Tecnología

El Humane AI Pin es un desastre glorioso

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Es esta una era especialmente propicia para los vendemotos. Las redes sociales y plataformas como YouTube les proporcionan un altavoz insólito, y ocurre que a menudo cuesta distinguir si el vendemotos en cuestión lo es realmente o no.

Con lo del Humane AI Pin la cosa no estaba clara al principio. Exempleados de Apple —que puede significar mucho o nada—, inversión millonaria y una propuesta que parecía llamativa. Quizás hasta demasiado. ¿De verdad un cacharrito sin pantalla puede sustituir al móvil?

Tras una pequeña reflexión llegué la conclusión de que eso era más bien difícil. Pronto dejé claro que para mí el Humane AI Pin era uno de los nuevos integrantes de esa categoría fantástica de «se busca problema para esta solución«. Para entonces ni siquiera había visto el vídeo de presentación de los fundadores de Humane, un poco reconvertidos a gurús de Raticulín, y que con una voz suave y calmada hablaban con naturalidad de las funciones del cacharrito.

Todo olía a humito, y un poco sí que lo era. Pero no todo. Luego hablo más de eso.

El caso es que meses depués hemos podido saber hasta dónde podía dar de sí el Humane AI Pin. Por fin han comenzado a aparecer los primeros análisis del producto, y todos son inmisericordes. Lo contaba esta mañana en Xataka (luego hice otro tema al respecto), indicando que en la mayoría de los análisis los editores que lo han puesto el Humane AI Pin a caer de un burro.

Lo han hecho al menos en los titulares, que son lo que mucha gente lee. En The Verge titulaban que el dispositivo «ni se acerca» a lo prometido, y Marques Brownlee es el más duro de todos apuntando que este «es el peor producto que ha probado… por ahora».

Por todos lados, insisto, críticas durísimas. Ni se os ocurra comprar este producto. Por cada vez que funciona, otras cuatro o cinco no lo hace. El projector no sirve de (casi) nada. Se sobrecalienta. Tarda en contestar o no contesta. No sirve para pedir un Uber o para indicarme direcciones. Y cuando sí sirve para algo, uno podría resolver lo mismo con un reloj inteligente o unos auriculares. Qué desastre.

Pero luego, si uno leía los análisis y veía los vídeos, notaba algo. Los titulares eran probablemente ciertos, pero quizás escondían algo importante. Marques lo decía muy bien. Primero, una advertencia: «nunca compres un producto basándote en la promesa de que se actualizará». Y luego, un mensaje que le honra.

«Como producto totalmente nuevo, y como equipo que intenta hacer algo nuevo, eso, lo respeto. Respeto que lo intenten».

Qué importante es eso. El Humane AI Pin es un desastre, sí, pero hay gente detrás que probablemente ha intentado dar lo mejor de sí para sacarlo adelante. Eso no siempre sale bien, y tenemos muchos ejemplos de productos con buenas intenciones que jamás llegaron a nada o que simplemente se adelantaron a su tiempo porque la tecnología aún no era lo suficientemente buena.

Qué narices: categorías enteras de productos han caído en eso. Las gafas de realidad virtual primero (Oculus), las de realidad aumentada poco después (Google Glass), los smartphones (Windows Mobile) la convergencia (Ubuntu Edge), y tantos y tantos proyectos que trataban de ser el nuevo pelotazo tecnológico y no lo consiguieron. Pero lo intentaron, y la gente que estaba detrás lo intentó de veras.

El Humane AI Pin es, desde luego, algo así. Un producto terrible, pero que por lo menos intenta ser algo completamente nuevo y, lo más importante, útil. En su iteración actual no lo logra, desde luego, pero estoy seguro de que sus creadores lo sabían y aún así siguieron manos a la obra con la esperanza de que su producto acabe siendo mucho mejor.

¿Tiene opciones de serlo? Yo lo veo complicado, pero desde luego no imposible. Necesita que almenos 1) haya chips capaces de ejecutar un ChatGPT en local con fluidez y de forma eficiente y 2) los modelos como ChatGPT sean mucho más eficientes y estén preparados para correr en local, estilo Gemini Nano (aunque no está claro cómo de potente será).

Si ambas cosas se cumplen, yo sí imagino un futuro en el que estos cacharritos tengan sentido. No como sustitutos del smartphone, pero sí como sustitutos del reloj (no tanto de los auriculares) en según qué escenarios. La voz podría convertirse ahí en la verdadera sustituta de las pantallas táctiles, y de hecho aquí veo quizás una especie de línea convergente entre las Vision Pro, las Google Glasss y el Humane AI Pin. Se me ocurre que una combinación de todas ellas sí podría llegar a plantar cara al smartphone. Pero claro, para eso parece que queda un buen trecho… si es que algún día llegamos a esa posibilidad.

Sea como fuere, bien por el esfuerzo. El Humane AI Pin es un desastre glorioso. Uno que quizás acabe no siéndolo.

Veremos si lo consigue.

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5 comentarios en “El Humane AI Pin es un desastre glorioso

  1. Okoro dice:

    Con la IA veo a mucha gente dando balonazos hacia delante a lo loco, buscando compradores de cualquier idea y con cierta sensación de «vamos a aprovechar todo lo que podamos antes de que nos cierren el grifo».

    El tema privacidad, propiedad, etc, no se quiere ni nombrar.
    Creo que muchas empresas quieren que todo se haga enorme lo antes posible para que no exista una manera sencilla de poner limitaciones, reglas o un poco de orden…

    No sé, tengo sentimientos encontrados. Por un lado veo muchas cosas interesantes y por otro una cantidad brutal de gente queriendo hacer dinero fácil sin el más mínimo escrúpulo.

  2. daniel dice:

    Creo un detalle más que es necesario para un dispositivo asi funcione.
    gran cantidad de datos los operadores actuales estan teniendo problemas, desde alimentar sus modelos con contenido con derechos de autor hasta utilizar datos de la web que no sean contenido malicioso.
    la relacion de avance de chips, que mas que una cuestion de poder bruto es una de batería, lo mismo que le pasa al teléfono inteligente hace tantas cosas y utilizan procesadores realmente poderosos pero atados a una batería que físicamente no puede dar más que unas horas de pantalla.
    por último, una plataforma abierta de intercambiar informacion, ningun dispositivo con IA de momento no tiene una tienda de apps o algo parecido donde poder alimentar el equipo con capacidades, ejemplo. Dotarlo de datos bancarios, calendario, acceso a cerraduras inteligentes o apps de delivery.

  3. Pingback: Un análisis no mata a una empresa. Un mal producto sí | Incognitosis

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