Actualización (21/11/2023): Pues igual todo vuelve a su cauce. Que viva la Pepa.
Actualización 2 (22/11/2023): ale, he tenido hasta que cambiar el titular. Altman volverá como CEO —a no ser que haya otro terremoto— y OpenAI logra vida extra.
Supongo que algún día sabremos quién fue el culpable de todo. Ahora mismo todo apunta a que el responsable de la debacle de OpenAI ha sido Ilya Sutskever, Chief Scientist de la empresa, y la persona de la empresa que parecía especialmente preocupada por la amenaza para la humanidad que podía plantear la IA en el futuro.
Probablemente tenía buenas razones para creerlo: de los cofundadores de OpenAI, Sutskever era el único que era experto en el campo de la IA antes de que se fundara la empresa. Sam Altman era un empresario de éxito —expresidente de la aceleradora Y Combinator—, Greg Brockman era emprendedor también —exCTO de Stripe—, así que ellos probablemente vieron pronto que aquello de la IA —fundaron la empresa como una non-profit en 2015— podía ser un filón. Crecer era probablemente para ellos —dijeran lo que dijeran cara al público— más importante que hacerlo con seguridad.
Mejor pedir perdón que pedir permiso, supongo.
El caso es que Ilya, si es como fue la cosa, metió la pata el pasado viernes. Según fuentes diversas, fue él quien impulsó el particular golpe de estado en OpenAI. El que provocó que el consejo de administración despidiera a Sam Altman y el que forzó que Brockman —presidente de la empresa hasta entonces— acabara dimitiendo.
Eso fue el viernes a las 9:00 PM ET (3:00 AM en España peninsular). Y a partir de ahí, la vorágine.
No voy a resumirlo todo. Ya lo hemos hecho en Xataka con un montón de artículos entre los cuales yo he tenido que escribir varios hoy. Uno de ellos, el último, es una cronología de los acontecimientos. Que han sido muchos (demasiados) y sorprendentes. Parece mentira que pasen estas cosas a este nivel, pero pasan porque uno va dándose cuenta que los multimillonarios son bastante parecidos a nosotros en lo básico. En sus miedos, en sus pasiones y en su forma de relacionarse con el mundo. Lo único que pasa es que tienen más pasta.
El final de la historia, al menos por ahora, es curioso. La gran ganadora ha sido Microsoft, con un Satya Nadella que ha hecho un movimiento magistral —ojo, igual la idea ha sido de algún subordinado anónimo del que nunca sabremos nada— al fichar a Altman, a Brockman y a algunos más para una nueva división de IA en Microsoft. Satya y los suyos deben estar ahora mismo así:
Y no me extraña, porque Microsoft es la gran ganadora de este caos. Para ella esto pinta muy bien. Es verdad que ahora mismo depende de OpenAI y de sus plataformas: ChatGPT se ha convertido en la gran revolución de sus productos, que ahora están plagados de «copilotos». Con esos fichajes —y los que vengan detrás, que pueden ser muchos, muchísimos— Microsoft podría convertirse en la nueva OpenAI porque ahora mismo OpenAI lo tiene francamente crudo. Va otro meme bastante acertado.
No solo porque pueden acabar desarrollando su propio ChatGPT y olvidarse de OpenAI, sino porque también parece que hay un proyecto de desarrollo de chips propios que compitan con NVIDIA. Microsoft acababa de presentar los suyos, pero esto le da una nueva dimensión al tema. Una en la que una vez más la empresa de Redmond ganaría esta partida.
Es asombroso cómo una empresa puede meter la pata de esta manera. Cómo pueden arriesgar todo lo conseguido, que era mucho —OpenAI parecía la próxima Google— y hacerlo además con tan mala comunicación, sin explicar bien qué ha pasado. Eso ha hecho que todos —clientes, inversores, friquis como yo— sospechen de que no tenían razones verdaderamente válidas. Que igual las tenían. Igual Sutskever había descubierto que Skynet estaba a la vuelta de la esquina, a saber. Pero sin datos, sin pruebas, esto es un «es que Altman hacía lo que quería». Ya, pero había ayudado (mucho) a convertir OpenAI en un gigante.
Y ahora su futuro está en el candelero. O cambia mucho la cosa —y a priori, parece difícil— o esto acabará marcando un punto de inflexión brutal en el panorama de la IA.
Qué. Fuerte.
No sé si esto ya ha sido publicado en medios españoles, yo no lo he visto pero tampoco lo sigo mucho.
Parece que todo este lío ha sido producido por un tema de ideología, este es el artículo original que imagino que tendrás que estar suscrito al Wall Street Journal para poder leer:
https://www.wsj.com/tech/ai/openai-blowup-effective-altruism-disaster-f46a55e8?st=spwpxvm32gbl09w&reflink=desktopwebshare_permalink
Y esta es la entrada del blog donde hacen un extracto del artículo si no puedes acceder al original:
https://www.thepassivevoice.com/how-a-fervent-belief-split-silicon-valley-and-fueled-the-blowup-at-openai/
Lo flipas…
Perdona Ana, que el comentario se quedó pendiente por los enlaces. Sí, lo del movimiento del effective altruism lo vi hace tiempo, básicamente una forma chula de decir que «nos da miedo la IA». Contribuye a la visión de que había dos grandes bandos en OpenAI, uno más preocupado por la seguridad y otro (con Altman al frente) por avanzar y hacer negocio rápido. Me temo que lo de la seguridad queda ahora (aún más) en segundo plano. Veremos qué sale de todo esto… y crucemos dedos.