Seguramente muchos de los que me leéis estéis bastante enterados de lo que se cuece en el ámbito de la IA. Y por eso seguramente estéis al tanto de que ayer OpenAI presentó Operator, su nuevo «modelo agéntico» –qué mal suena eso– con un claro objetivo:

Que el ordenador haga cosas por nosotros.

La idea no es nueva, y de hecho es una de las grandes tendencias de la IA en estos últimos meses. ChatGPT ya no es suficiente, y los agentes de IA son los nuevos niños bonitos de este segmento. Y con razón.

Los agentes van más allá de los chatbots conversacionales corrientes. No se limitan a contestar a nuestras preguntas: actúan en consecuencia. A ChatGPT le puedes preguntar por sugerencias de restaurantes donde cenar. A un agente de IA le puedes decir que no solo te lo sugiera, sino que te haga una reserva.

Y lo mismo con ejemplos como pedirle una receta de pasta. ChatGPT te puede dar los ingredientes y los pasos, pero es que agentes como Operator pueden además pedir los ingredientes a un supermercado para que los tengas en casa cuanto antes. Que es justo lo que nos cuenta este empleado de OpenAI, al que la verdad no se le entiende muy bien –chicos, igual contratar a un actor para esto no estaría de más– pero que desde luego deja claro hasta dónde puede llegar Operator.

Como decía, la propuesta de OpenAI no es nueva. Anthropic planteó casi lo mismo con ‘Computer Use’ –el nombre no es muy pegadizo ni marketiniano– y DeepMind también mostró su agente, llamado Mariner, igual de espectacular. El de Anthropic solo se puede usar vía una API (más pensado para desarrolladores), el de DeepMind es solo de uso interno por ahora, pero el de OpenAI tiene la ventaja de ser un producto para usuarios finales. Solo tienes que pagar los 200 dólares/mes de la suscripción a su servicio súper-premium y listo.

No seré yo quien pague esa suscripción (al menos de momento), pero aquí está clara la tendencia, queridos lectores. Diría que este acabaremos este año diciéndole más de una vez a nuestro ordenador que nos reserve un vuelo o mesa en un restaurante o nos haga la compra. Y si no es este año, será el siguiente, y algo tan aparentemente chorra –»Máquina, haz esto por mí»– va a ser una revolución alucinante. Lo vi un poco cuando publiqué aquello de «He hablado con mi ordenador. Y es alucinante» al probar Gemini y su Multimodal Live API, y tengo muy claro que por ahí van a ir los tiros de muchos servicios próximamente.

E irán por ahí porque nos encanta la ley del mínimo esfuerzo. La tecnología ha triunfado por eso: nos ha facilitado la vida a lo bestia y nos ha vuelto unos comodones. Pues bien: los agentes de IA nos van a volver aún más comodones, porque en muchas escenarios –coger un taxi, reservar un restaurante, comprar cosas, realizar altas o bajas de contratos– los agentes de IA nos van a ahorrar muchas gestiones. Muchísimas. Y mientras nosotros podremos tocarnos la barrigota o quizás hacer cosas que aún no conseguimos que haga la IA… o que simplemente nos gusta hacer.

Y Operator es simplemente otro indicio de que vamos hacia ese futuro.

Qué ganas de ver cómo estamos dentro de uno o dos años con esto. Me voy a poner un recordatorio en mi Google Calendar para hacer un post y así comparar mi previsión con la realidad en esos plazos. A ver si es que yo estaba muy flipado. Que yo creo que no. Es más. Yo creo que en dos años no tendré que comprobarlo porque un agente de IA me avisará de ello.

Y si no, al tiempo.