He llegado tarde al evento Apple por temas varios, pero lo cierto es que no esperaba grandes cosas ya de la empresa de Cupertino este año. Aquella frase de Eddy Cue de hace meses con lo de «Vamos a tener el catálogo de soluciones más completo de los últimos 25 años» era, lógicamente, un comentario muy subjetivo. Muy de vendemotos, que es al fin y al cabo lo que es este hombre.

Se ha vuelto a demostrar con el evento de hoy -ya podéis verlo en diferido y sin necesidad de Safari (je)-, mediocre en mi opinión en el 80% de su contenido, y con una dinámica muy propia de Apple, que sabe destacar lo que quiere y ocultar lo que no quiere. Muchos medios y muchos inocentes (o no tanto) solo ven esa parte deslumbrante, y no tratan de buscarle más pies al gato. Pero para eso estoy yo, y aunque puedo meter la pata en algo, estas son las primeras impresiones respecto al evento:

1. iPad Air 2: una actualización destacable que sí me ha sorprendido por la adopción de un procesador más potente, el A8X que parecía reservado al teórico iPad de gran formato. Eso me hace pensar dos cosas: 1) Que el A8 de los iPhones es en realidad una versión recortada de este por motivos de eficiencia y autonomía de batería y/o 2) Que el iPad de gran formato nunca saldrá al mercado, o solo será diferencial en pantalla y no en potencia. Aparte de ese procesador destaca de nuevo su delgadez -como en los nuevos iPhone, hubiera sacrificado un poco para meter más batería, creo- y la nueva cámara de 8 MP que, cuidado, no sobresale de la carcasa como en los iPhones. Me parece curioso que le den tanta importancia a esa función fotográfica del tablet -me parece ridículo sacar fotos con estos dispositivos-, pero ok. Por supuesto tenemos Touch ID, faltaría más, además de la versión choni en esos dorados que tanto me chirrían y que tanto gustan a tanta gente. Como digo, una actualización destacable que solo sale por 10 euros más que la generación anterior. No está mal si uno cree todavía en los tablets. Yo, desde luego, no lo hago. Por cierto, la sorpresa de la velada estaba oculta: la ‘Apple SIM’ ‘multioperadora prepago’ de Apple, de la que han hablado en The Verge. Muy curioso.
2. iPad Mini 3: una actualización vergonzosa. El Mini conserva todas las especificaciones del modelo anterior, todas, y únicamente añade el sensor Touch ID. Eso también me hace pensar que 1) Apple pasa de esforzarse en un formato que probablemente será canibalizado por el iPhone 6 Plus y/o 2) van a ver qué pasa con este smartphone de 5,5 pulgas y quizás se planteen una renovación de verdad el año que viene. Es flipante que aún así mantengan el precio que tuvo el iPad Mini con Retina el año pasado, 389 euros. Un verdadero engañabobos. Cuidado, porque podéis comprar el del año pasado por 299 euros (o sea, que Touch ID cuesta 90 euros), engañabobos II, y el del 2012, el iPad Mini original, por 239 euros. Súper engañabobos III. Pero cuidado, que llevan la manzanita detrás. Eso cura todos los males. Sobre todo los de Apple, cuyo margen de beneficio con estos tablets debe ser brutal (a ver si saco un rato y trato de averiguarlo). Fijaos todo el tiempo que se tiraron hablando del iPad Air 2, y el poco que dedicaron al iPad Mini 3. Mejor no hablar mucho para que no se den cuenta de que no hay nada que contar, dirán en Apple. Pero nos damos cuenta majos, nos damos cuenta.
3. iMac con pantalla Retina 5K: el único producto destacable de la presentación, la web de producto ya mola bastante con ese efecto parallax-zoom. Esa pantalla tiene una pinta brutal -ya sabéis lo fan que soy de los monitores 4K- y hay que tener en cuenta que cuando Dell anunció su monitor 5K de 27 pulgadas hace algo más de un mes ya se dijo -sin confirmación oficial- que ese periférico costaría 2.500 dólares. Que es lo que costará este iMac integrando además de la pantalla un ordenador bastante majete. Que no significa que la combinación sea perfecta: la gráfica es una dedicada para portátiles, así que olvidaos de jugar a resoluciones 5K/4K, y los procesadores siguen siendo Haswell. Me quedan muchas dudas respecto a la tecnología utilizada en el panel –en Reddit hay discusión jugosa-, pero en el Dell se usa la tecnología MST que une dos señales de 2.560 x 1.440 para lograr esa resolución final, un truco que también se aplicó a los primeros monitores 4K baratos. Los últimos modelos utilizan SST, mucho mejor, pero dudo que sea el caso con esta pantalla, que eso sí, seguro que tira esa resolución a 60 Hz. También intrigante cómo han logrado mostrar esa resolución, aunque ahí parece que la T-CON de la que hablan (Timing Controler) parece pilar absoluto, y me da a mi que es la que hace el trabajo sucio con tecnología MST. Será interesante cuál es la resolución de trabajo, porque trabajar a 2880p en un 27 pulgadas es solo para gente con una visión privilegiada. Supongo que lo normal será trabajar a 1440p -¿quizás en ese modo se logren 120/144 Hz?- y disfrutar de una definición brutal. Recordad que en los MacBook Pro Retina de 15 pulgadas, por ejemplo, la resolución nativa es 2.880 x 1.800, pero la resolución de trabajo o «escalada», como dicen ellos, es de 1.920 x 1.200 / 1.680 x 1050 / 1.280 x 800 e incluso 1.024 x 640 según las necesidades. Veremos cuáles son las resoluciones escaladas de estos iMac. Lástima esa configuración hardware, que no está mal, pero que no acompaña a un pantallote de estas características. Prefiero pantalla 4K (o 5K, ya puestos) por separado, y lo que sea conectado a ella, pero yo elijo. Buen intento Apple. Por cierto, nuevo éxito en la paridad euro dólar. Precio en dólares para modelo de partida: 2.499 dólares (1.950 euros al cambio). Precio oficial en euros para el modelo de partida: 2.629 euros. Ole.
4. OS X 10.10 Yosemite: salvo por la integración con iOS, que me parece curiosa, me parece que no se han esforzado demasiado en esta nueva edición. Pocas revoluciones y pocas evoluciones, aunque debo reconocer que me quiero empapar bien con la tradicional mega-review (reservaos tiempo, son más de 26.000 palabras) que acaba de publicar John Siracusa en Ars Technica. Tampoco es que le pueda pedir mucho a Yosemite: es gratis, y criticar lo gratis igual tiene un punto de injusticia total, pero como este es mi blog, hay que repartir estopa.
5. Apple Watch: no se anunció nada nuevo excepto por la presentación del llamado WatchKit -que no llegará hasta dentro de un mes- para que los desarrolladores puedan comenzar a implementar todo tipo de herramientas para estos relojes. Que sigo diciéndolo -han aparecido nuevas fotos-, me parecen horrorosos. Pero horrorosos con todas las letras. Y no lo pongo en mayúsculas por respetar las formas.
6. Mac mini: no me tientan nada estos equipos que considero hiper-caros para lo que ofrecen. Me iría de lleno a un Intel NUC o a un Gigabyte Brix. Pero es que encima Apple los ha renovado incluyendo procesadores de hace un año, los correspondientes a la familia Haswell que llega a su fin. La versión básica con un Core i5 a 1,4 GHz es la que cuesta 499 dólares, pero es una ful, claro. Lo mismo hicieron con los iMac de 1.099 dólares, y ya lo dijeron en Ars Technica: pierdes el 50% del rendimiento para ahorrar un 18% de la pasta. Mucho ojo, no piquéis (IMHO). Como he dicho con el iPad Mini 3, uno tiene que sospechar si Apple habla de un producto tan de pasada. Algo seguro que no encaja. Y efectivamente, algo no encaja.

Vamos con lo que no presentaron:

1. iPad Pro de 12,9 pulgadas: me da a mi que tardaremos en verlo, si es que lo vemos algún día. No parece tener sentido tal y como marcha el mercado.
2. Nuevos MacBook Air (con y sin Retina): totalmente lógico, no era el momento. Broadwell está a la vuelta de la esquina, así que como muy pronto los tendremos en enero de 2015. Puede no obstante que tarden aún más si Apple espera a que Intel saque no solo sus Intel Core M -ya disponibles en algunos Ultrabook como los Lenovo Yoga 3 Pro (pintaza) o los ASUS ZenBook UX305– sino también sus micros para portátiles un poco más ambiciosos.
3. Apple TV: no soy muy fan de este dispositivo, pero debo reconocer que conozco gente que lo tiene y está tan contenta. Por eso me da pena que no le dediquen un poquito de atención: Ya van dos años sin renovación, y Apple, por supuesto, ni siquiera baja el precio del dispositivo, que sigue en los 99 euros.
4. iPod: lo he tuiteado durante el evento; han sacado una diapo con fotos de perfiles de los dispositivos de ese asombroso catálogo de 2014, y había un gran ausente, el iPod. Aparecían el relojito, el iPhone, el iPad, MacBook Pro y el iMac, pero nada del iPod (el MacBook Air estaba representado por el Pro, supongo, y el Mac Pro tampoco estaba aunque no fuera en sí una disrupción). Una injusticia histórica para el producto que cambió el futuro de Apple para siempre. Otro gran olvidado, aunque debo reconocer que al iPod no le veo mucho sentido hoy en día con alternativas como el iPhone o, ya puestos, el iPad Mini por si prefieres ver pelis.
5. Apple Thunderbolt Display: tampoco se esperaban monitores 5K «independientes», y probablemente tardemos en verlos, sobre todo por los requisitos que impone una resolución de este tipo para los estándares de conexión actuales. Thunderbolt 2 no puede gestionar esa resolución, harían falta dos cables. DisplayPort 1.3 soportará (parece) 5K a 60 Hz, así que toca esperar a que los Macs soporten dicho tipo de estándares. Ya se ha hablado de la próxima versión de Thunderbolt, Alpine Ridge, que parece que ofrecerá la posibilidad de dar salida hasta a 2 pantallas 4K al mismo tiempo -ya no solo una- así que será el momento de una Thunderbolt Display 5K.  La duda, por cierto, es si Apple permitirá usar Target Display Mode (TDM) con el iMac Retina 5K, algo que dudo precisamente por las limitaciones de Thunderbolt 2. Eso permitiría poder conectar por ejemplo un Mac Pro para darle caña a esa pantalla, pero vamos, me parece no solo absurdo (por el coste) sino imposible (por las citadas limitaciones de TB2). O puede que sí se pueda usar, pero no aprovechando esa resolución.
6. Software: seguimos sin ver nada con respecto a Beats, mientras que temas como CarPlay, HomeKit o HealthKit no son por ahora más que humo. Hay que dar tiempo a todas ellas, desde luego, pero Apple sigue teniendo mucho trabajo por delante.

Las conclusiones son para mi claras: salvo por un prometedor Apple Pay, las propuestas de Apple para este año han sido muy, muy aburridas y muy, muy poco compensadas en precio/prestaciones. Lo que dije con el iPhone 6 se extiende a cualquier producto Apple existente en el catálogo actual (salvo, como siempre, el MacBook Air): no valen lo que cuestan.