Para mí 2024 fue un año bastante estupendo en series aunque hubo algún periodo algo más falto de aciertos en el miniresort burgués. A pesar de ello pensé que iba a ser difícil igual o superar las cosas en 2025, que ha sido también de lo más nutrido. Este año he visto 33 series distintas (en algún caso, con varias temporadas, fueron 31 en 2024 y 30 en 2023, por ejemplo), y como siempre digo y repito en estos posts, no están todas las que son, pero son todas las que están.

The Gentlemen (Netflix): estupenda de principio a fin, pero claro, a mí suele gustar todo lo que hace Guy Ritchie y esto es muy de su palo. Personajes estrambóticos y exagerados, trama muy de comedia violenta y desarrollo súper entrentenido. Empecé fuerte 2025.

Querer (Movistar): un verdadero dramón que habla de las relaciones de pareja y del otro tipo de maltrato: el psicológico. Dura, cruda y aun así llevadera, quizás porque son cuatro episodios nada más. Los actores, bastante estupendos, y todo muy bien contado. Vale la pena.

Los años nuevos (Movistar): la peor serie que he visto en mucho, mucho tiempo. No aguanto a los protagonistas (especialmente a él con su mirada de psicópata) y aunque la historia es curiosa en concepto, su desarrollo es terrible. Lenta y con un montón de ratos en los que acabo mirando el móvil porque, sencillamente, no pasa nada. Es una serie para perder el tiempo, sin más. Podían haber contado lo mismo en un capítulo, no en diez. Lamentable.

Machos Alfa (3ª temp, Netflix): La esperábamos con expectación, que en casa somos muy fans. La tercera temporada empieza súper bien, muy en la línea de la primera, súper graciosa y con ellos muy inspirados, pero en mi opinión va claramente de más a menos. La segunda mitad de la temporada es mucho peor y se convierte en una serie llena de chistes y situaciones soeces y situaciones demasiado forzadas. Con lo bien que iba, qué pena. Queda un mal sabor de boca al final, porras.

Lioness (Paramout Plus): La primera temporada ya me alucinó, pero es que esta segunda es igualmente estupenda. Una trama que no da descanso y en la que eso sí, todos son más chulos que un ocho y más duros que Chuck Norris. Impecable, actores fantásticos, y sobre todo, lo que tiene que ser, entretenida. Fantástica.

The Agency (Showtime): es de espías, lo cual ya es un punto a su favor. Fasbender, otro. ¿Richard Gere? El tío está igual que en ‘Pretty Woman’, qué fuerte. La trama es un poco confusa porque da algunos saltos adelante y atrás, pero en general está muy bien, bastante ritmo y desenlace emocionante. Mola.

Black Doves (Netflix): otra de espías, pero con dos protas que no me convencen como espías. Keira Knightley (ya madura y sin ese encanto de ‘Love Actually’) y Ben Whishaw no lo hacen mal, ojo, pero no sé. La historia es un poco extraña, está deslabazada, deja cosas sin explicar. Un poco lenta, correcta, pero no os perdéis gran cosa si no la veis.

La vida breve (Movistar+): tenía buena pinta, buena ambientación y estupendos actores, pero el enfoque de comedia en mi opinión no le sentó nada bien. Igual fue el humor que utilizaron los guionistas, pero a mí, la verdad, me pareció una castaña. Tanto que no la terminé, tras ver tres episodios lo dejé.

El minuto heroico (Max): sencillamente alucinante este documental en el que 13 mujeres cuentan su experiencia tras ser «captadas» y acabaron siendo miembros del Opus Dei. Lo que cuentan es espeluznante, y arroja un poco de luz sobre una organización religiosa que tiene mucho (pero mucho) de secta. De lo mejor que he visto este año.

Adolescence (Netflix): dramón importante con una historia dura sobre un crimen infantil y cómo eso impacta en la familia. De lo más comentado del año, y con razón porque está muy bien hecha. El chaval, por cierto, lo hace increíble, sobre todo teniendo en cuenta que cada episodio de una hora es un alucinante plano secuencia: una sola cámara graba constantemente el desarrollo de cada capítulo, y el resultado es sorprendente y técnicamente prodigioso. Pero eso sí, se te queda bastante mal cuerpo. Que supongo que es un poco lo que persiguen los creadores. Curiosa, pero no sé si la calificaría de obra maestra. Un 8, como dije en mi crítica.

El quinto mandamiento (Movistar+): acabo de descubrir gracias a ChatGPT por qué en inglés es ‘The sixth commandment’. La miniserie británica de cuatro episodios está basada en hechos reales, lo que siempre le suele dar un punto extra de interés. Aquí la historia no decepciona, y los actores lo hacen espectacular. Odias a muerte al capullo y te enternecen las dos personas mayores que podrían ser perfectamente tus padres o abuelos y ves cómo les estafan de mala manera. Muy bien llevada, interesante y lo dicho, con ganas de estrangular al tipo, señal de que lo hace bien. Recomendada.

Reacher (1ª, 2ª y 3ª temp, Prime Video): esta es una serie un poco ochentera por lo simplón, el tema y la estética. Quizás por eso tiene su aquel. Te hace pensar cero y como hay tortazos y algún comentario simpático se deja ver. El fortachón hace bien su papel, aunque la elección de los coprotagonistas (sobre todo de las chicas policía) es bastante terrible. Yo la vi con el pequeño Javi y la disfruté más por las risas con él que por otra cosa. Mediocre.

El infiltrado (Prime Video): a mí me la recomendaron por su título original, ‘The Night Manager’, basada en una obra de John Le Carré. La sola presencia de Hugh Laurie —súper convincente en su papel— es ya motivo suficiente para mí, pero además Tom Hiddleston lo hace estupendamente y encima ayuda Olivia Colman, aunque en un papel menor. Buena trama, buen desarrollo, entretenida y disfrutable. El final flojea un poco, pero vamos, mola.

White Lotus (3ª temp, Max): lamentable. Un panfleto de viajes convertido en serie, un documental de Tailandia en el que de vez en cuando habla gente a la que odiarías de encontrártela en la vida real. Durante la mitad de la serie no pasa absolutamente nada. Al final la cosa se mueve un poco más, pero vamos, no la veáis. Patética.

Black Mirror (7ª temp, Netflix): el primer episodio, ‘Common People’, es para mí uno de los mejores de toda la historia de la serie, en gran parte porque trató de forma magistra el tema de las suscripciones. El resto de la temporada va un poco de más a menos, aunque hay episodios estupendos (me gustaron el segundo y el sexto). Con Black Mirror hay de todo y para todos, y claro, eso da pie a que unas cosas gusten más y otras menos, pero siempre es una serie para disfrutar.

Cormoran Strike (Max): aquí nos encontramos con un detective un poco deprimido, desastre y a punto de la quiebra al que le empieza a dar vidilla su nueva secretaria, muy pizpireta y resolutiva ella. Los casos son interesantillos pero en general el desarrollo es un poco lento. No está mal, pero tras ver los episodios de tres temporadas la dejamos aunque había más, se hace un poco repetitiva. La primera temporada vale la pena para probar, yo creo.

The Four Seasons (Netflix): adaptación de una vieja película protagonizada por Alan Alda, la serie cuenta la historia de tres parejas de amigos con las típicas crisis de la edad madura y del «ya no te aguanto». A mí me pareció muy chula, sobre todo los primeros cuatro episodios (son ocho), pero aviso, va de la felicidad y las risas a la tristeza.

Sirens (Netflix): Un reparto bastante simpático y que la verdad, lo hace muy bien. Yo quiero estar como Kevin Bacon a los 67. Qué crack. Lástima que la trama sea absurda y cero memorable. El desarrollo no es del todo malo aunque el desenlace es un poco… en fin. Muy normalita, difícil recomendarla.

Dept. Q (Netflix): fantástica. Buena historia, mejores actores, y la mezcla justa de drama y alguna que otra pequeña broma o gesto cómico que daba un respiro. La relación del detective prota con su «asistente» funciona a la perfección, y como digo el resto del reparto lo clava. Una de las mejores del año en mi opinión.

El largo río de las almas (Movistar+): Pues la verdad, un poco tostón. Lo que pasa es que como en los thrillers quieres saber quién era el que estaba detrás de todo, te quedas viéndolos. Muy lenta, le sobran la mitad de los capítulos (son ocho) y tampoco es que la trama sea la pera. Amanda Seyfried no lo hace mal pero para ser poli la veo poco policial, y el resto del reparto discreto. El niño gracioso, la verdad.

Deadwater Fell: La vi recomendada en algún lado y me puse a verla por una única razón: David Tennant, que me flipa desde ‘Broadchurch’ y que suele ser una garantía. Aquí desde luego cumple. La miniserie británica de cuatro episodios de unos 50 minutos es una historia terrible pero poco original. No es una serie espectacular —de hecho se desinfla un poco al final en mi opinión— pero la verdad es que se ve a gusto. Bien.

Mobland (Paramount+): dudo que vea una serie mejor en todo 2025. Excelsa. Tom Hardy, Pierce Brosnan y Helen Mirren están increíbles, pero es que también lo está el resto del reparto. Da igual que la historia no sea especialmente original —mafiosos irlandeses haciendo cosas de mafiosos irlandeses—, pero es que el guióny el desarrollo es épico. Fabulosa.

Landman (Paramount+): Otro pedazo de serie. Lo curioso es que nos costó un montón ver el primer episodio —quizás estábamos cansados— pero a partir de ahí, fantástica. La historia es curiosa y el guión es casi siempre estupendo, pero me ha sorprendido lo mucho que uno puede aprender sobre el mundo del petróleo y su relevancia con un par de monólogos fantásticos. Hay alguna verdad de la vida más —la mujer de Thornton en el gimnasio suelta otra perla— y aunque alguna parte flojea un poco, le daría un 8,5 o un 9. Estupenda igualmente.

Stick (Apple TV+): entrada absolutamente estelar en mi lista de series que te hacen sentir bien. ‘Ted Lasso’ nos enseñó el camino, y ‘Stick’ lo borda con una historia simpática y, sobre todo, unos protagonistas excepcionales. Del primero al último. Owen Wilson, sobre todo. Es que mola hasta la canción de los créditos. Espectacular. Y va a haber segunda temporada, gracias Apple. Lo mejor del año con Mobland.

The Residence (Netflix): los detectives que se las saben todas molan, y aquí tenemos una nueva detective estrella, Cordelia Cupp, que está interpretada magistralmente por Ufo Aduba (‘Orange is the New Black’) y que como me dijo Pendergast se come al resto de protagonistas, y eso que hay muchos y todos lo hacen fantásticamente. La verdad, reparto espectacular. Aquí hay tanto sospechoso y tanto pequeño dato y tanta conversación densa que a veces es fácil perderse y hay que estar un pelín concentrado de más para seguirla, pero vamos, me ha parecido muy chula. Y los planos, esquemas y animaciones de la Casa Blanca son para analizar aparte. Qué maravilla.

11.22.63: La vi recomendada en redes y alguno me la habíais mencionado, pero qué queréis que os diga: me ha parecido un poco castaña. El gancho de los viajes en el tiempo es simpático al principio, pero luego tanto la trama como los personajes son súper flojos. Mediocre. Detrás hay nombres potentes (J.J. Abrams, Stephen King), pero el resultado es, insisto, una castaña.

Pantheon: descubrí esta serie de animación con un tuit de Sam Altman —toma ya— y lo cierto es que el principio me pareció estupendo, muy potente. Los temas que trata van desde la IA a un metaverso mucho más inquietante. Resulta llamativo que uno de los protagonistas sea, sin tapujos, un Steve Jobs (pero con otro nombre) bastante chungo. Decente, pero de más a menos.

Only Murders in the Building: hace años intentamos verla y por alguna razón la dejamos enseguida. Tras la recomendación de un amigo le dimos una oportunidad y vimos la primera temporada. A ver, simplona, pero los personajes tienen su gracia. Selena Gomez podría dejar de comer tanto chicle mientras habla. Por lo demás, aceptable.

Animal (Netflix): Típico ejemplo de serie que va de más a (muchísimo) menos. El primer episodio es fantástico, muy de series que te hacen feliz, y luego la cosa se va volviendo bastante anodina. Luis Zahera es un grande, eso sí, y la coprotagonista, Lucía Caraballo, tiene ratos muy simpáticos. Es una pena que al final se vuelva un poco meh. Las escenas de dueños de mascotas llevando a los animalitos por cosas absurdas son las mejores. Sobre todo por las caras y comentarios que hace Luis Zahera. Debería haber muchas más de esas, porras.

The Diplomat (3ª temporada): Si no había dicho ya que me pido a Kerri Russell: Me pido a Kerri Russell. Me encanta esta mujer y su papel. Ya me encantó en ‘The Americans’ y aquí, una vez más, me entusiasma. La tercera temporada es estupenda, recuerda mucho a las mejores épocas de ‘House of Cards’ y todos, pero todos, lo hacen fenomenal. Buena historia, buen guión, y lo dicho, Kerri. Ays. Habrá cuarta temporada, pero no la veremos probablemente hasta 2027. Esperaré pacientemente.

Yakarta (Movistar+): historiaza con un Javier Cámara inmenso y una joven actriz llamada Carla Quílez que lo hace también fenomenal. La serie, la verdad, es dura y plantea un tema bastante actual de forma dramática. A mí me gustan mucho más las series que te hacen feliz, pero caray, esta hay que verla. Fantástica, diría que la mejor serie española que he visto en todo el año.

Gangs of London: violentísima, sangrientísima y maravillosísima, al menos al principio, porque va de más a menos. La primera temporada es de notable alto, la segunda la cosa baja y se convierte un poco en un culebrón y también baja la espectacularidad de la acción. Capítulos larguísimos. Solo tenéis que ver el primer episodio para entender el tono de la serie. Qué pelea, mon dieu.

Mr. Mercedes: Una serie ya con cierta solera (la primera temporada es de 2017) que está basada en una novela de Stephen King. Policíaca, tipo thriller, y cuya primera temporada está bastante bien, la verdad. La historia es chula, los actores —buenos secundarios de toda la vida, aunque yo a Brendan Gleeson no puedo parar de volver a imaginármelo con taparrabos en ‘Braveheart’—, y el malo es de verdad malo de estos infernales. Hasta ahí bien, pero creedme: no veáis la segunda temporada, es una pérdida de tiempo. Con la tercera ni lo voy a intentar.

Las que dejé

• The Studio: sátira de la industria de Hollywood. No me gusta nada Seth Rogen y aquí el humor típico un poco soez y absurdo de algunas pelis y series USA que yo no aguanto. Gran decepción, porque me la habían puesto como una maravilla. Duramos capítulo y medio.
• Yellowstone: mucho me habían hablado de ella pero la verdad, por más que lo intentamos (una, dos, tres veces) no nos engancha. Kevin Costner (o más bien, su personaje) es bastante insoportable, y la trama es un poco telenovela. Tostón, en mi opinión.
• The Recruit: me recordó a la de ‘Chuck’ pero en mala. Un abogado torpe y tontorrón que trabaja para el FBI y que de repente se convierte en espía. Que el jefe del FBI vista como un lord inglés no ayuda. Muy floja, vimos un par de episodios y pasamos página.
• Muertos SL: unos 10 minutos duré del primer episodio. También es verdad que no me sorprende: nunca he soportado a Carlos Areces.
• Mr Mercedes: como digo, aunque la primera temporada está bastante bien, la segunda es un absoluto infierno que acabé viendo casi a cámara rápida y saltándome partes. Hay series, como ocurre con las pelis, que se deberían quedar en la primera temporada.
  

Las 10 mejores series del año (para mí)

Diría que la serie del año ha sido ‘Mobland’, aunque esta vez hay otras opciones que están desde luego compartiendo ese puesto de mejor serie de 2025. Muy reñidas las primeras posiciones, pero tras un análisis exhaustivo, como todo lo que hago yo, mi ranking sería el siguiente:

1. Mobland
2. Dept. Q
3. The Diplomat
4. Stick
5. Yakarta
6. Adolescence
7. Lioness
8. The Gentleman
9. The Residence
10. Animal

Ahí queda eso. Y ahora, por favor, espero vuestros comentarios y sobre todo vuestras sugerencias.