Muchos temas se acumulan en pendientes en Incognitosis, y entre ellos uno del que estoy viendo bastantes noticias últimamente y que parecía un poco abandonado: el coche autónomo.
Hubo un tiempo, hace cinco o seis años, en que dudé si mis hijos se tendrían que sacar el carné de conducir. Hoy estoy seguro de que sí, pero lo que no tengo claro es si mis nietos lo necesitarán. Waymo, Tesla y otras empresas del sector parecían haber hecho avances prometedores. Tanto que lo del coche autónomo parecía solucionado. Elon Musk, que en esto cada vez que habla sube el pan, no paraba de decir que el coche autónomo de Tesla estaría listo. La Wikipedia hasta tiene una grandiosa página en la que habla de las predicciones de Musk al respecto.
Pero hete aquí que en los últimos meses la cosa se ha animado de forma asombrosa. Waymo no para de expandir sus servicios y en ciudades como San Francisco los trayectos en taxi autónomo ya son una atracción turística: la gente antes tenía miedo, pero ahora ven esto como algo que quieren probar. Ese cambio de mentalidad, ese clic, es bastante brutal en mi opinión.
Pero es que Tesla parece también estar aprendiendo mucho y bien de los millones de kilómetros que los clientes con FSD están haciendo. La gente que está probando FSD v13.2.1 habla maravillas del sistema, con trayectos de 100 kilómetros por las calles de Los Ángeles, por ejemplo, sin apenas intervenciones humanas.
Habrá sin duda críticas y fallos, pero insisto: quienes lo prueban suelen quedarse alucinados con la precisión de la conducción, que casi califican de humana, sobre todo en lo más difícil: tratar de predecir qué van a hacer el resto de conductores humanos. Conociendo el género —hay gente cuyo segundo nombre es «pirulas»—, entiendo que superar ese problema es especialmente complejo.
Solo tenéis que buscar «fsd v13.2.1» en X y os saldrán un montón de vídeos, algunos como el superior de más de hora y media que yo estuve viendo un ratito mientras alucinaba con lo perfecto que era todo. Hasta daba miedo.
Se supone que FSD llega a España a principios de 2025, así que tengo mucha curiosidad por saber qué cuentan los conductores que acaben comprando esa opción —que veremos a qué precio sale también—. Lo mejor de todo, queridos lectores, es que esto promete cada vez más, y tanto en el caso de Waymo como en el de Tesla los sistemas de conducción autónoma —y los robotaxis— parecen estar acercándose a la perfección. Puede que aún tarden unos años en lograrla y otros cuantos más en estar masivamente disponibles, pero diría que aquí la pregunta ya no es si conseguiremos tener coches completamente autónomos.
La pregunta es cuándo.
Y la respuesta, aunque al escribirlo se me ponga cara muskiana, es «probablemente a corto plazo».
Llevo viendo vídeos del FSD 13.2.1 desde hace una semana, y es verdad que alucina el grado de perfección logrado. No es todavía del todo perfecta la conducción autónoma, pues he visto desconexiones y algún que otro fallo, pero sin duda el nivel es muy muy elevado. Pero mas me alucina que, parece, Tesla lo ha conseguido sin tanto hardware como Waymo, donde sus coches lucen un aspecto medio estrambótico con tanto sensor visible (radar, lidar, cámaras, etc), no se seguro, pero parece que Tesla solo usa cámaras, y si me parece un logro tremendo. Tiempos alucinantes 😉