Los que vivimos de escribir sobre tecnología notamos cómo los flujos de noticias suelen estar claramente centrados en dos o tres compañías. Apple, desde luego, es una de las que más cobertura generan, y eso que es algo totalmente «inmerecido» teniendo en cuenta que sus notas de prensa suelen ser bastante escasas. Sin embargo el caso contrario lo tenemos en Google, cuyos blogs -tienen decenas, en una estrategia de blog de negocio absolutamente brillante- no paran de ofrecernos todo tipo de novedades.
Una de las últimas es la que afecta a Google Images, el buscador de imágenes de Google que es una mera sombra del buscador generalista y de otros servicios, y que sin embargo es un recurso indispensable para muchísima gente. Y me incluyo, porque tanto las capturas que uno utiliza en artículos para revistas impresas como para artículos en Incognitosis o en Inq/eWeekEurope suelen salir de aquí.
El servicio lleva disponible desde el año 2001, y desde entonces los cambios a la interfaz no habían sido especialmente dramáticos, pero ahora han hecho un rediseño especialmente notable que deja claro que las imágenes son la clave del servicio, con una presentación de resultados en la que omiten la presencia de textos y enlaces debajo de esas mismas imágenes, algo que era lo típico hasta ahora.
Sin embargo en el nuevo Google Images nos encontramos con un mosaico de fotos que llena por completo la pantalla y que de hecho se extiende en un scroll casi infinito hacia abajo: a medida que nos desplazamos hacia abajo en la página de resultados van apareciendo más y más resultados -lo que hace que la imprescindible extensión AutoPager para Chrome/Firefox ya no sea tan imprescindible en este caso-, y hace que la navegación por la página sea especialmente cómoda.
En el blog oficial de este desarrollo explican otras novedades, como el hecho de que al dejar el ratón sobre una imagen (sin clicar) el efecto hover hace que aparezca un pequeño cuadro de diálogo con más información y el famoso «Similar images», pero si pinchamos en la imagen la aparición del resultado es curiosa, porque esa imagen aparece en una ventana en primer plano, mientras que en segundo aparece la página de la que procede la imagen, que también se carga. Es un método parecido al antiguo, aunque algo más visual y potente.
Parece mentira cómo Google es capaz de reinventar la interfaz para mejorarla gradualmente con cada nueva versión de sus servicios web. Y mira que las primeras versiones son buenas, pero sus equipos de diseño son realmente fantásticos, porque la mayoría de decisiones que toman son en mi opinión muy acertadas. Ahora solo falta que hagan lo propio en Android 😉