Llevo ya unos añitos escribiendo en medios online, y salvo honrosas excepciones estoy bastante de acuerdo con aquella corrosiva frase de Enric González en la que éste afirmaba que «lo peor del periodismo son los lectores«. En aquel post hablaba del valor de los comentarios, un tema recurrente en Incognitosis porque me toca muy de cerca y porque creo que hay que darle a esa faceta de los blogs y los sitios web -la discusión y el debate- el valor adecuado.
Y este no es otro que el que tienen esos comentarios. Hay casos en los que los comentarios valen más que el propio artículo, y otros que modifican nuestra percepción de lo que leemos. Y luego están todos los demás casos: aquellos en los que los comentarios, reconozcámoslo, no aportan nada. O si lo aportan, es algo negativo.
El problema no es que haya trolls (¡no les alimentéis, no les alimentéis!) o deje de haberlos, el problema es que son los responsables de los medios los que deben tratar de ofrecer valor en esos apartados.
Los que lo intentan y lo han intentado llevan años tratando de hacer que funcionen cosas como la moderación humana (a mi modo de ver, la única solución, pero demasiado costosa) o los sistemas de karma y automoderación. Hay quien ha ideado formas de tratar de promocionar la calidad de los comentarios destacando los más interesantes. Ars lo hace en sus posts, The Verge ha publicado más de un comentario-post como una historia más en su portada, mientras que Gizmodo hace tiempo que inauguró su plataforma Kinja en la que cada comentario forma parte de un historial de publicación a modo de blog personal que teóricamente debería hacer que sus responsables cuidaran esas pequeñas tarjetas de visita.
También están aquellos que han tratado de darle a los comentarios un sitio distinto. Por ejemplo, redirigiendo a los comentaristas a foros de discusión -si no recuerdo mal, Ars Technica lo hacía así antes- u ocultando la discusión y el debate por defecto, como hizo Medium con esos comentarios desplegables que luego copió Quartz, y como ahora hace The New York Times con una columna lateral con los comentarios desplegados si clicamos sobre ella.
Otra de las opciones, por supuesto, es simplemente vetar los comentarios, algo que se deberían plantear seriamente medios como el Marca en los que los comentarios suelen ser toda una oda a la mediocridad. Es la opción por la que se han decantado algunos uberbloggers como John Gruber, mientras que otros requieren registrarse en el blog o medio para poder comentar, algo que tampoco sirve de mucho freno al caos cuando el anonimato en Internet es casi imprescindible para quienes navegan por la red de redes.
Añadiría también (gracias a NPI, que lo apuntaba en los comentarios), métodos especialmente curiosos para moderar los comentarios: el hellbanning, slowbanning y errorbanning son alternativas fantásticas para que podamos vengarnos de esos comentaristas nocivos con una racioncita de su propia medicina. Leed el artículo de Coding Horror al que apuntaba NPI para entender qué hace cada uno de ellos, porque vale la pena.
Y llegamos al caso de algunos medios que curiosamente han tomado una decisión distinta: la de cobrar por poder comentar. Es el caso de Stratechery, un blog que admiro casi todo. Esto último de cobrar por comentar, no obstante, me parece más bien peligroso, y precisamente es lo que defiende un curioso post en The Kernel que ha inspirado esta entrada hoy. La idea de ese post va más allá: en realidad no solo habría que cobrar por poder comentar sino que, atención, habría que pagar a aquellos comentaristas que hacen los mejores comentarios. La idea, la de pagar pequeñísimas cantidades -la mayoría de los medios bastante tienen con subsistir, como para encima pagar a los lectores por leerles y participar- que al menos le dieran a uno para unas cañas al cabo de un año si es un miembro activo y de calidad de una comunidad.
Ninguna de las dos opciones me parece especialmente interesante para solucionar el tema de la calidad de los comentarios (alguien puede tener suficiente dinero para pagar y seguir publicando chorreces en los comentarios a destajo) ni en el control del spam, que de nuevo tendría que controlarse con una moderación humana que es, para los que escribimos, una dura tarea diaria que ejercemos con estoicismo y con mayor o menor éxito.
Incognitosis es afortunadamente lo suficientemente pequeño para no estar descontrolado en ese sentido, y de hecho ya comenté que no os soléis prodigar mucho por aquí. Por un lado eso me quita trabajo de moderación, claro, pero por otro puede restar de nuevo interés al debate que, yo creo, por aquí suele ser decente. Y aún así, lo tengo claro: si algún día tengo que lidiar con un volumen insostenible y la calidad de los comentarios es baja, puede que tome la misma decisión que Gruber. Como decían en The Kernel,
Here’s what we should do: Get rid of comments. The end. Article over.
Pues eso. Que no os leáis los comentarios. Excepto los de Incognitosis, claro.
Comparto tu criterio, y mi sitio es un claro ejemplo de uno de los casos que planteas. Hay veces que los propios comentarios son mejores que el artículo en cuestión o al menos le dan un valor añadido al mismo. Y otras veces, pues algunos comentarios mandan el post a la mierda.
Phoronix es uno de esos sitios que usan los foros para comentar. Yo en lo particular no estoy de acuerdo con ello, pues me parece mejor que si tienes una idea con respecto a un tema, lo desarrolles en el mismo lugar. Eso por no hablar de que tener que hacerte otra cuenta o tener que pinchar otro enlace para dejar tu opinión, para muchos puede ser demasiado trabajo xD
Ya he visto que escribes (o creaste, no me ha quedado claro) en DesdeLinux, lo miraba mucho en los tiempos de MuyLinux 😉 En este tipo de sitios tan de nicho suele haber otro problema: que el debate a menudo se calienta demasiado, y hay opiniones encontradas que suelen acabar muchas veces en flame wars. Lástima, porque la calidad de los comentarios suele ser buena porque la gente está muy metida en esos temas y a veces te descubren cosas que ni tú mismo sabías…
Escribo y soy Fundador de DesdeLinux 😉 Y si, tienes razón, a veces he tenido que ponerme duro con algunos usuarios que se pasan con sus comentarios.. como también tienes razón en algo, yo mismo he aprendido muchísimo con muchos de los comentarios que ponen en el blog.
Pues enhorabuena doble por el blog, gracias Elav!
Yo también soy de los que creen que los comentarios aportan mucho a los artículos. Para mi hay dos tipos de comentarios que leo, por un lado en las noticias que te interesan de verdad, para saber los que opinan los demás, y luego marca, cuando te apetece echarte unas risas con las estupideces que dicen…
Yo del Marca a veces me leía los titulares. Ya ni eso. Se ha convertido en un medio click-bait.
A mi el que me gustaba era el «efecto hilo podrido», cuando los comentarios derivaban sin control y degenerando del tema del post. Por ejemplo, si yo pongo aquí un:
???? ¿Cómo puedo vender un riñón? ????
Y lo dejamos macerar.
Pero es que eso lo puedes hacer sólo en blogs y medios de clase B, ¿¿cómo te atreves?? 😀
Y lo peor era cuando ese comentario se convertía en tu mejor arma de posicionamiento y dudabas si borrarlo o no. Si dejar qué el hilo continuase degenerando o extirparlo.
Hay sistemas que no has comentado y que a mi me encantan que son aquellos que contemplan el slowban, hellban y errorban.
http://blog.codinghorror.com/suspension-ban-or-hellban/
Sobre lo de pagar a los comentaristas se puede combinar con el que los comentaristas paguen; es decir, se recolectan las donaciones de todos los comentaristas y con ese dinero se paga a los mejores (a juicio de la comunidad), puede causar problemas si la comunidad empieza a premiar a los troles ingeniosos y no a aquellos que realizan apuntes interesantes (¿Se podría implementar 2 sistemas de votacion uno para divertidos y otro para útiles?).
Qué bueno ese post de Atwood, no lo había visto, y cómo molan esos métodos. Apuntados, y artículo editado, ¡gracias NPI! (como se nota que en Incognitosis los comentarios son de calidad 😉 )
¿Cómo no va a permitir el Marca (o cualquier medio grande español) poner comentarios estúpidos? Son la fuente de sus millones de revisitas de usuarios, es lo que atrapa al público objetivo de esos medios.
Cierto.
Muy bueno!!!
La verdad es que es un problema que yo tampoco tengo en mi minoritario a la par que escasamente valorado blog. Y si algún día lo tuviera, pues ya vería el modo de afrontarlo.
Varias de las opciones que has puesto me han parecido correctas, pero al final, la moderación de comentarios, parece lo más fácil a corto plazo. La verdad, no te deseo ningún mal, pero ójala tengas que adoptar una medida extrema ante la avalancha de miles de comentarios en tu blog 🙂 🙂 eso significaría que serías ampliamente leído, lo que creo sinceramente que te mereces.
Así que mira, mejor, ve estudiando las diferentes posibilidades menos la de cobrar por comentar, por si acaso.
Saludos y sigue así, este blog es genial
Gracias Eapendergast, con estos comentarios da gusto. Quién sabe, quién sabe, igual algún día me enfrento al problema 😉
Pingback: Cuando los comentarios sobran | Incognitosis
La verdad es que una de las mayores incomodidades de tener un blog es lidiar con la multitud de comentarios de spam que se reciben. Más allá que algunos comentarios tengan faltas de ortografía flagrantes o sean totalmente irrelevantes, lo más irritante son los comentarios spam de gafas oakley, rayban, la gran mayoría ingleses. Seguro que sabes a qué me refiero.