Para los que anden un poco perdidos, estos días se debatía en el Parlamento Europeo una reforma llamada Telecoms Package que teóricamente modificaría la gestión de las telecomunicaciones en el viejo continente. Dicha reforma era especialmente relevante porque entre otras cosas pretendía coartar los derechos de los internautas, creando una especie de nueva Internet Orwelliana en la que los usuarios podrían ser espiados, monitorizados, controlados y expulsados dependiendo de su comportamiento.

Lo explicaba mucho mejor que yo Enrique Dans en un post muy clarificador en el que ponía de relieve la importancia de dicho proceso, aunque como cuentan en El País afortunadamente la votación ha concluido con la decisión de rechazar la reforma del paquete de leyes de telecomunicaciones. Como indican en Computerworld, «existía una cláusula que podría haber comprometido los derechos de los ciudadanos en su acceso a Internet«.

En The Register extienden los datos de la votación, que ahora hace que el paquete de medidas entre en fase de conciliación, o lo que es lo mismo, de nueva puesta en marcha de la reforma para llegar a un acuerdo. Lo mejor -o peor, según se mire- es que las elecciones del mes que viene para el Parlamento Europeo harán que los responsables de esa decisión sean completamente distintos a los que estuvieron implicados en este proceso.

Pero por ahora estamos salvados. Fiu.