Hacía mucho tiempo que quería probar Ghost, ese CMS que está tratando de despegar como la plataforma perfecta para bloggers que buscan la simplicidad y el minimalismo. Hoy se anunciaba la primera versión pública disponible, Ghost 0.3.2, y no he podido evitar trastear un rato con mi servidor de hosting en Gigas para dejarlo funcionando.

El proceso me ha dado algún que otro problema inicial con los puertos –de hecho la URL del blog por ahora debe llevar siempre el puerto :2368 asociado– pero lo cierto es que la instalación no es demasiado complicada. Eso sí, si no tenéis conocimientos básicos de cómo trabajar con Linux, es un poco rara.

He explicado los pasos más relevantes del  proceso de instalación en mi primer post «oficial» en Ghost, pero aquí toca contar brevemente esa primera experiencia con el CMS. Ghost es, como prometía su creador, John Nolan, un CMS simple y básico de principio a fin. Pero con esa simplicidad que es en sí misma potente y visualmente fantástica. El backend solo cuenta con el editor –nada de estadísticas, gestión de comentarios y alguna que otra opción básica más que prometen en el futuro— y, por supuesto, es ese editor a pantalla dividida –la mitad para el markdown, la mitad para visualizar el precioso resultado WYSIWYG– destaca de forma clara sobre la experiencia en otros motores de blogging.

En cierto modo, recuerda un poco a Medium, aunque el editor de este último es aún más fantástico, más cómodo, y más rápido. Aún así, la potencia de markdown es evidente, y se trata de un tipo de lenguaje que creo que acabará siendo el futuro de los que escribimos en medios. El editor de Ghost a pantalla completa muestra esas dos franjas, que se reducen a una (el editor markdown) cuando por ejemplo acoplo la ventana a uno de los laterales en Windows para tener dos ventanas de navegador enfrentadas.

El resultado es espectacular, desde luego. Ghost hace que uno se olvide aún más de lo accesorio y se concentre en el artículo, aunque de nuevo, Medium es aún más eficiente en ese apartado, ya que nos hace olvidarnos de esos pequeños códigos para los encabezados, los enlaces, las imágenes o las citas. De momento ya se ha ganado mi admiración, y no descarto el salto definitivo a una plataforma que parece casi perfecta para mantener un blog sencillo, elegante –los temas para Ghost comienzan a destacar— y que se centra en el contenido, y no tanto en lo potente que éste puede ser añadiendo todo tipo de funcionalidades accesorias.