lo que podría parecer. Para empezar, todos los que llevamos ya cierto tiempo con Gmail -o con cualquier otro cliente de correo- solemos tener el síndrome de Diógenes pero en su vertiente digital: apenas tiramos correos a la basura, por intrascendentes que éstos sean a los pocos días de haberlos recibido. Eso hace que nuestros correos se queden en el buzón de entrada muertos de risa, cuando estarían mucho mejor archivados en carpetas o, en muchos casos, borrados de la existencia.

Limpiar el buzón es una agonía. Acabo de comprobarlo en mis carnes -y solo he rascado la superficie- al tratar de lidiar con los 20.763 mensajes que tenía (verídico) en Gmail. Tras un buen rato limpiando he conseguido borrar 200 de esos correos -he empezado de lo más antiguo a lo más nuevo- pero lo he hecho con una nueva filosofía: convertir esa búsqueda del Inbox Zero en un juego. Y la verdad es que mola.

Lo comentaban en GigaOM el otro día, en un post en el que hablaban de 0Boxer, una extensión para Chrome y Safari (por ahora no disponible en otros navegadores) que nos pide acceso a nuestra cuenta de Gmail para ir monitorizando nuestra utilización de dicho servicio. Cualquier acción que realicemos -contestar correos, borrarlos, marcarlos como spam, archivarlos, etc- va sumando puntos, de forma que al cabo de cierto tiempo tenemos una puntuación y un ránking en el que nos podemos comparar con otros usuarios de la herramienta.

Lo cierto es que el sistema es una chorrada, y a algunos puede que no les mole ceder paso a 0Boxer a nuestra cuenta, pero que yo sepa únicamente registran el uso de Gmail -borrar, archivar, contestar- y no el contenido de los mensajes, y su funcionamiento es fantástico. De hecho se nos van concediendo los famosos badges que son un reclamo para los frikis de este tipo de servicios -Glue y Foursquare son buenos ejemplos- y que nos van sumando también galones a nuestra actividad, registrada fielmente en la página oficial, donde tendremos nuestra propia cuenta con el seguimiento pormenorizado semana a semana.

Para gente competitiva como yo -no dejo que me ganen ni a las chapas, y lo paso fatal cuando algún niño ruso me golea al FIFA 10 en la Xbox- lo de 0Boxer es un invento, así que si queréis animaros a buscar ese utópico Inbox Zero, ya tenéis una ayudita casi lúdica. Muy curiosete.