El ligoteo ya no es lo que era
Conozco a un chico al que llamaban el ariete. No coincidí nunca de marcha con él, pero por lo que cuentan era toda una garantía a la hora de conocer féminas. El chaval no es ningún guaperas, pero supongo que de tanto intentarlo había perdido toda vergüenza y era, como diría Barney, el perfecto wingman. […]
